This transcript has been generated automatically.
Hoy hablamos premium episodio 307 cosas que pueden parecer buena idea pero no lo son con Rewe.
Hoy Rebe y yo hablamos de algunas cosas que pueden parecer una buena idea, pero realmente no lo son.
¿Qué te parece si vamos a la playa y grabamos este episodio en la playa mientras estamos en la arena, tumbados, tomando el sol, bronceándonos?
Es una idea que puede parecer buena porque, oye, está en la playa, apetece más que estar dentro de casa.
Pero no sé yo si al final resultaría bien, porque el ruido de otras personas, el mar.
Claro, podríamos decir que es una cosa que parece una buena idea, pero en el fondo no lo es.
Quizá encontramos incluso una persona en una toalla al lado que se le da genial conversar con nosotros y hacemos el mejor episodio de todos.
Yo nunca he visto a unas personas en una toalla con un micrófono como el nuestro, que es un micrófono de un buen tamaño, grabando un episodio.
A nivel técnico yo creo que se escucharía más o menos bien, pero no sé, me da mucha vergüenza hacerlo.
Estar en la playa trabajando quizá se acabe convirtiendo también en algo molesto, porque al final estás ahí pensando, jo, estoy aquí y no disfruto de la playa.
Bueno, pues hoy vamos a hablar de esto, obviamente, pues estábamos un poquito de broma.
No vamos a grabar el episodio en la playa, aunque se podría intentar, como he dicho.
Porque hoy vamos a hablar de cosas que parecen una buena idea y que muchas veces las hacemos, pero en realidad no lo son.
Y empezamos, Rebe, hablando de niños, porque el origen de esta idea para hablar sobre esto surgió por un vídeo que vimos donde aparecía un niño con una mochila, pero era una mochila especial, era un niño que estaba aprendiendo a andar.
Estos niños que tienen, pues no sé, ocho meses o algo así, cerca de un año más o menos, y entonces tenía una mochila que tenía como un acolchado o una forma especial para protegerle la cabeza y el cuello, esa zona.
Y la idea de la mochila está muy bien, porque ese niño que está aprendiendo a andar probablemente se caiga, entonces tú le pones esta mochila y está muy protegido, porque si se cae hacia atrás, la mochila lo protege.
Nosotros vimos este anuncio y oye, qué cosa tan interesante para los padres para no tener que preocuparse tanto por su hijo que está empezando a andar y que corre el riesgo de golpearse la cabeza.
Es algo que preocupa mucho cuando tú tienes un niño pequeño, estás muy atento para que no se haga daño, pero luego empezamos a analizar ese producto y ya no parecía tan buena idea.
Es como todo en la vida, hay que aprender dándote golpes también, o sea, no es que tu hijo tenga que darse un golpe en la cabeza, claro que no, pero el problema de estas mochilas, por lo que hemos leído, es que si tú pones esa mochila a tu hijo, a tu niño pequeño, puede acostumbrarse a tener esa protección en su cabeza o en su espalda, y no va a prender los límites de su cuerpo, va a pensar que, oye, puede caerse hacia atrás porque no le pasa nada.
Y claro, cuando le quites la mochila vas a tener un problema, porque tu hijo habrá aprendido a andar de una forma un poco rara, sin entender los límites de su cuerpo.
Si lo pensamos, tiene bastante lógica, porque cualquier producto que tú te pongas o cualquier objeto que tú uses para protegerte, te da la sensación de seguridad.
Es como si tú llevas unas rodilleras, por ejemplo, cuando empiezas a patinar, te pones unas rodilleras, te caes, no pasa nada.
Pero si tú no aprendes desde pequeño que cuando te caigas sin las rodilleras te vas a hacer daño, puedes pensar que caerse no importa, que está bien, que es muy fácil, te levantas y ya está, pero debes aprender que si te caes te haces daño.
Entonces este tipo de productos pueden parecer una buena idea de primeras, porque piensas que tu hijo está a salvo, pero luego es contraproducente.
Y seguimos hablando de hijos y de su crianza, porque somos expertos en esto, Rebe, aunque no tengamos hijos.
Ese niño ya se hace un poquito mayor y ya tiene deberes, tiene que hacer proyectos en clase o lo que sea, y los padres quieren ayudar a sus hijos.
Entonces esos padres que venga, voy a ayudar a mi hijo con los deberes, con los proyectos, para que aprenda más y para que le vaya mejor en el colegio.
Y a veces esto, aunque parece una buena idea y tiene una buena intención, acaba siendo una mala idea.
Pasa mucho que tu hijo tiene a lo mejor unos deberes o un proyecto que es un poco difícil o que depende su nota de eso, y tú pues intentas ayudarlo para que tenga la mejor nota posible o para que le vaya lo mejor posible en el colegio.
Y claro, es muy fácil ayudar a un hijo a hacer un proyecto de ciencias, por ejemplo, o una manualidad.
La responsabilidad de tener que hacer sus propias tareas, de hacer sus propios deberes.
Por ejemplo, yo tenía una prima que siempre se ponía con sus hijos a la hora de hacer los deberes.
Obligaba a los niños a cierta hora, ponerse con ellos siempre a hacer los deberes.
Y luego cuando ya eran más mayores, si ella no estaba encima de ellos para hacer los deberes, ellos no hacían las cosas.
Entonces no aprenden este tipo de habilidades, responsabilidades, ya desde pequeños.
Tanto la responsabilidad como la habilidad para hacer los deberes, el conocimiento para hacerlo.
Si tu hijo tiene que hacer una manualidad con arcilla y haces tú la manualidad, él no aprende a usar la arcilla.
Así que puede parecer una buena idea porque estás ayudando, pero realmente no ayudas.
Y por eso hay que saber cuándo realmente estamos ayudando a alguien, porque lo que tú has dicho, quizá ayudas tanto a tu hijo que en realidad le estás perjudicando en su futuro.
Esto no significa que si un día tu hijo tiene muchas dificultades para algún tema y tú puedes echarle una mano, explicarle algo o lo que sea, no significa que no hagas eso.
Por supuesto que tienes que echarle una mano, pero otra cosa es todos los días estar con él y eso poco a poco va a hacer que pierdas autonomía y que no aprenda.
Útil dar las herramientas, ayudar, dar consejos, enseñar cómo hacer algo, que hacerlo tú directamente.
Por ejemplo, si tiene que hacer una manualidad, tú puedes enseñarle cómo se hace, hacer un ejemplo y que él luego lo repita, pero no hacer tú directamente su trabajo.
Más bien hablamos de cuando quieres mejorar en algún aspecto de la salud, en el deporte o quieres bajar de peso o algo así.
Y ahí suelen hacerse cosas que parecen una buena idea pero luego realmente no lo son.
Y yo cuando pienso en esto, Rebe, lo primero que se me ocurre es las dietas extremas, lo típico.
Yo sí, alguna vez he tenido ese momento en el que llevaba muchos años comiendo mal y con algo de sobrepeso y decir venga, voy a adelgazar un montón, no voy a comer chocolate, voy a comer muy poco, muy sano y luego fracaso.
Sí que he intentado reducir en alguna ocasión lo que comía o intentar comer mejor.
Diría más que reducir, pero tanto como extremas no, porque para mí este concepto ya es bastante radical, como dice su nombre.
Cuando pienso en este tipo de dietas pienso en personas que por ejemplo, se acerca el verano, no están contentas, quieren ponerse su bañador, su traje de baño, y como no están contentas deciden dos meses antes empezar una dieta que es muy negativa para su cuerpo y que no va a tener los efectos que ellos buscan o que quieren mantener.
Porque si, te va a hacer adelgazar muy rápido al principio, pero no va a ser algo sostenible y además puede ser peligroso para tu salud.
Yo también pienso en las personas que tienen sobrepeso, obesidad incluso y son personas a las que les cuesta mucho bajar de peso.
Entonces incluso a veces por las redes sociales o cosas así ven estas ideas de venga, haz esta dieta 30 días, bajas mucho de peso y a ver, pienso en esas personas a las que les cuesta mucho y realmente es un esfuerzo para ellas lograr esto.
Entonces se ponen con esa dieta tan estricta y sí que bajan de peso al principio y puede ser motivador, pero es tan complicado seguir esa dieta porque.
Porque suelen ser dietas con muy pocas calorías, muy pocos alimentos, entonces sufres mucho y al final es que no hay un ser humano que aguante esas dietas.
Sobre el papel pueden funcionar, pero luego en la vida real, y hay estudios sobre esto, ese tipo de dietas lo que consigues a largo plazo es acabar pesando más.
Porque esta gente adelgaza al principio y luego cuando acaban la dieta, porque no pueden seguir así, recuperan el peso y lo recuperan por encima del peso anterior.
Entonces es una idea que puede parecer buena como venga, voy a cortar todas las comidas malas, voy a comer muy poquito y voy a adelgazar un montón.
Pero al final es una idea nefasta, aunque tenga muy buenas intenciones al principio.
Y puede parecer buena idea porque estás adelgazando, pero puede ser muy negativo para tu cuerpo porque no consumes vitaminas necesarias, proteínas, nutrientes en general.
Entonces hay dietas del tipo comer solo piña o comer X alimentos solo al día que sí te hacen adelgazar y quizá estás contento pero te estás haciendo mucho daño.
Bueno, vamos a explicarla porque oye, algunos oyentes a lo mejor no entienden este juego de palabras, pero de forma coloquial y vulgar, ¿Vale?
De hecho hace poco hablaban, si no me equivoco, en la televisión de algo que se había puesto de moda y era.
Es que no estoy segura, pero creo que le llamaban la dieta de las princesas Disney Y era algo así como que cada día era una princesa Entonces, por ejemplo, imagínate el día de Blancanieves solo podías comer manzanas.
El día de otra princesa, pues sólo podías comer algo que representaba esa princesa.
Bueno, entonces la conclusión es que hay que olvidarse de esas dietas milagro, de esas dietas que prometen que bajes de peso muy rápidamente y empezar poco a poco con una dieta asequible, simplemente quitando algunos alimentos que más te perjudican.
Pero si no puedes, pues empezar poco a poco, comer mucha proteína y solo quitarte alguna cosa mala.
Pues oye, uno de cada dos días no comas postre con la comida y solo con pequeños cambios ya puedes ir mejorando.
Entonces quiero que pienses en el trabajo, en el entorno laboral y quiero que pienses una cosa que hacemos cuando estamos ahí trabajando, que parece buena idea pero no lo es.
Si pienso en el trabajo, en el trabajo, en el estudio o en cualquier cosa de este tipo, se me viene a la cabeza la multitarea.
Porque muchas veces queremos ser más productivos, queremos acabar más rápido, entonces decimos, bueno, hago varias cosas a la vez y así acabo más rápido, soy más eficiente.
Que esto puede parecer una buena idea al principio, pero al final no lo va a ser porque muchas veces vas a cometer errores, vas a pensar que estás haciendo bien algo y no.
Luego lo lees y tu calidad es mucho más baja que si lo hubieses hecho enfocándote solo en esa tarea.
Bueno, si subrayo este libro mientras escucho esta clase o escucho esta explicación, voy más rápido, estoy escuchando y mientras estoy subrayando que tampoco necesito muchísima atención, lo más probable es que al final no haga bien ninguna de las dos cosas.
Creo que esto lo hemos experimentado todos, pero todavía hay muchas personas que siguen empeñadas en que esto les funciona y oye, bueno, si tú crees que te funciona, pues adelante.
Pero bueno, a veces hay algunas personas que dicen, bueno, yo soy capaz de hacer multitarea y me va muy bien.
Entonces, si tú, oyente, eres una persona que hace multitarea y estás contenta con eso, está bien también.
Ojo, no hablamos de hacer cosas como una tarea que es muy repetitiva, que casi no requiere concentración, como copiar y pegar contenido de un sitio a otro.
Por ejemplo, yo mi primer trabajo, hace ya muchos años, hace ocho años o así, tenía tareas que consistían en copiar y pegar.
Claro, yo durante esa tarea podía escuchar un podcast o podía escuchar música, porque solo era copiar una información y pegarla en otro sitio.
Pero es probable que más de una vez hayas pegado algo mal o hayas pegado algo varias veces en el mismo sitio sin darte cuenta porque no tenías toda tu atención en esa tarea.
Siempre es mejor enfocarse en lo que estás haciendo que intentar abarcar mucho y al final no hacer ninguna de las dos cosas bien.
Y aquí te voy a acusar, Rebe, voy a señalarte porque una cosa que parece buena idea y que a ti suele parecerte una buena idea, es comprar en rebajas o cuando hay ofertas.
Y bueno, no sólo voy a señalarte a ti, sino también a mí, porque yo también suelo hacer esto y muchas veces no es tan buena idea como parece.
Porque por impulso, sin pensar, dejándose llevar uno por las rebajas, por las ofertas, porque hay una oferta que se acaba en una hora, ese tipo de cosas.
Pero Rebe, ¿Tú crees que es posible comprar en rebajas durante un periodo que hay rebajas, como las rebajas de verano, de ropa en España o el Black Friday?
¿Crees que es posible comprar durante ese periodo sin ser impulsivo, sin caer en alguna oferta?
¿Crees que es posible ser tan frío como para meterte en todas estas webs y tal y ver todos esos banners rojos, ofertas que acaban en un día?
¿Crees que es posible comprar solo estrictamente lo que necesitas y lo que tú querías comprar?
Creo que es difícil y que la mayoría de la gente acaba comprándose algo que no necesita, pero.
Pero también hay técnicas para esto y tampoco está mal que compres una cosa por impulso, por ejemplo, pero lo que.
Yo creo que poca gente domina esas técnicas de poder ir a muchas webs cuando es Black Friday y no acabar comprando un montón de cosas que al final, bueno, no usas tanto como tú creías que ibas a usar.
Lo que tienes que hacer es ser sincero contigo mismo y decir oye, pues estoy comprando demasiadas cosas, las rebajas que no necesito para las próximas lo que voy a hacer es una lista con lo que necesito comprar, con lo que he visto estos últimos meses que me hace falta.
Y en las rebajas aprovecho a comprar eso si está a buen precio y me permito, por ejemplo, comprar dos cosas más, que sean dos cosas más por impulso, pero no puedo pasarme de ahí.
Y si tú tienes como esa norma y la cumples, es más fácil que cada vez que haya unas rebajas no te dejes llevar.
Es complicado porque yo también intento seguir esta filosofía de vida, si podemos llamarlo así.
Y luego estás ahí en el momento con todas las ofertas que acaban en pocas horas o pocos días y acaba cayendo alguna cosa que no era muy necesaria y luego acaba acumulando polvo en el trastero.
Otra cosa muy útil que se puede hacer es cuando tú vas a comprar algo, imagínate yo, son las rebajas, estoy viendo ropa en Zara o en cualquier otra tienda de ropa, estoy viendo su web y buah.
Hay un montón de cosas que me encantan, las añado a la lista, pero antes de comprar dejo pasar un día entero o dos o el tiempo que yo considere.
Esto es muy útil porque muchas veces nos dejamos llevar porque algo es muy bonito, porque tiene muy buen precio.
Pero si en vez de comprarlo en ese momento, lo dejamos ahí y meditamos un poco sobre esa compra, no hace falta que pienses muchísimo.
Simplemente en vez de comprar en ese momento por impulso, lo dejas ahí unas horas, es muy probable que luego lo pienses y digas, esto realmente no lo necesito, pero si esto, mira, tengo en el armario una cosa muy parecida o no lo voy a usar tanto como creo.
Hay que dejar que enfríe esa decisión para luego que no haya tantas emociones involucradas.
Típica oferta de se acaba en cinco minutos y estás ahí tenso, comprando rápido, metiendo rápido los datos por si acaso.
Por ejemplo, Rebe, cuando tenemos tú y yo una discusión que aunque aquí somos muy amigos, somos pareja y nos queremos mucho, y claro que sí, no lo hacemos solo por el show business, en la vida real también nos queremos.
Hay algún momento en el que vamos a discutir y quiero que pienses en esa cosa que puede parecer una buena idea durante una discusión, pero no lo es.
Una cosa que puede parecer buena idea cuando estás discutiendo o cuando estás hablando con tu pareja.
Pues un error o algo que puede parecer buena idea y que acaba siendo un error, es querer hablarlo todo, querer como acabar esa conversación, seguir hablando, seguir como intentando concluir esa discusión cuando realmente es mejor calmarse, parar unos minutos, separarse, pensar, reflexionar sobre lo que está pasando y luego continuar.
Porque cuando estás discutiendo en caliente, es muy probable que se escale esa discusión, que se acaben diciendo cosas que no se quieren decir que se acabe hiriendo a lo mejor incluso a otra persona cuando no es tu intención.
Entonces es mejor pausar, tomarse unos minutos, respirar y luego hablar las cosas con calma.
Pero es difícil, aquí hablamos de muchas cosas que por mucho que nosotros las comentamos, podemos nosotros también caer en estos errores, porque al final estás ahí discutiendo, las emociones están a flor de piel y a ver, es complicado parar, es complicado callarte, pero es lo más inteligente, es la mejor decisión que puedes tomar, porque cuando estás en esa situación en la que estás muy alterado debido a esa discusión, no razonas bien y puede ser que digas cosas que realmente no querías decir o de una forma que puede herir a la otra persona.
Así que lo ideal sería parar o al menos callar algunas cosas que estás pensando y venga, voy a decírselo, pero una hora más tarde.
Y luego cuando pase una hora ya reflexionarás un poquito más y o no se lo dirás o lo dirás de una forma distinta eso que habías pensado.
De hecho has usado esa palabra, creo que como de forma un poco subconsciente o de forma un poco sutil, porque cuando tú y yo a veces tenemos una discusión, pequeñas discusiones, yo soy de decir, pero tenemos que concluir esta discusión, ¿Cuál es la conclusión?
Roi es una persona muy de concluir todo, hay que acabar las cosas, hay que llegar como al final de algo, al consenso, a la decisión final, a la opinión final, sea lo que sea, Roi tiene que llegar a esa conclusión.
Entonces sí, eres muy de eso, pero a veces no tienes que acabar con algo justo en ese momento.
Pero sí, como tú dices, es muy fácil ver si algo es una buena idea o no cuando no estás en esa situación.
Lo que pasa que yo voy a hacer mi propia dieta y en vez de un alimento voy a comer comida temática.
No, a ver, quizá no es la mejor comida para adelgazar, pero oye, pues una dieta interesante y diversa, pero vestidos.
En este caso no hablamos de discusiones, sino que hablamos de esos momentos en los que tienes un dilema, tienes que tomar una decisión sobre algo, puede ser algo un poquito complicado, complejo, y no sabes qué hacer.
Tiene ese problema y lo habla con todo el mundo, con sus padres, con sus amigos, con sus conocidos.
No, no creo que sea buena idea, porque todos opinamos mucho, todo el mundo va a darte su opinión, todo el mundo va a tener consejos.
Que al final puedes acabar más confuso, más desorientado que como empezaste, porque cada uno te va a decir, no, no tienes que hacer esto, no debes hacer esta otra cosa, y al final vas a acabar totalmente perdido.
Puede ser que simplemente volviendo al punto anterior, hayas discutido con tu pareja, se lo comentes a tus amigos y cada uno te va a dar su opinión.
No, no, esto es culpa suya, tienes que romper con él, el No, hombre, no fue culpa de ninguno.
Tienes que hablar las cosas, cada uno te va a dar una respuesta y al final vas a estar totalmente perdido.
Claro, y esto no significa que no pidas consejo, pero yo creo que lo ideal es pensar en, no sé, un par de personas o tres personas que tú conoces que posiblemente han pasado por ese problema, o han tenido ese problema en el pasado, o tienen experiencia lidiando con esa clase de problemas o asuntos, y pedir consejo solo a esas personas.
A ver, quizá él no le pediría consejo sobre la discusión que he tenido con Rebeca, porque creo que su consejo no va a ser el mejor, no tiene tanta experiencia con este tipo de situaciones.
Pero también hay que tener en cuenta que el caso opuesto tampoco es buena idea guardarte todo para ti, no preguntar nunca a nadie, no consultar nunca nada a nadie tampoco es buena idea porque a veces puntos de vista diferentes o alguien externo que ve la situación desde fuera puede ser muy útil.
A veces también estamos muy enfocados en algo, estamos muy metidos y no vemos con claridad lo que está pasando, entonces también es bueno pedir consejos.
En este caso ninguno de los dos extremos es bueno, ni preguntar a todo el mundo, ni no preguntar a nadie.
Este es el error que siempre cometo yo, que a mí me parece muy buena idea y por eso siempre lo hago y por eso siempre me va mal, que es cuando tú quieres hacer un cambio en tu vida, en tu rutina, quieres empezar a hacer deporte, tienes algún reto, algún objetivo ambicioso, lo que sea, entonces tienes que hacer cambios en tu vida, ponerte nuevos objetivos, nuevos hábitos y tal.
Quieres hacerlo todo perfecto desde el día uno, cada día te pones no sé cuántos objetivos para lograr ese gran objetivo final y esto suena muy bien, yo lo hago con mucha frecuencia y es una idea pésima.
Y esto te va a pasar tanto con objetivos como con cualquier otra cosa, porque puede ser que tú quieras hacer un gran cambio en tu vida y empezar a hacer deporte y te pongas el objetivo de hacer deporte todos los días y al final no lo cumplas.
Pero también puede pasarte si quieres cocinar y el primer día crees que te va a salir perfecto ese guiso que viste en una receta y no te sale bien, entonces ya te desmotivas porque creías que te ibas a ir todo perfecto a la primera e igual que con eso, con cualquier otra actividad.
Por ejemplo, a mí me gusta mucho pintar y ahora estoy empezando a pintar con una nueva técnica.
Me pasa muchas veces que creo o quiero más bien que la primera vez que hago algo ya me quede perfecto y si no me sale el mejor dibujo me frustro y me vengo un poco abajo.
Bueno, pues hay que tener en cuenta que no siempre te va a salir todo bien el primer día.
Sí, y hay cosas que llevan meses conseguirlas y perfeccionarlas y no siempre es un progreso lineal.
Por ejemplo, tú haces un dibujo un día, de repente te sale muy bien y dices ay, qué bien, ya tengo dominada esta técnica.
Pero la semana siguiente usas la misma técnica y te sale una mierda y joder, no sé nada, ¿No?
Cuando me puse a hacer maquetas, una me salió perfecta, estaba contentísima con mi maqueta, así que al día siguiente empecé otra y fue un churro, o sea, fue horrible.
Sí, lo malo es que el objetivo no era hacer un churro, pero bueno, es el ejemplo de.
Hay que explicar esta expresión cuando algo decimos en español que algo es un churro porque quedó muy mal, está muy mal.
Entonces, si tú dices que tu maqueta es un churro, es que te ha quedado muy mal, a no ser que sea una maqueta de un churro.
Bueno, pues a lo que yo me refería es que ahí tenemos un ejemplo de que a veces quieres que algo salga perfecto y te parece una gran idea tener unos objetivos altísimos y pensar que algo te va a salir bien, pero no es así y puede acabar haciendo que te frustres y que te vengas abajo muy rápido.
Hay que ir poco a poco, hay que empezar poco a poco y quedarnos con las cosas que vamos consiguiendo, ¿Sabes?
No pensar siempre en lo que nos falta por conseguir o todo lo que no hemos hecho, sino ponerse un objetivo pequeñito cada día y hacer esa cosa pequeñita y no ser súper ambicioso, porque al final va a ser contraproducente, te vas a frustrar y no vas a conseguir ni la mitad de los objetivos que te has puesto.
Bueno, pues revés, Creo que podemos ir acabando aquí ya hemos hablado de muchas cosas que parecen buena idea, pero en nuestra opinión no lo son.
Así que oyentes, si te has sentido identificado en alguna de estas cosas, dale una vuelta, que a lo mejor para ti sí que es una buena idea, pero merece la pena reflexionar sobre si eso que haces es bueno o no.
Bueno, pues lo dejamos aquí entonces, Roi, un saludo para ti y para todos los oyentes.