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Seguimos con el Tema del Mes, donde estamos hablando de grandes estafas de la historia.
En el episodio de hoy conoceremos a un hombre que con 20 años ya era un gran estafador y seguramente has visto una película sobre él.
Estoy seguro de que muchos hemos visto la película Catch me if you can, que en español se llamó Atrápame si puedes, dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Leonardo DiCaprio y Tom Hanks.
Sí, oyente, era aquella en que un agente del FBI persigue a un joven estafador que va adquiriendo diferentes personalidades como médico o piloto.
Bueno, pues esa película está basada en una historia real en la vida de nuestro protagonista de hoy, llamado Frank Abagnale Jr.
Hoy vamos a conocer un poco más a este hombre que consiguió convertirse en uno de los mayores estafadores del siglo 20.
Parece ser que tuvo una primera parte de infancia normal, donde era un niño que se caracterizaba por una gran inteligencia.
1 GRAN CARISMA todo cambió con el divorcio de sus padres, y de hecho fue su padre la primera víctima de una de sus grandes estafas.
Resulta que el padre le regaló un coche usado y el adolescente lo convenció para que le dejara su tarjeta de crédito para comprar repuestos para el coche.
A algunos les puede parecer una locura dejarle la tarjeta de crédito a un adolescente, pero otros confían en sus hijos y no piensan que vayan a hacer algo malo.
Lo cierto es que Frank no mintió al padre, sí que compró piezas para el coche, pero para luego volver a venderlas y así quedarse con el dinero del padre.
El padre finalmente lo descubrió, pero el gasto ya había sido de unos $3400 de la época.
Con esto, nuestro protagonista se dio cuenta de podía ganar dinero sin mucho esfuerzo mediante la estafa y el timo, y a eso se dedicó.
Es por eso que empezó a falsificar cheques que conseguía abriendo cuentas en diferentes bancos a su nombre.
Y lo que hacía era bastante sencillo en un principio, porque su método consistía en imprimir su número de cuenta en cheques en blanco.
Nuestro protagonista todo esto lo comenzó a hacer con 16 años y es fundamental que entendamos varias cosas sobre él.
Primero, que había abandonado su hogar, que se había convertido en un hogar desestructurado y se había ido solo a Nueva York.
La cuestión es que en esa época Frank está ganando mucho dinero con cheques falsos, pero decide llevar la estafa a otro nivel.
Se dio cuenta de que para obtener mejores resultados con los bancos es mejor tener una profesión de prestigio.
Y así, aprovechándose de ese aspecto físico que le hacía parecer más mayor, con tan solo 17 años se hizo pasar por piloto de la compañía aérea Pan Am.
Puede que tú pienses que simplemente decía que era piloto y llevaba un traje falso, pero no solo hacía eso.
De hecho, llegó a volar como piloto de cortesía o copiloto 250 veces, visitando más de 20 países.
Al menos hay que agradecerle que tuvo la decencia de no despegar y aterrizar aviones él mismo.
Pues se puso el nombre de Frank Taylor y llamó a la compañía para decir que se le había perdido el uniforme.
Luego aprendió todo lo que pudo de aviación para salir del paso en las conversaciones y después falsificó una identificación de piloto de Pan Am y su carné de la FAA, la Federal Aviation Administration.
Después de dos años, la compañía aérea empezó a sospechar y él decidió cambiar de identidad y profesión.
La siguiente identidad que adoptó Frank fue la de médico pediatra de Georgia, bajo el nombre de Frank Conners.
Ojo oyente, que esto es fuerte, porque estuvo ejerciendo de pediatra durante 11 meses, casi un año entero haciendo de médico.
Aquí ya llegó a un nivel superior, porque trabajar de médico sin serlo pone en peligro a los pacientes.
Decidió abandonar esta identidad y profesión en el momento en que puso en peligro a un bebé.
Siguió cambiando de profesión y de nombre, y fue el abogado Robert Black, graduado por la universidad de Harvard y que ejerció como asistente legal en la fiscalía general de Louisiana.
Voy a parar 1 s aquí para recordar algo, o más bien para aclarar una esto lo estaba haciendo con menos de 20 años.
En resumen, se estaba haciendo pasar por muchas profesiones y adoptó varias identidades mientras estafaba.
Llegamos a un momento en que Frank se da cuenta de que la justicia de muchos países lo está buscando, además del FBI, claro.
Así que pensando aquello de que una retirada a tiempo es una victoria o aquello otro de que es mejor no tentar a la suerte, el joven Frank, con tan solo 20 años de edad, decide retirarse o por lo menos esconderse durante un tiempo en Francia.
Es allí donde lo detienen después de que su pareja de ese momento lo enunciara al reconocer su cara en un cartel de se busca.
Pero claro, este hombre había dejado huella en muchos sitios y varios países reclamaban su extradición.
De esta manera, Frank pasó un año en prisión en Francia, luego pasó por Suecia y finalmente cumplió cinco años de prisión en EE.UU.
Pero luchó por su libertad, y no solo en los tribunales, porque se fugó varias veces.
Aprovechó una conversación con una persona al exterior para hacer llegar la idea de que él trabajaba para el FBI y que estaba allí como parte de una misión secreta.
Con la ayuda de esta persona, envió cartas y documentos falsos que reforzaban su historia.
Su comportamiento era tan diferente al de los demás presos, pero tan educado y profesional, que empezaron a sospechar que quizá era verdad que era un agente encubierto.
Incluso logró que lo trataran con privilegios especiales y lo aislaran de los demás internos.
Aunque no fue una gran fuga espectacular al estilo de películas de acción, sí fue una fuga basada únicamente en su talento para manipular, mentir y convencer.
Frank tenía un talento enorme para falsificar y hacerse pasar por otras personas, por lo que el FBI decidió contratarlo.
Que trabajara para ellos combatiendo fraudes y falsificaciones a cambio de salir de la cárcel.
Y la gran ironía es que terminó trabajando junto a su gran enemigo, el agente del FBI que lo persiguió.
Pero él no se iba a quedar ahí, porque si algo hemos aprendido de Frank es que es un tipo listo.
Por ello fundó su propia empresa, Abangnally Associates, donde asesora empresas contra los fraudes.
Con esta empresa se ha convertido en un auténtico multimillonario, porque tiene como clientes algunas de las empresas más importantes del mundo.
Y no solo eso, también ha creado algunas de las estrategias antifraude más relevantes y y más utilizadas por las empresas, como pueden ser por ejemplo, los cheques antirrobo.
Es contratado para dar charlas no solo sobre su vida, sino que es un activista en la lucha contra los fraudes, las falsificaciones y los timos.
Puede parecer irónico, pero uno de los mayores timadores de la historia se ha convertido en un luchador acérrimo contra las falsificaciones.
Otra de las cosas que hizo fue escribir un libro, y como ya habrás intuido, ese libro se usó para hacer la adaptación de su película.
Ahí verás a uno de los policías, uno que tiene el pelo blanco y que va con una especie de gorra o sombrero.
Frank dice que se arrepiente muchísimo de todo lo que hizo y da gracias por haber tenido la oportunidad de reformarse de ese comportamiento y poder cambiar de vida.
Y hasta aquí el episodio de hoy, donde hemos continuado hablando de grandes estafadores de la historia.
Y sin duda a Frank hay que reconocerle el mérito de haber hecho todo esto antes de los 20 años y también de haber cambiado de vida y ahora ser una persona de valor para la sociedad.
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