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Hoy hablamos, episodio 2113 Vivir sin hablar Bienvenido a Hoy Hablamos, el podcast para aprender español cada día.
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Dice un proverbio hindú Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.
Del silencio o de no hablar es de lo que vamos a hablar en este último episodio del Tema del Mes, mes en el que nos hemos acercado a cómo sería vivir sin cosas imprescindibles en nuestra vida.
Si lo piensas, oyente, parece que los humanos tenemos un pánico atroz al silencio, a estar callados.
¿Fíjate que si hay una reunión de varias personas, una reunión de amigos, todo el mundo habla y si uno está más callado, se le oye te pasa algo?
Si dos personas están juntas y se quedan en silencio, se dice aquello de que hay un silencio incómodo y entonces hablas de lo que sea con tal de salir de ese silencio.
Es más, si estamos un día entero sin hablar porque estamos solos, por ejemplo, nos sentimos como raros y llamamos a alguien para solucionar ese silencio, o se dice aquello de voy a bajar a comprar algo y así hablo por lo menos con el de la tienda.
¿Pero la pregunta que nos vamos a hacer en este último episodio del Tema del Mes Cómo sería vivir sin hablar?
Cuando empecé a pensar en este episodio me acordé de aquella gran película llamada Pequeña Mission.
En ella, el personaje del hermano de la protagonista decide hacer voto de silencio y promete no hablar hasta que se cumpla su sueñ ser piloto de pruebas.
También me acordé de aquella otra llamada Come, reza, ama, donde la protagonista descubre la meditación y aprende a estar en silencio en su viaje de búsqueda personal.
Como ves, en estos dos ejemplos ya vemos algunas de las razones por las que hay gente que toma la determinación de vivir sin hablar, ya sea de manera más permanente o como parte de una terapia puntual.
¿Te parece que conozcamos algunos testimonios e historias de gente que dejó de hablar?
El primer caso que vamos a conocer es un caso quizá un poco extremo, ya que es la historia de un hombre que vivió en absoluta soledad casi 30 años.
Su nombre es Christopher Knight y Con tan solo 20 años se metió en un bosque de la zona de Maine, en Estados Unidos y no salió en 27 años.
Y no solo es que viviera completamente aislado, sin ver a nadie, es que en todos esos años tan solo dijo una vez una palabra.
Sentía casi lo contrario que se sentía total e intrincadamente conectado con todo lo demás en el mundo.
Ante la incomodidad que le provocaba estar con gente, únicamente necesitaba estar solo.
Vamos ahora a conocer a John Francis, que estuvo 17 años de su vida sin hablar y fue por una decisión consciente.
Pues mira, Oyente, en su caso fue por un hecho en concreto que lo desencadenó todo, y es algo relacionado con la protección del medio ambiente.
En el año 1971, dos petroleros chocaron en la costa de San Francisco, provocando un gran vertido de crudo.
Poco después, mientras leía el libro El Hobbit, decidió que iba a pasar el día de su cumpleaños sin hablar.
Y lo que pasó te lo cuenta él Durante ese voto de silencio de 24 horas me di cuenta de que no había estado escuchando a nadie y de que ahora que lo estaba haciendo, posiblemente podría aprender algo.
Así fue como un día en silencio se convirtió en dos, luego en una semana, en un mes, en un año y más tarde en 17 años.
Así lo explica Durante las primeras semanas hubo muchas conversaciones en mi mente sobre lo que debía decir y cuándo iba a comenzar a hablar, hasta que finalmente llegué a la conclusión de que iba a seguir así durante un año.
Y una vez tomé la decisión, todo se relajó y me acomodé en el silencio y el silencio se instaló en mí.
Existe todo un ritual con el silencio que tiene que ver con lo religioso y lo espiritual, ya que en muchas religiones existe eso que conocemos como el voto de silencio.
Es algo que se practica en algunos conventos, por ejemplo, lo practican tanto los monjes trapenses como como los cartujos.
En la religión, por ejemplo en la cristiana o el Islam, se tiene la creencia de que el silencio es algo que facilita la conexión con ese ser superior, con Dios, pero que además proporciona sabiduría y evita que la persona caiga en pecados terrenales.
Pero fíjate que hay gente religiosa que toma esta decisión de estar en silencio o vivir en silencio sin necesidad de pertenecer a una de estas órdenes religiosas.
Solo lo consigo en silencio y la mayoría de las personas que conozco solo lo consiguen en silencio.
Algo curioso que cuenta esta mujer es que el hecho de permanecer en silencio le produce lo que ella llama intensificación sensorial.
Es decir, qué sensaciones que nosotros pasamos casi por alto cada día, o por lo menos no les prestamos atención, ella las vive con mucha más intensidad qué cosas algo tan sencillo como comer o darse una ducha.
El budismo es otro de los grandes defensores del silencio y de hecho, la meditación es una de las grandes aliadas del silencio.
Y del budismo y la meditación nos vamos a valer para ver cómo nosotros nos podemos acercar a la experiencia de estar en silencio.
Pues como su propio nombre indica, consiste en irte a un lugar varios días donde se aprende a meditar y donde normalmente también se hace yoga.
Pero estás obligado a permanecer completamente en silencio durante el tiempo que dura el retiro.
Atento a lo que cuenta una persona que hizo uno de estos retiros Sentí por fin un momento de paz cuando mi mente se cayó por fin juro que lloré porque creía que aquello sólo era para gurús.
Esto dice sobre cuando fue capaz de callar los pensamientos me di cuenta de que esa era nuestra verdadera naturaleza.
Por debajo del estrés, de la ansiedad, de los enfados, del día a día y de todas las cosas que intentamos ser, hacer y conseguir, hay paz, hay calma y amor.
Hay una serie de beneficios puramente físicos como pueden ser relajar la mente, eliminar el estrés y la ansiedad, elevar el estado de ánimo o evitar los momentos de irritabilidad.
De hecho, el estar en silencio se utiliza en muchas terapias de control de la ira.
Pero también tenemos que ver que existen otros beneficios que tienen que ver más con lo espiritual, que van más allá de lo puramente físico.
Al estar en silencio te escuchas a un nivel más profundo o simplemente escuchas a tu mente y a tu cuerpo de verdad, sin todas las interferencias del ruido.
De hecho, la primera cosa que te enseñan al meditar es a intentar escuchar a tu cuerpo para ver cómo te sientes.
Algo que pasa cuando haces ese ejercicio de estar en silencio es que llega un momento en que al ver las cosas con más claridad es más fácil tomar decisiones.
Una cosa fundamental que aprendemos cuando estamos en silencio es a escuchar de manera activa.
Nos pasa a todos que cuando estamos hablando con alguien muchas veces no escuchamos porque estamos pensando qué vamos a contestar antes de que la otra persona termine de hablar.
Al eliminar de la ecuación el contestar, nos podemos centrar en escuchar, en escuchar de verdad.
Personalmente, yo no me veo estando un periodo largo en silencio, pero seguramente estar en silencio o estar sin hablar durante un ratito es algo que todos deberíamos intentar implementar en nuestro día a día.
Porque aunque sean solo 10 minutos al día, disfrutar del silencio y acallar el ruido es algo que no tiene precio.
Permíteme que finalice con una reflexión que leí al preparar este el silencio no es un estado de vacío y de soledad.
El silencio es un lugar fértil donde ocurren muchas cosas, donde estás con la persona más importante de tu vida y que puede que hayas dejado en último a ti mismo.
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