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Hoy hablamos. Episodio 2038 Economía Colaborativa Bienvenido a y hablamos, el podcast para aprender español cada día. Oyente, si te haces suscriptor premium podrás escuchar el catálogo completo del podcast con más de 2000 episodios que incluyen episodios de gramática y todos los episodios del podcast premium. Ese contenido te ayudará a mejorar tu español. Hazte suscriptor premium en nuestra web hoy hablamos.
¿Com Hola, oyente, qué tal? Muchas veces estamos tan acostumbrados a algo que creemos que no hay más opciones. Eso nos pasa con la economía, que a veces pensamos que solo hay una manera de hacer las cosas. Pero nosotros hoy vamos a conocer una economía diferente. Hoy hablamos de la economía colaborativa.
El mundo cambia a una velocidad de vértigo. Las nuevas tecnologías, las modas, nuestra forma de comunicarnos, de divertirnos. También está cambiando nuestra manera de entender el mundo. Una de las bases de la sociedad es la economía y aunque parezca que la economía es algo estático, también va cambiando. Por eso, hoy vamos a hablar de eso que se conoce como economía colaborativa.
Aunque no conozcas este término de economía colaborativa, en cuanto veas de qué se trata, te darás cuenta de que posiblemente tú has hecho uso de ella. ¿Qué es la economía colaborativa? Podríamos decir que hoy día es un intercambio de recursos, bienes y servicios entre particulares. Este tipo de economía, a día de hoy, se suele llevar a cabo a través de plataformas. Es un tipo de economía para maximizar los recursos ya existentes y aprovecharlos a través del intercambio o la interacción.
Básicamente es lo que antes se conocía como trueque, que hoy ha evolucionado y ahora se llama economía colaborativa porque también ahora es algo más sofisticado gracias a la tecnología. Esto de la economía colaborativa se puede englobar dentro de la economía circular. En nuestro modelo de producción, hasta hace poco todo se basaba en la economía lineal, es decir, se crea un producto usando unas materias primas, este producto se consume y luego se elimina. Pues bien, la economía circular está basada en el concepto de darle una nueva vida a ese producto, ya sea a través del reciclaje o la reutilización. De igual manera, la economía colaborativa se basa en eso, en que un producto no solo sea usado por una única persona y luego se elimine, sino que tenga muchos más usos y se aproveche mucho mejor ese producto.
¿Hay diferentes tipos de economía colaborativa? La respuesta es sí. Podríamos hablar de tres grandes tipos de economía colaborativa. El primero que vamos a ver es el consumo colaborativo, que se basa en el alquiler, uso compartido o intercambio de un bien o un servicio entre usuarios. Te pongo algunos el ejemplo perfecto sería Blablacar, donde compartes coche con otras personas que hacen el mismo trayecto que tú, aprovechas al máximo el espacio disponible.
En los coches también se incluye el carsharing, que es cuando alquilas un coche por minutos o por horas, lo utilizas solo en el momento en que lo necesitas. Pero aquí por ejemplo, entran también servicios que seguro que has utilizado, como Uber y Cabify, donde se pone en contacto a conductores con personas que necesitan un transporte en coche. También entran en esta sección aplicaciones como Airbnb o también eso que se conoce como home exchange, que es un servicio de intercambio de casas entre particulares. El ejemplo de intercambio de casas es muy ilustrativo. Cuando tú te vas de viaje, tu casa queda vacía, por tanto, no se está aprovechando al máximo.
En cambio, si tú intercambias tu casa con otra persona, ninguna casa se queda vacía y los dos estáis aprovechando al máximo vuestra vivienda. Es un consumo más eficiente. Otra de las cuestiones que se puede hacer en el consumo colaborativo es la venta de productos de segunda mano. En España es muy famosa la plataforma Wallapop, pero hay muchas más plataformas. También existe este tipo de consumo con la comida, donde hay muchos restaurantes, supermercados o cualquier negocio ligado con la alimentación que ofertan productos que no se han vendido y que si no se consumen pronto se tienen que tirar.
Entonces lo que se hace es, en lugar de tirarlos, venderlos a un precio más asequible. Un buen ejemplo es Too good to go. Yo siempre digo de broma que ahora pagamos por las sobras. Nos han convencido para pagar por cosas que están para tirar a la basura, pero bueno, es una broma. Aunque es cierto que a veces puedes comprar algo que no merece mucho la pena, la mayor parte de las veces te encuentras con cosas muy interesantes.
El siguiente tipo de economía colaborativa es la producción colaborativa, que consiste en personas trabajando juntas para sacar un proyecto en común. El mayor ejemplo de producción colaborativa son los proyectos de software libre o de contenido libre, cosas como wikipedia, WordPress, linux y muchos otros proyectos en los que personas colaboran para sacar algo adelante sin recibir ningún beneficio económico a cambio. Pasamos ahora a conocer las finanzas colaborativas, que básicamente consisten en financiar algo de manera colectiva. El método más conocido es el crowdfunding, que es una financiación colectiva donde las personas aportan dinero a un proyecto para que éste salga a la luz. En la mayoría de estos proyectos, a los mecenas se les da una serie de recompensas en función del dinero que aporten.
Este método es muy utilizado para sacar adelante producciones musicales, culturales o artísticas. Por ejemplo, el otro día vi un juego de mesa que se financió a través del crowdfunding incluso algunas empresas utilizan el crowdfunding para conseguir financiación para su proyecto y buscar inversores, en el llamado equity crowdfunding. En este caso, la recompensa del mecenas no es un producto, sino que el mecenas adquiere una participación en la empresa, es decir, se convierte en inversor en esa empresa. Si la empresa va bien, puede ganar mucho dinero, pero si va mal, perderá todo o casi todo. Esta forma de financiarse es muy nueva, porque en el pasado las empresas solo podían obtener financiación mediante inversores privados con mucho capital o acudiendo a bancos.
Ahora pueden conseguir financiación colectiva gracias a la economía colaborativa. ¿Qué ventajas tiene la economía colaborativa? Uno de los principales beneficios es sin duda el ahorro que supone. Es un ahorro por varias razones. Por un lado, porque los productos que se encuentran en este tipo de economía son más económicos que en los mercados generales.
Pero es que además puede suponer un ahorro porque en muchos casos el intercambio no es por dinero. El ejemplo de antes, si intercambias tu casa con alguien de otro país, no hay un intercambio de dinero, solo de casas. La economía colaborativa también genera ingresos adicionales que antes no se generaban. Por ejemplo, la comida que antes tiraban esos restaurantes o panaderías ahora la pueden vender. Es cierto que la venden por un precio muy bajo, pero al menos recuperan algo de dinero.
Si tú vendes la ropa o los productos que ya no usas, pues tienes unos ingresos extra. Antes mucha gente simplemente tiraba toda la basura y listo. Otra de las ventajas es que hay una mayor oferta. Ahora tenemos más formas de comprar y vender, de viajar o incluso de comer. Fíjate que no es solo que haya crecido la oferta en sí, sino que hay productos y servicios que antes no existían.
Es decir, antes de Airbnb, por ejemplo, muy poca gente pensaba que se pudiera viajar un fin de semana alquilando una casa. Los alquileres de casas estaban pensados para periodos más largos. O antes de las plataformas de intercambio de casas ese concepto era muy loco. Incluso ahora puede sonar un poco loco, pero bueno, ahora es algo más fácil de hacer y las plataformas te dan más garantías y seguridad. Además, se ha democratizado la oferta, en el sentido de que muchos de estos servicios antes solo estaban disponibles para una minoría.
Nadie hace unos años pensaba que podría utilizar un transporte privado que no fuera un taxi, donde te recogen donde tú quieras a la hora que quieras y puedes hacerlo cómodamente desde tu móvil. Es como tener un chófer privado. O con Airbnb no necesitas ser propietario de una segunda vivienda para veranear, puedes alquilarla durante unos días o semanas. Otra de las ventajas tiene que ver con la sostenibilidad, ya que en muchos casos se le da una nueva vida a los productos y eso evita que acaben en la basura y también evita que se compren nuevos productos. Por tanto, reduces la basura y ahorras recursos que se utilizarían en producir el nuevo producto.
Es decir, se optimizan los recursos ya existentes. ¿Qué desventajas tiene la economía colaborativa? Sobre todo, la gran desventaja que presenta hoy día es la falta de regulación de las nuevas plataformas. Los consumidores no tienen tantos derechos como cuando compran un producto nuevo. También cuando se hacen tratos o intercambios con personas y no con empresas hay más riesgos de estafas o de problemas.
Por ejemplo, si compras un ordenador de segunda mano y a los pocos meses deja de funcionar, diríamos de forma coloquial que te lo comes con patatas, o sea, no puedes hacer nada, no puedes reclamar a nadie. Es un riesgo que corres cuando compras cosas de segunda mano. O si viajas mediante Blackar, puede ser que el conductor no se presente y no puedes hacer nada. No sé si la plataforma tiene algún tipo de seguro para estos casos, la verdad. Pero bueno, está claro que esto ocurre en muy pocos casos porque las plataformas tienen sistemas para evitar este tipo de comportamientos y expulsan a los usuarios que no cumplen las normas.
Pero bueno, la idea es que es más fiable utilizar empresas conocidas y con un buen historial frente a usar los servicios de personas individuales que pueden no cumplir con lo prometido. Cuando compras un billete de autobús o tren, casi siempre son puntuales y salen a su hora, y si hay algún problema te ofrecerán una alternativa. En cambio, en la economía colaborativa estás un poco menos cubierto en este sentido, no tienes tantas garantías, aunque este problema se está solucionando poco a poco porque cada vez más plataformas tienen seguros y otros servicios para mejorar la experiencia de los usuarios. Pero bueno, aunque tiene estos riesgos, creo que sigue mereciendo la pena. Yo he comprado y vendido bastantes productos de segunda mano, he viajado a un blablacar y también he llevado a gente en mi coche y siempre he tenido buenas experiencias.
¿Puede ser que algún día me ocurra algo malo? Evidentemente, pero creo que son casos aislados y si tienes precaución y tomas ciertas medidas preventivas, es muy probable que todo vaya bien. Lo que está claro es que el mundo está cambiando y la forma en que consumimos también. Y la economía circular, la economía colaborativa es una economía que ha venido para quedarse. Y ahora te has sido parte de la economía colaborativa más veces de las que pensabas.
Oyente, hasta aquí el episodio de hoy. Y ya sabes, si te gusta este podcast y el trabajo diario que realizamos, tu colaboración sería de gran ayuda. Puedes colaborar haciéndote suscriptor premium en hoy hablamos com. Nos vemos en el episodio de mañana. Pasa un buen día.