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Hoy hablamos episodio 2049 cosas que ahora son normales pero antes estaban mal vistas Bienvenido a hoy hablamos, el podcast diario para aprender español. Como siempre, hoy publicamos un episodio público y gratuito y otro episodio exclusivo para los suscriptores premium en el podcast premium Reb y hablamos sobre el poder de la mente. Es el segundo episodio sobre este tema. Veremos cosas como la profecía autocumplida o el efecto Pigmalión. Puedes escuchar este episodio si te haces suscriptor premium en hoyablamos.
Com. Ahora, en este episodio del podcast diario, Paco y yo hablamos sobre algunas cosas que ahora son muy normales pero en el pasado no estaban bien vistas. Vamos con el episodio. ¿Hola, Paco, qué tal?
Buenos días, queridos oyentes. Pues estoy mal, estoy mal porque tengo bastante hambre.
Ay, ay, ay, pobre Paco, qué dura es tu vida. ¿Tienes hambre? Bueno, pues si quieres podemos hacer una pausa antes de grabar y puedes ir a la nevera y coger algo.
Me parece una buena idea, me parece una buena idea, pero quizás no va a ser muy amable contigo eso, porque no quiero hacerte esperar. No obstante, bueno, tengo alguna cosita en la nevera y ya estoy pens pensando en eso que me voy a comer justamente cuando acabemos de hablar.
Varias cosas, pero estoy pensando en el arroz con marisco que me pedí ayer en el restaurante y bueno, sobró algo, así que ahora, dentro de un ratito voy a hincarle el diente.
¿Tienes sobras del restaurante? ¿Qué diría tu abuela, Paco? Fuiste al restaurante, comiste arroz de marisco, te sobró y pediste que te dieran las sobras para llevar.
Sí, mi abuela ya está muerta, pero se moriría de nuevo. ¿Se moriría de nuevo porque cómo es esto?
En el pasado no se veía muy bien que la gente pidiera las sobras en el restaurante, pero ahora es algo muy normal.
Si tu abuela estuviera contigo en el restaurante en ese momento en el que pediste que te pusieran las sobras para llevar, tu abuela se moriría de vergüenza, Paco.
Sí, se moriría de vergüenza y además me obligaría a que me comiera toda la comida allí en el restaurante. Me no me permitiría que me llevara nada.
Claro, a tu abuela nunca le quedaban sobras, siempre se comía todo en su casa, en el restaurante, donde fuese.
Pero bueno, hoy precisamente vamos a hablar de esto. Vamos a hablar de cosas que ahora son normales, que están bien vistas, que es un comportamiento normal y no le damos importancia, pero que antes, en la época de nuestros abuelos o de nuestros padres, cuando tenían 20 años o así, eran comportamientos que estaban mal vistos que daban vergüenza ajena, que poca gente los hacía porque te miraban mal. Y este es el primer ejemplo de en España, hasta hace muy poco, pedir que te pongan las sobras para llevar era un poco raro, daba un poco de vergüenza.
Exactamente, Roi, y ahora lo que da vergüenza es no pedir ninguna cajita o ningún tuber para llevarte la comida a casa, porque la comida entonces van a tirarla en el restaurante. Y eso te da pena.
Es que es una pena. Cuando vas a un restaurante, hay algunos restaurantes que te ponen grandes cantidades de comida. No en estos restaurantes modernos de ahora, Paco, que siempre los critico, aunque nunca voy a estos restaurantes, pero a veces veo fotos en redes sociales o así y hay muy poca comida ahí. Claro, yo voy a ser restaurante moderno y y no sobraría nada, me quedaría con hambre. Yo hablo de los restaurantes que me gustan a mí, en los que te ponen un plato contundente, con mucha cantidad.
Claro, ro, lo que va a pasar si vas a un restaurante con Estrella Michelin es que te van a poner aire de trufa, aire de patata, y eso luego no te lo puedes llevar a casa. Ahí no sobra nada.
No puede haber sobras ahí. Entonces hablamos de los restaurantes típicos, donde a veces te ponen raciones bastante grandes y aunque tú comas mucho, siempre sobra algo.
Siempre sobra. Y claro, era una pena cuando no llevábamos esto, lo dejábamos en el restaurante. Lo tiraban o se lo daban a otros clientes. Quizá lo daban otros clientes, Paco, por eso no estaba bien visto que te lo llevases.
Claro, veían esas sobras y pensaban qué bien, ya tenemos plato para el siguiente comensal.
Bueno, Roi, pues esto no sólo pasa con los restaurantes, también, por ejemplo, con los supermercados. Ahora hacemos algunas cosas que hasta hace poquito se veían mal. Por ejemplo, en los supermercados, en las tiendas, hay secciones con productos que están a punto de caducar y oye, vas a llevarte un buen descuento y además comida que todavía está en buen estado.
Ya sabes que a mí me gusta ahorrar, me gustan los chollos, los descuentos. Y yo cuando voy al supermercado, por ejemplo, en el Lidl, a veces tienen productos que le ponen una pegatina con un descuento porque va a caducar dentro de poco. Entonces está un producto a un 30 % descuento, a un 50 % descuento. Yo compro eso, yo lo compro, me da igual lo que sea. No miro ni lo que es.
Mi pareja es alérgica a los langostinos, pero los langostinos están al 50 % de descuento. Pues cenamos langostinos, me da igual tu alergia.
Lo que pasa es que más tarde, Roi, vais a gastaros ese dinero que os habéis ahorrado en medicamentos.
Bueno, pero ahora ya en serio, sí que es cierto que en muchos supermercados hay esa sección de productos a punto de caducar, fruta que no está en muy buen estado e incluso ahora en España, yo creo que en toda Europa o incluso en el mundo, tenemos esta aplicación que se llama Too good to go y ya están apareciendo otras similares, o sea, no es la única, pero es la más famosa en España. Y es una aplicación que tú compras sobras, compras productos, compras alimentos que están a punto de caducar. Por ejemplo, una panadería que ha hecho mucho pan y le ha sobrado y no lo va a vender, pues lo que hace es que lo pone en esta aplicación y lo pone un precio más rebajado porque quizás un pan que ya no está muy fresco o que dentro de poco se va a poner duro, entonces lo venden muy barato porque es como bueno, dentro de poco lo voy a tirar. Si alguien lo quiere en este estado que aún se puede comer pero no está tan fresco, pues lo ofrezco por un precio muy barato y a la gente le encanta esta aplicación too good.
Sí, lo que pasa, Roi, que estoy pensando en una cosa que estamos idealizando la pobreza.
Sí. No comprar sobras, comida que iban a tirar a basura. Tiene como una doble lectura esta cosa de la que estamos hablando.
Sí, bueno, por supuesto que estoy a favor de no desperdiciar y de reciclar, reutilizar y reducir los desperdicios, evidentemente. Pero bueno, yo si voy a la panadería a comprar pan, no quiero llevarme pan duro o pan seco, quiero llevarme un pan de buena calidad.
Claro, vas allí, bueno, quería pan. A ver, tenemos el pan fresco, el pan rico, sabroso, por €1,20 pero por €0,20 tienes esta barra de pan duro que voy a tirar dentro de poco a la basura. Tiene un poco de moho por encima, pero si se lo quitas está perfecto. Está perfecto. Y tú, bueno, a ver, es que.
Son €0,20 y aparte del moho, el pan está perfecto. Simplemente le quitas ese moho y todo bien.
Y todo perfecto. A ver, por supuesto estamos exagerando, estamos bromeando un poquito. Sí que es cierto que es un poco raro esto de comprar lo que antes tirabas a la basura, pero es verdad que estamos exagerando porque en estas plataformas no es que compres alimentos en un estado muy malo.
Es raro. De hecho, como tienen sistemas de reviews y valoraciones las fruterías, las panaderías, no te venden productos en muy mal estado, porque si no nadie los compraría. Entonces más bien son cosas que han sobrado. Y es algo curioso, porque a veces está bien, a veces sí que Oye, pues una frutería te incluye diferentes piezas de fruta o verdura que dices ostras, qué bien, he comprado bastante barato y mucha variedad. ¿Pero lo malo es que otras veces a lo mejor te incluyen cosas que dices Bufo, qué hago ahora yo con esto?
Recuerdo una amiga que compró una vez en una panadería y le dieron como varios kilos de masa para hacer pan. Y entonces, claro, estuvo toda la semana comiendo pan hecho por ella misma. O un día le habían dado un montón de croissants, pero un montón, o sea, una cantidad ingente, enorme. Entonces, claro, pienso sí, está bien algunas veces, pero otras veces te fuerzas a comer unos croissants toda la semana. No sé cómo de bueno es eso para ti.
Entonces tu amiga en una semana se comió unos 50 croissanes. No comía nada más que croissanes prácticamente.
Nos envió una foto y era una cantidad enorme. Claro, les había sobrado, fue muy barato, le valió muy poquitos euros, pero no sé.
¿Vale, bueno, pues Roi, me alegra que esos croissanes no fueran a la basura, pero pobre estómago de tu amiga, cómo se quedó?
¿Claro, a ver, es cierto que estas iniciativas están muy bien porque se desperdicia menos comida, pero luego yo abro el debate sobre si comer 3 kg de cruasanes una semana no es un desperdicio también, porque para qué quieres comer tantos cruasanes durante una semana? Pero bueno, es verdad que esto fue un caso un poco especial y habitualmente están bastante bien los productos que puedes comprar ahí. Seguimos con más ejemplos, Paco, de comprar cosas que hoy en día están bien vistas y es normal, pero antes estaba mal visto. ¿Era como que si hacías eso eras pobre, o como había una connotación muy negativa cómo compras sobras? ¿Eres pobre que tienes que comer sobras del supermercado o sobras de los restaurantes?
Entonces antes había esa connotación negativa, al menos en España, y ahora ya no. 1 ejemplo de esto es comprar cosas de segunda mano. Que esto antes ya incluso cuando yo era adolescente, hace 15 años, no estaba tan bien visto. ¿No digo que te llamasen pobre o que te insultasen por hacerlo, pero no estaba muy bien visto porque yo lo hacía y a veces me decían y cómo compras eso? ¿Te fías del comprador?
Yo no lo haría tal. Y ahora, en cambio, comprar cosas de segunda mano es algo muy normal.
Si ROI, por ejemplo, ahora mucha gente compra ropa usada o tecnología, ya sean móviles, ordenadores y otros dispositivos de segunda mano y hace unos cuantos años era difícil de imaginarse que alguien fuera a una tienda a comprar ropa usada, por ejemplo.
Creo que la ropa es el mejor ejemplo, porque también la electrónica es cierto que no se compraba mucho antes de segunda mano, pero bueno, no tenía tanta connotación negativa. Yo sí que recuerdo que antes la ropa de segunda mano tenía como mucha connotación negativa, porque era incluso como asqueroso.
Algunas personas pensaban que era desagradable. Es como uy, te vas a poner un pantalón que se puso otra persona y que lo sudó y que va a estar sucio. ¿A ver, puedes lavarlo, no? O sea, lo lavas, lo lavas a una buena temperatura y tranquilo, que no queda sudor. Pero sí que había como esa connotación muy negativa con la ropa usada.
Sí, además hablamos de pantalones, camisetas, chaquetas. ¿La gente no va a comprar calzoncillos, ni calcetines, ni zapatillas, entonces?
Que yo sepa, no. Bueno, zapatillas creo que sí se venden. No sé si es muy habitual, creo que es menos frecuente, pero sí que hay gente que compra zapatillas usadas.
Hoy en día nunca se sabe. Pero bueno, está muy bien. Es cierto que ahora está muy de moda, con las típicas aplicaciones donde la gente vende y compra ropa de segunda mano, e incluso diríamos que hasta ahora es un poco guay.
No sé cómo lo ves tú, Paco, pero en las redes sociales queda bien decir que compraste esto de segunda mano. Es como que ya da cierto estatus, cuando antes, hace una década o dos décadas, era lo contrario. Si decías que compraba ropa de segunda mano, quedabas muy mal, no eras guay.
Sí, Roi, por ejemplo, te puedo comentar que hace unos cuantos años, en Navidad, hicimos el amigo invisible en la familia y hubo algunos miembros de la familia que regalaron a otras personas ropa de segunda mano. Y no se vio mal, sino que todo lo contrario.
De esa manera vas a demostrar esa preocupación, esa conciencia ambiental, y bueno, va un poco con esa dinámica actual de no tirar tantas cosas a la basura porque desperdiciamos mucho.
¿Sí, sí, muy bonito todo lo que has dicho, Paco, pero el que regaló ropa de segunda mano también quería ahorrar, a que sí? ¿A que sí? ¿Era el ahorrador de la familia o no?
El cuñado, por supuesto. Siempre culpamos al cuñado de los males, de las cosas malas de la familia. Entonces fue el cuñado, fue el cuñado.
Pero siempre decimos todo esto yo compro ropa segunda mano porque quiero ser más sostenible, porque quiero darle una segunda vida a esta ropa, quiero apoyar el comercio local. Oye, que es cierto que haces todo eso, pero bueno, una de las razones importantes es que también es más barata que la ropa nueva.
Y también pasa eso con los móviles, como comentábamos antes. Sí, por supuesto. Genial, voy a darle una segunda vida a ese móvil. No, no, tú lo que quieres es ahorrar. Lo que quieres es ahorrar y que el móvil te cueste un tercio del precio original.
Claro, somos muy ecologistas, pero si tuviéramos que pagar €5 más ya Uy, ya me lo pienso.
Bueno, pues seguimos con más ejemplos de cosas que ahora son normales pero antes eran un poco raras. 1 ejemplo. Bueno, Paco, es la alimentación, porque ahora es muy normal. ¿Por ejemplo, vas a una cafetería, te pides un café con leche, pero le tenéis leche de soja, tenéis leche de almendra, tenéis leche de vacas del Himalaya? Cosas así muy concretas.
Leche de vacas de las Azores, de pasto, pero que han escuchado música clásica al -165 días al año. Y bueno, justo esa se me acabó hoy porque esa está muy demandada.
Sí, sí, sí, precisamente el camarero no te va a mirar con cara de loco, sino va a decir que no, no, qué mala suerte, que se ha acabado esta mañana. Pero sí, Roi, van a tener leche de esa vaca, seguro.
Y si no la tienen, te dirá a ver, tengo leche de soja, de avena desnatada y de almendra, pero justo la que tú quieres no la tengo. Pero siempre ahora hay un montón de opciones. Claro.
Vamos a seguir con el ejemplo de la abuela. ¿Tú imagínate pedirle a tu abuela una leche Abuela, qué tipo de leche tienes? ¿Qué te diría tu abuela, Paco?
Entonces no te va a explicar nada, no te va a comentar si tiene leche desnatada, con ese porcentaje de grasa, más, menos no, no. Simplemente te va a decir que hay leche en la nevera y si quieres la bebes y si no, la dejas.
¿Qué leche voy a tener de vaca? ¿Qué leche hay? Pero no, hoy en día ordeñamos a las almendras, a la avena, a la soja, al arroz, porque como es leche, hay que ordeñar a esa planta. No sé cómo se hace, pero sí.
Y también algo que podemos comentar es el tema de la lactosa, porque ahora hay más gente, no sé si más gente, pero más gente sabe que es intolerante a la lacto.
Y en el pasado te sentaba mal la leche y decías bueno, no sé por qué me duele la barriga después de beber leche, pero ahora ya sabes que eres intolerante a cierto tipo de leche y ya está.
Sí, sí, sí. No sé, quizá en el pasado había otras prioridades y no se daba tanta importancia a estas cosas porque había quizá cosas más importantes de las que preocuparse. No lo sé. Entonces te sentabas mala leche y decías bueno, soy un flojo, tengo que seguir mi vida.
Ahora nos preocupamos más. De hecho, yo ahora ya no, porque ahora me sienta bien la leche, pero sí que tuve una época en la que yo también era de estos que decí Uy, este tipo de leche no me sienta bien, prefiero sin lactosa. Tuve mi época de leche de arroz también. O sea, cosas muy concretas.
Te diría niño, que dejes de preocuparte por la leche, que eres un flojo, que te quejas demasiado.
Exacto. ¿Me daría una leche, precisamente, no? Que tenemos esta expresión dar una leche a alguien significa dar un golpe, golpear a alguien. Entonces esa sería la leche que me diese mi abuela por ser tan impertinente.
¿Sí, Roi, y sabes por qué tu abuela también te daría otra leche? Por presentarte ante ella con un tatuaje. Entonces tú te presentas ante tu abuela con un nuevo tatuaje y te va a ve ahora mismo al lugar donde te hayas hecho ese tatuaje y que te lo borren. Quítatelo.
Es que esta es la cosa. Hoy en día, en España, yo no sé el porcentaje de gente que tiene un tatuaje, pero en mi círculo cercano es raro ver a gente que no tenga tatuajes. Casi todo el mundo que conozco tiene un tatuaje.
Y cuanto más jóvenes son, más probable que tengan tatuajes. Pero bueno, ahora mismo no solo los más jóvenes, sino que gente de 40, 50 años también con sus tatuajes. Es algo súper común. Tú, Paco, también tienes la misma opinión. ¿En tu círculo hay mucha gente con tatuajes?
Por supuesto que sí. Yo, por ejemplo, tengo uno, pero la mayoría de mis amigos y conocidos tienen algún tatuaje, y alguno bastantes. Y por ejemplo, cuando estuve trabajando durante algunos veranos en el parque acuático, que ya he comentado algunas historias aquí antes, te digo que más de la mitad de los jóvenes, es una estadística que estoy diciendo ahora aquí a lo loco, pero más de la mitad de los jóvenes de entre 20 y 30 años tenían algún tatuaje.
Pero me gusta tu estadística, Paco, porque aunque se basa en tu observación, has dado datos muy precisos. Más de la mitad o aproximadamente la mitad de los jóvenes entre 20 y 30 años tienen tatuaje.
Yo iba para político. Iba para político porque fíjate, diciendo aquí información inventada, pero con bastante credibilidad, aportando datos inventados.
Claro que sí. Pero bueno, lo que dices tiene lógica, porque observando a los bañistas, más o menos calculas que la mitad tenían tatuajes.
Y yo opino lo mismo. Podríamos buscar una estadística, pero oye, no es un tema tan relevante como para dar estadísticas muy concretas sobre esto.
Y aquí no estamos para ser tan exactos. Aquí nos gusta decir cosas imprecisas, inexactas.
Pero la realidad, Paco, es que antes en España, hace 40, 50 años, en la época de nuestros abuelos o nuestros padres, cuando eran más jóvenes, las personas que tenían tatuajes podríamos decir que eran las personas excluidas de la sociedad.
Personas que habían tenido problemas o que habían cometido delitos, presidiarios, delincuentes, drogadictos, gente con problemas de diferentes tipos. Entonces sí que había esa connotación negativa. Si tenías tatuajes eras una persona un poco chunga.
Sí. Y ahora, en cambio, Roi, si no tienes ningún tatuaje, tú vas a ser el excluido, tú vas a ser el marginado de la sociedad.
¿Claro, ahora te miran y por qué no tienes tatuajes? ¿Qué te pasa a ti? ¿Por qué eres tan raro?
Pasa algo similar con las personas que no fuman. Porque antes, hace 30 o 40 años, era habitual fumar.
Sí, al menos fumar tabaco, porque sí que ahora mucha gente fuma con los vapeadores. No sé cómo llamarle a esto. Tabaco falso, pero bueno, no es muy bueno tampoco para la salud.
Sí, pero te das cuenta de que muchos jóvenes van por la calle con los vapeadores y aunque no sea bueno, pero parece que también es guay, porque hay sabores, buenos olores.
Claro, tú coge a un joven de ahora, venga, un chaval de 18 años que está ahí con su vapeador con olor a galletas. Existe esto, es un olor de los que ofrecen. Entonces tú coges a ese chaval y lo comparas con un chaval de los años 60 o de los años 70, de 18 años también fumando su tabaco, que tiene un mal olor, su tabaco con olor a nicotina. Qué mal huele.
Y claro, hay una diferencia muy grande. ¿Para el chaval de ahora, el que fuma tabaco, es como qué mal hueles, por qué fumas eso? ¿Pero si te pones desde el punto de vista del chaval que fumaba tabaco en los años 60, le pones al lado un chaval que fuma algo que primero ya tiene una pinta un poco rara, el vapeador, así como una maquinita electrónica que dices pero qué es eso? ¿Por qué te pones eso en la boca? Y luego aún encima sale un olor a galletas.
Bueno, puedo comentarte, Roi, que en los años 90, incluso con nueve años, en el año 2000, cuando yo tenía nueve años, con unos amigos robamos algo de tabaco a nuestros padres y nos fuimos al campo a intentar fumar o aprender a fumar y la experiencia nos salió muy bien, porque luego nos pillaron y tuvimos algunos problemas. Pero sí, querías imitar a tu padre o a tu tío y era más o menos guay fumar.
¿Bueno, pues ahora supongo que los niños de nueve años cogen las galletas e intentan fumárselas, no? No sé, no sé cómo se puede imitar ese comportamiento.
Bueno, seguimos con más cosas. ¿Paco, qué te parece no tener coche? ¿Qué opinas sobre no tener coche?
Me parece estupendo eso de no tener coche. No obstante, como vivas en la España vacía y tu trabajo quede a 1 h, vas a sufrir un poquito.
Ostras. Pero tiene que ser muy potente esa bicicleta eléctrica para ir 1 h y volver otra hora de trayecto. Tiene que ser una buena bicicleta. Sí señor.
¿Pero bueno, realmente, aunque no vivas en un sitio tan aislado, incluso si vives, no sé, a 15 min de la ciudad en coche, necesitas coche, no? Porque, a ver, puedes no tener coche, pero va a ser complicado vivir así.
Sí, en los días de lluvia o de nieve, o si tienes que hacer la compra, pues a lo mejor te va a dar un poco de pereza. ¿Pero se puede vivir sin coche?
Se puede vivir. Pero que vivan los demás sin coche. Porque a mí me gusta, Paco, honestamente, a mí el coche me da libertad, me da independencia. A mí me gusta vivir a las afueras de la ciudad, a 10 min en coche, más o menos. ¿A ver, claro, quien nos escuche desde Londres o desde Madrid dirá cómo que afueras a 10 min en coche?
Eso es en el centro. Eso es en el mismísimo centro. Bueno, yo hablo de mi ciudad natal, de Vigo, que es una ciudad pequeña o mediana de 300000 habitantes. Entonces tú si estás en las afueras, en 10 min estás en el centro. Entonces a mí me gusta vivir en esas zonas, como en los alrededores de la ciudad.
Y claro, en esta zona, si no tienes coche, sí podrías vivir, pero tu vida cambiaría mucho y tendrías muchos problemas porque el transporte público no es tan bueno, hacer la compra, bueno, llevar a los niños a cualquier evento, actividad sería un auténtico caos. 1 locura. Entonces necesitas coche, Roi.
Lo estás vendiendo como si estuvieras en el medio del desierto, a 10 min de la ciudad. Me imagino que también hay autobús.
Sí, pero es más complicado. Tú imagínate que tienes un hijo y tienes que llevarlo al entrenamiento a un sitio en concreto. No hay autobús. Seguramente hasta ese campo de fútbol. ¿Qué haces?
Pero cuidado, Roi, que yo estoy haciendo aquí de abogado del diablo y yo también tengo coche. Yo solo era para llevarte la contraria, para decir algunos argumentos en contra.
Bueno, pues yo estaba hablando de esto porque para mí tener el coche pues es muy importante. Para ti también Paco. Para mucha gente. Sin embargo, hoy en día ya no es tan raro no tener coche porque hace 20 años o 30 años tener coche era algo básico y los que no tenían coche era porque no podían comprarlo, porque no tenían dinero, si no tendrían coche. Por supuesto.
Pero sí que es verdad que hoy en día hay gente que prefiere no tener coche. Claro, sobre todo gente que vive en el centro de grandes ciudades. Ya te digo yo que si vives en las afueras de Vigo, mi ciudad natal, no hay nadie que no quiera tener coche porque te da muchas ventajas. Pero bueno, sí que hay gente que vive en el centro de Madrid, en el centro de Barcelona, que prefiere no tener coche. Y esto creo que es algo nuevo.
Sí. ¿Y Roi, podemos conectar esto con el tema de la vivienda? Porque por ejemplo, hace unas cuantas décadas más o menos, todos querían comprarse una casa, nadie quería vivir de alquiler. Al menos es la cultura que hay en España, una cultura muy fuerte por la vivienda en propiedad. Y parece que en los últimos años iba a decir los jóvenes no quieren tener casa, pero más que no quieren quizás es que no pueden.
Esa es la cuestión. Porque aunque estamos hablando de muchas cosas que ahora son normales y antes estaban mal vistas, creo que algunas de ellas son normales porque la gente prefiere hacer eso, es una elección personal, pero otras son normales porque ya es algo habitual y aunque no tengas más remedio, pues lo aceptas. Y creo que este es un buen ejemplo, porque es cierto que ahora es muy normal vivir de alquiler, sobre todo si eres joven, pero aunque ahora sea muy normal y antes era raro, en el pasado había gente que vivía de alquiler, pero era raro. Casi todo el mundo si podía compraba una vivienda. Pero hoy en día un montón de jóvenes alquilan, pero claro, lo que tú dices, la mayoría es porque no pueden comprar la vivienda, no porque no quieran.
Y ya no solo que alquilen Royce, sino que además alquilan compartiendo con otros. Ya no alquilan el piso, sino que alquilan una habitación de ese piso.
Sí que esto es algo que ahora es muy normal, que ya no está mal visto. Pero dile tú a tu abuela que te vas a ir a vivir a un piso con varias personas que no conoces siendo adulto, porque bueno, si eres estudiante sí que es normal y en el pasado también los estudiantes compartían piso, pero siendo adulto, teniendo un trabajo, compartir piso.
Si Roi, si la abuela viera eso, se llevaría las manos a la cabeza e inmediatamente llevaría una mano a tu cara porque repitiendo lo de antes, te daría una leche.
Sí, sí, sí, sí. ¿Porque pensaría pero qué estás haciendo? ¿Cómo vas a compartir piso con unos desconocidos?
Tú tienes que buscarte una pareja y formar una familia. ¿Cómo vas a irte a vivir tú con unas personas que no conoces compartiendo piso? ¿Pero esto qué es?
Pues tengo una anécdota curiosa relacionada con esto, y es que un amigo mío tenía un abuelo que tenía una casa vacía porque el abuelo ya estaba mayor.
Entonces estaba viviendo con el padre de mi amigo y entonces la casa del abuelo se quedó vacía y mi amigo le preguntó a su abuelo si podía ir a vivir allí. Y claro, el abuelo dijo que por supuesto. Entonces mi amigo fue a vivir a casa de su abuelo. O sea, mi amigo estaba solo en casa de su abuelo porque el abuelo ya no estaba allí. ¿Y claro, mi amigo me oye, Roi, por qué no te vienes a vivir conmigo y así compartimos gastos?
Te sale muy barato, te cobro algo simbólico y oye, nos echamos unas risas viviendo juntos y parecía una buena idea. ¿Pero qué pasó? ¿Que cuando mi amigo se lo comentó a su abuelo, el abuelo le pero tú que eres gay? Claro que no.
El abuelo dijo que no, no, no, que de ninguna manera. ¿Pero uy, claro, a ver, esto ahora lo vemos así y pensaremos bueno, pues este señor qué mal, no? Pero bueno, hay que pensar que es una persona de 90 años, prácticamente vivió en otra época, tiene una mentalidad muy distinta. Y claro, para él, que su nieto viviese con otro hombre en una casa, que compartiese casa con otro hombre, uff, eso era algo terrible. Así que no le dejó.
Roi, pues este es un buen ejemplo con lo que íbamos a comentar a continuación. Y es que íbamos a hablar de los temas sexuales, porque, por ejemplo, en el pasado cualquier orientación sexual diferente a la heterosexualidad no estaba bien vista por nuestros abuelos, bisabuelos, etc. Así que por suerte, ya es lo normal, ya es lo habitual y ya cada uno puede tener la tendencia sexual que tenga.
Y la historia del abuelo de mi amigo es un buen ejemplo. Pues a ver, yo no voy a juzgar porque creo que es una persona que vivió una época muy distinta y creo que tampoco podemos juzgar a alguien de 90 años desde nuestra perspectiva. Pero está claro que en su época la homosexualidad no estaba bien vista y por eso tiene esa idea negativa de dos hombres viviendo juntos. Para él es algo que no le gusta.
Vale, Roi, pues si seguimos con este tema, el tema de la asexualidad hay una cosa que te va a hacer gracia.
¿Sabes algo que en el pasado estaba mal visto y ahora no lo está? De hecho, incluso está bien visto. Los juguetes sexuales.
Es un buen ejemplo. Es verdad, todo lo relacionado con el sexo realmente era un tema tabú, era algo que estaba muy mal visto.
Pero ahora no, ahora es algo que está muy bien visto, no hay ningún problema. Se habla abiertamente de esto y creo que es algo muy bueno. Claro que sí. Y de hecho, si piensas en los sex shop, en las tiendas donde venden juguetes sexuales, ahora está muy de moda, es algo muy moderno, es algo que está muy bien. Pero antes eran tiendas muy turbias, muy clandestinas, no podían tener escaparates en la calle.
Creo que ahora tampoco. No sé si ha cambiado, pero creo que no pueden. Pero aún así, siempre claro, muy escondidas. Y el que entraba ahí era un tío raro. Seguramente tenía tatuajes también.
Sí. Y si querías entrar ahí, pues tenías que ir por la noche, cuando ya no se viera muy bien la cara, ibas con vergüenza mirando a los lados para que nadie te viera, ningún conocido te viera entrar ahí. En cambio ahora vas incluso con los amigos. Venga, vamos a ver qué hay por ahí.
A mí por ejemplo me sorprendió en Japón, quizá en Japón esto lo acepta más que en España, no lo sé, pero en Japón, en los bazares o en tiendas donde vendían diferentes artículos Don Quijote se llama allí, una tienda muy famosa que vende de todo, tenía una sección de sexop dentro de la misma tienda. Me sorprendió mucho porque en España eso creo que no está permitido. Si tú vendes juguetes sexuales tienes que tener una tienda específica y cumplir ciertas normativas. No puedes tener un sexop en el supermercado o en un bazar. Pero ahí sí que tenían.
De acuerdo, entonces tenías por un lado el libro del Quijote, luego una barra de pan, 1 dildo.
Pues más o menos, porque también vendían algo de comida. Bueno, Don Quijote es el nombre, pero no tiene nada que ver con Don Quijote. Simplemente se apropiaron los japoneses de Don Quijote. Qué malvados son.
Pero no he visto ningún libro de Don Quijote en esa tienda. Pero sí, vendían de todo, un poquito de todo. Podías comprar incluso comida y llevarte un dildo o cualquier juguete sexual. Sí, sí, sí.
Bueno, Roi, pues al fin y al cabo lo importante luego en la cama es no confundirse entre el dildo y la barra de pan.
Es lo malo de estas tiendas que venden tantos productos, que luego llegas a tu casa y te confundes. Pones el pan donde no es el dildo, el dildo con la fruta porque se parece un plátano. Bueno, puede haber problemas.
Pero Roi, también. Cuidado nosotros porque ya nos estamos yendo por unos temas un poco, vamos a decir, interesantes. ¿Y qué te parece si lo dejamos aquí?
Lo dejamos porque ya llevamos un buen rato hablando de diferentes cosas que ahora son normales, que están bien vistas, que no pasa nada por hacerlas, pero hace unas décadas, hace 20,30 o 40 años, depende del caso, pues estaban mal vistas. Pues nada, Paco, un placer como siempre hablar contigo.