This transcript has been generated automatically.
Hoy Reb y yo hacemos una versión del juego de yo nunca, en el que dices frases estilo yo nunca he hecho esto, y si lo has hecho, tienes que beber.
Pues muy bien, muy contento de estar aquí y con ganas de grabar este episodio, porque hoy vamos a jugar a una especie de juego al que solemos jugar cuando estamos bebiendo alcohol.
Es un juego al que solemos jugar cuando estamos bebiendo, pero bueno, vamos a avisar ya ahora de que no nos vamos a emborrachar mientras jugamos a esto.
No vamos a beber porque la clave de este juego es que tú dices una frase del yo nunca he hecho esto, y la persona que sí lo ha hecho, bebe.
Nosotros no tenemos ninguna bebida, solo tenemos agua, entonces no vamos a beber.
Pero bueno, vamos a jugar este juego porque da pie a hablar de muchas cosas y a practicar mucho español.
Tampoco vamos a jugar de la forma habitual, porque este es un juego muy típico de la adolescencia, esta época en la que intentas jugar a juegos también un poco picantes o en los que sacas a veces temas un poco subidos de tono.
Nosotros no vamos a jugar de esta forma, vamos a jugar de una forma un poco más light, un poco más suave.
Porque generalmente, claro, lo que tú has dicho, el juego va sobre temas sexuales principalmente, del estilo yo nunca he estado enamorado de mi mejor amiga.
Y luego, bueno, muchas preguntas relacionadas con tener sexo, con cosas peculiares, si has tenido sexo al aire libre, bueno, cosas así como preguntas muy picantes y bastante íntimas, porque así vas bebiendo, te abres un poco y la gente se echa muchas risas.
Y se suele aprovechar también mucho para sacar temas que sabes que pueden afectar quizá algún amigo.
Por ejemplo, si tienes información sobre algo que ha hecho algún amigo, puedes aprovechar este juego para hacerlo quedar mal o para que tenga que contar cosas que quizá no quiere contar.
Hay cosas que igual, bueno, no querríamos contar en un podcast, pero bueno, vamos.
A jugar igual, bueno, pero hemos elegido situaciones o cosas más tranquilas, menos íntimas, porque tampoco vamos a contar aquí toda nuestra intimidad.
También vamos a guardarnos aún algunas cosas para nosotros, porque al final, con los años, cada vez los oyentes nos conocen más y oye, hay que guardarse algo para la intimidad, algo privado que no todo el mundo sepa.
Bueno, pues yo empezaría ya bebiendo, porque sí que recuerdo alguna vez cuando era pequeña, salir con el jersey del revés e ir a clase y darme cuenta de que iba con el jersey del revés.
Creo que alguna vez que iba así con un poco más de prisa, sí que me pasó una vez.
No es lo mismo, pero de ir con las zapatillas de casa, salir de casa dirección al colegio y a mitad de camino darme cuenta de que no llevaba zapatos, que iba con las zapatillas de andar por casa.
Por suerte no había llegado aún a la escuela y me dio tiempo a dar la vuelta y coger mis zapatos.
Y luego, Roi, ya que estamos aquí hablando, una vez no me pasó llevar el jersey del revés, sino olvidarme algo.
Y hoy en día me parece una tontería, pero en su momento me hizo sentir muy incómoda.
Y es que en el instituto, no me acuerdo en qué año en concreto, me olvidé de llevar el sujetador.
Pero en su momento recuerdo que estuve durante todas las clases, todo ese día sintiéndome súper incómoda, como si todo el mundo supiese que iba sin sujetador y como si fuese algo terrible.
Supongo que quizá porque estás empezando a tener pechos y te da como un poco más de apuro.
Quizá antes estaba peor visto ir sin sujetador y ahora ya es una opción totalmente normal.
Bueno, pues yo también tendría que ver si estuviéramos bebiendo, porque yo también alguna vez he salido de casa con la ropa al revés.
Una vez, cuando iba a clases de música y yo no conocía mucha gente, no me llevaba muy bien con la gente, digamos que estaba un poco aislado en esa clase porque no tenía amigos y no conocía a la gente.
Ahí 1 chica me dijo que llevaba el jersey del revés, y claro, me dio tanta vergüenza que le dije que no, que el jersey era así, que no estaba del revés, que era así el diseño.
Me dejé el jersey del revés toda la clase como para apostar por mi opción o apostar por mi defensa.
Y es que hay que decir que el jersey ese que tenía, tenía un diseño un poco raro también.
Cuando lo llevabas del derecho tenía unas costuras que parecía que estaba del revés, por eso me confundí.
Pero bueno, yo como me dio mucha vergüenza aceptarlo, pues le dije que no, que era así.
Que conste que hay diseños de ropa que simulan estar del revés y que a veces ves a alguien por la calle y esa persona va con la ropa mal puesta y no, no es ropa que es así.
Entonces, bueno, quizá la chica incluso te creyó, seguramente no, y pensó este chaval es un poco rarito.
Bueno, pues vamos a la siguiente, Roi, y esta sería yo nunca he fingido estar enfermo para no ir a un plan.
No recuerdo concretamente, pero sí que me suena que quizá, pues yo que sé, una día que mis amigos querían salir de fiesta y a mí no me apetecía mucho, pero no quería quedar como un chico aburrido, entonces en lugar de bah, no me apetece, hoy no quiero salir, quizá dije algo así no me encuentro muy bien, me duele el estómago, estoy un poco mal, entonces hoy no puedo salir.
Yo creo que en esta frase tendría que beber muchísima gente, porque las personas somos muy de intentar no quedar mal, y a veces para no decirle a alguien que no te apetece ir o que no te apetece estar con esa persona ese día, pues prefieres decir algo como que te encuentras mal.
Ahora mismo no recuerdo un caso concreto, pero sí que estoy segura de que muchas veces me he sugestionado a mí misma y he acabado estando enferma para no ir a algo.
De hecho creo que lo comentamos en el episodio sobre el poder de la mente, que a mí me pasa mucho esto.
Entonces yo no tengo que mentir porque si algo no me apetece ya como que mi cuerpo sabe que no quiero ir y empieza a encontrarse mal, me empezará a doler el estómago o la cabeza o algo así, y al final no tendré que mentir.
Bueno, pues mira, tu cuerpo te ayuda, sale en tu ayuda cuando no quieres ir a algún plan.
Hablamos aquí de personas despistadas y esa típica tontería que estás buscando algo durante mucho tiempo y de repente dices ostras, si está en mi mano.
A mí me ha pasado esto justo el otro día con el móvil, creo que era el móvil, que tenía el móvil en la mano y no sé, no era muy consciente de que lo tenía en la mano y yo buscándolo, buscándolo, dónde puse el móvil, joder, y de repente estaba mi mano.
Hoy en día estamos tan acostumbrados a tener el móvil que muchas veces lo tienes en la mano y ya ni eres consciente de que lo tienes en la mano y estás buscándolo por toda la casa, no sabes dónde está y cuando te das cuenta lo tienes en la mano o en el bolsillo.
La gente que usa gafas muchas veces no son conscientes de que las tienen la cabeza.
Por ejemplo, mi madre hace esto muchas veces de estar buscando las gafas y las tiene encima de la cabeza apoyadas.
Bueno, aquí para quedar bien tendríamos que decir que no, que yo nunca he hecho esto.
Pues sí, pero bueno, cada persona es diferente y a ver, si el suelo está muy sucio, pues no, pero si es el suelo de mi casa, que más o menos sé cómo está, también depende, si llevamos unos cuantos días sin barrer, pues ya me lo pienso.
Pero alguna vez sí que me ha caído algo al suelo, lo he limpiado un poco, lo he pasado por agua y me lo he comido y no pasa nada.
No es lo mismo algo que puedes limpiar más fácil o que tiene cáscara incluso que algo que se pega.
Por ejemplo, imagínate que se te cae un caramelo, no es lo mejor cogerlo del suelo, pero otras cosas no pasa nada.
Una jamás, jamás cogería algo del suelo y se lo comería y la otra le da absolutamente igual.
Entonces cuando se ven la una a la otra hacer esto, colapsa un poco, sobre todo la que nunca cogería algo del suelo.
De hecho recuerdo tu amiga que una vez, no sé qué le cayó, pero algo le cayó en el suelo de una gasolinera, que no se me ocurre un sitio más asqueroso que una gasolinera.
Pues se le cayó, no ser una patata o algo, al suelo de la gasolinera y se la comió.
¿Y todo porque pocas veces enferma, así que que conste que, por ejemplo, yo ahora ya no lo hago tanto, no?
Pero sí que cuando era pequeña recuerdo estar jugando en el campo, en casa de mis abuelos, y no limpiaba casi nunca la fruta ni nada así.
Recuerdo estar jugando, era pequeña, claro, fuera en el jardín, en el campo, se me caía la fruta o la merienda al suelo y me lo comía igual.
O sea, se dice de broma, pero los niños que están como esta burbuja, que los padres los protegen muchísimo a nivel higiénico, acaban desarrollando más alergias y más problemas.
Bueno, luego te pasa como a mí en Vietnam y bueno, no te hace tanta gracia coger una intoxicación.
Es posible que Roi venga y me vamos a comer, o vamos a dormir, o vamos a hacer cualquier cosa.
Creo que la vez más exagerada fue la vez que dije 5 min y me acabé yendo a dormir a las 5:00 a.m.
Te puede pasar con lo típico de bueno, 5 min más durmiendo y ya me despierto y de repente ves el reloj y han pasado 2 h.
O a mí también me pasa con los videojuegos, que a veces juego algún videojuego y te sí, sí, juego cinco o 10 min más y ya lo dejo.
Esto es muy típico que pase con cualquier cosa que te engancha, que te resulta divertida, entretenida, te va a pasar esto.
Pues yo también tengo que ver si esto si esto lo hiciéramos con alcohol, estaría ya borracho a los 15 min.
Recuerdo concretamente una noche de Erasmus, cuando yo estaba en Polonia, estaba estudiando allí y salíamos mucho de fiesta.
1 vez que estábamos de fiesta conocimos a un neozelandés, a una persona de Nueva Zelanda.
Y claro, mi nivel de inglés no era muy bueno en aquella época y esta persona tenía un acento un poco difícil de entender para mí y no le entendía nada, pero era muy habladora, era un chico muy hablador.
Y entonces, para no quedar mal, pues yo fingía que entendía, pero no entendía casi nada.
Sé que estuvimos hablando un montón, incluso acabamos hablando de la Segunda Guerra Mundial.
Yo no sé qué me estaba diciendo, pero yo, bueno, le decía que sí y luego le decía otras cosas.
Quizá él tampoco me entendía a mí, pero bueno, estuvimos hablando bastante tiempo, casi toda la noche.
Yo también tendría que beber en esta frase, tanto en mi idioma como en inglés, porque si nos vamos al inglés, por supuesto que me ha pasado muchas veces.
Al final, últimamente, sobre todo en estos últimos años, hemos estado en muchos sitios en los que la gente habla en otros idiomas, y cuando la gente se pone a hablar en inglés, muchas veces tengo un nivel muy alto, mi nivel no es tan alto en absoluto.
Entonces cuando se ponen a tener conversaciones muy rápidas y sobre temas muy complejos, me cuesta mucho seguirlos.
Entonces, muchas veces he estado en una mesa, en una conversación, sonriendo, diciendo que sí, pero sin entender gran parte de la conversación.
Como tú decías, muchas veces tengo una conversación sobre temas de historia, filosofía, cosas así, y claro, te cuesta seguirlos.
Entonces esto me ha pasado muchas veces en otro idioma, pero en español seguro que también me ha pasado.
A veces estás con una persona muy inteligente en un campo concreto, que se pone a hablar apasionadamente sobre su trabajo, por ejemplo, y tú no te enteras de nada y solo sonríes y dices que sí.
Mis amigas, sin ir más lejos, muchas trabajan en el sector sanitario, entonces hablan entre ellas sobre cosas de médicos, enfermeras, y tú estás ahí sonriendo, diciendo que sí, pero no sabes de qué están hablando en absoluto.
Solo escuchas palabras sueltas que bueno, será algo de medicina, pero no sabes qué es.
Pues yo tendría que beber, aunque sólo ha sido una vez en mi vida, por supuesto, cuando era adolescente, con 18 años, o con 17 incluso.
No tendría que haber escapado, porque si tenía 17 años era menor, no me iba a pasar nada.
Pero sí que una vez, en una fiesta de pueblo, claro, habíamos bebido un poquito de alcohol, bueno, esas cosas.
Entonces ya estábamos volviendo para casa, pero estábamos con una broma de colarnos en una finca que había allí.
Al final solo saltamos y volvimos a salir porque hacía mucho frío y no tenía sentido meterse en una piscina a oscuras.
Entonces entramos y salimos, pero alguien llamó a la policía y nosotros nos quedamos allí un buen rato, sentados en la carretera, justo delante de este sitio.
Y claro, apareció la policía, y en cuanto apareció salimos corriendo, echamos a correr.
Los peores delincuentes de la historia, porque quedarse sentados delante de la escena del crimen no es muy buena idea.
Y estuvimos bastante tiempo, estuvimos a lo mejor 1 h allí sentados, charlando y tal, porque claro, la policía tardó en llegar, porque que te llamen porque unos chavales han saltado a un terreno que tiene una piscina, digamos que no es lo más prioritario para la policía.
Bueno, dentro de la delincuencia, no fuiste un delincuente terrible, podemos decir.
Bueno, pues pasamos a la siguiente frase que sería yo nunca he dicho me da igual cuando claramente no me daba igual.
Y estoy pensando, Roi, que esta frase la has puesto por mí, porque ya comentamos en el episodio de la semana pasada, si no me equivoco, que soy una persona que dice muchas veces me da igual.
Entonces yo creo que alguna vez también lo he hecho, pero yo prefiero decir mi preferencia.
Siempre digo, bueno, que no me importa hacer otra cosa, pero que sepas que yo prefiero esto.
Pero sí que es cierto que tiendo más a decir que algo me da igual y esperar que la otra persona elija la opción que yo quería.
Vamos con la yo nunca he robado comida del plato de mi pareja o de mi hijo, o de mi madre o de quien sea sin avisar.
Es posible que alguna vez, no sé, haya cogido una aceituna del plato de mi madre.
Pues mira, que conste que a mí alguna vez hago esto de cogerte algo sin que te des cuenta y me siento mal.
¿Y muchas veces acabo confesándolo porque me siento como si fuese una traición, sabes?
Porque a mí me encanta como tener en mi mente cuántas patatas me quedan e ir calculando como bueno, me quedan 10 patatas.
Creo que alguna vez he cogido comida de tu plato sin decirte nada, pero muy, muy pocas veces, porque la mayor parte del tiempo te lo digo porque me siento mal.
Yo estoy segura de que lo hemos hecho muchas veces, pero al final lo cuentas porque tampoco es nada tan grave.
Tampoco creo que vayas a romper conmigo por eso, entonces no le doy tanta importancia.
Estás en una terraza, te ponen ahí unos pinchitos, te comes tus pinchitos con tu bebida y miras la mesa de al lado y las personas que había ahí antes se han dejado toda la comida en la mesa.
Todas esas patatillas, aceitunas, un cacho de tortilla y miras esa mesa y te da una rabia.
En España es habitual, bueno, depende del sitio, pero en muchos sitios te pides una cerveza o una coca cola y y te ponen un pequeño pincho de tortilla, un cacho de pan con chorizo, bueno, unas aceitunas, cosas así.
Entonces cuando ves que la mesa de lado tiene un pincho de tortilla y no lo ha tocado, te da mucha pena y te dan ganas de ir allí, cogerlo y comértelo.
Que yo creo que muchos bares seguramente, si el pincho no lo han tocado, se lo vuelven a dar a otra persona.
Yo nunca he estado en la cocina de un bar, pero me extraña que tiren tantos pinchos que no se consumen.
Creo que no deberían hacerlo por temas de higiene, pero seguro que también les da mucha rabia.
Sobre todo, por ejemplo, cuando vas a una pastelería panadería, que también es cafetería, y te ponen por ejemplo, un café con un pastel al lado y ves que la mesa de al lado no se está comiendo su pastel.
Y tiene lógica que esté mal visto porque bueno, ir comiendo las sobras de los demás y tal es un poco raro.
Que luego cogen esas sobras, te las ponen en un paquete bonito y le llaman too good to go y ya está.
Bueno, pues yo tengo que decir que en cuanto a esta frase, sí que una vez comí las sobras en un bar.
Pero bueno, son cosas que yo hice de adolescente principalmente, y es una tontería.
En realidad yo tenía 16 años y en esa época jugaba mucho al fútbol en un equipo de fútbol.
1 día salí del entrenamiento y pasé por delante de una cafetería donde alguien había dejado un bizcocho, un cachito de bizcocho, el típico cachito de bizcocho que te ponen con el café.
Y claro, yo iba caminando después de haber hecho mucho deporte y tenía muchísima hambre, y vi ese bizcochito y no lo dudé.
De hecho, lo cogí caminando, fui como muy sutil, iba caminando, lo cogí, me lo comí y seguí.
No sé, me sentí un poco mal también porque fue como no debería hacer eso, pero lo disfruté.
También es una pena que esto sea un podcast, porque la recreación de los hechos de Roi caminando y cogiendo el bizcochito es digna de ver.
Pero bueno, creo que en esa edad a veces tampoco le das tanta importancia a que te miren o que te vean.
Quizá tú eres muy de sentirte mal después, pero en el momento muchas personas la adrenalina de hacer algo así nos puede también motivar.
A ver, me sentí un poco no creo que mal, pero sí pensando que no debería hacer esto, pero en el momento vi ahí el bizcochito y dije venga, me lo voy a comer.
Y bueno, que era un cacho bizcocho pequeño y que no creo que nadie se diera cuenta y seguramente lo tirarían a la basura.
De hecho, podemos decir que fue una buena obra en dos sentidos, porque o iba a la basura o iban a venir las gaviotas o las palomas a comérselo y tirar todos los vasos de la mesa, que sería peor para el bar.
Yo en este tendría que beber seguro que incluso más de una vez, porque al final en el instituto o así, seguro que copié alguna vez.
Copiar y ayudar a copiar o enseñar tu examen a tu amiga, por ejemplo, muchas veces no se me daba muy bien, tengo que decir.
Sí que tenía compañeros y compañeras que eran expertos, pero a mí se me nota muchísimo.
Alguien cerca lo estaba mirando y pensando lo van a pillar, mejor esconde eso, ya verás, el profesor te va a coger.
Porque justo lo que había escrito, como me había esforzado tanto en escribirlo, era lo que ya me sabía.
Veía a mis compañeros que dedicaban bastante tiempo a hacer chuletas, y yo pensaba si casi te lleva el mismo tiempo estudiarlo, no te compliques tanto.
Tenía compañeros que eran auténticos maestros sacando las chuletas y copiando, pero a mí eso no se me va muy bien.
Ahora no recuerdo cosas concretas, pero sí que en alguna ocasión, bueno, si podía echar un vistazo al examen de un compañero, un compañero listo.
No recuerdo nunca copiar muchísimo, en plan un examen entero, por ejemplo, pero quizá un test y ves que el de al lado marca la B y comparas, y yo creía que era la C.
Eso es lo que dicen las personas que han copiado para sentirse bien, para no sentirse como un fraude.
Hombre, bueno, te puede hacer sentir un poco así, pero claro, si te sientes así es porque eres una persona que realmente no querría copiar.
Porque yo tengo muchísimos compañeros que algunas asignaturas las acaban copiando, y muchas asignaturas.
Entonces, yo que sé, acabar una carrera entera, por ejemplo, y no haber estudiado nunca, no sé cómo de positivo va a ser de cara al futuro.
No es lo mismo un día en un examen concreto, en una pregunta concreta, que todas las asignaturas, todos los exámenes y no saber hacer nada.
Bueno, pues con esta última frase ya dejamos el episodio de hoy en el que hemos jugado este juego.
¿Pero este juego es más divertido con una botella en la mano, con una botella de vodka, de tequila o lo que sea, con amigos, en confianza y con preguntas un poquito más picantes o un poquito más privadas que estas, porque esto al final es un podcast público y no vamos a contar aquí nuestras intimidades o las más íntimas, porque algunas ya hemos contado, no?
Bueno, supongo que en todos los países habrá este juego, pero os animo a jugar alguna vez, si podéis, en español, para practicar español al mismo tiempo que os divertís.