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Hoy hablamos premium episodio 310 la vuelta a la rutina con Rebe Hola amigos, amigas, bienvenidos a un nuevo episodio Premium.
Hoy Rebe y yo hablamos de la vuelta a la rutina, este momento del año en el que los niños vuelven al colegio y los adultos al trabajo.
Pues bien, pero un poco triste porque estoy mirando por la ventana y está lloviendo.
Pues sí, la verdad es que es un momento un poquito triste para la mayor parte de la gente, porque aunque sí aún quedan un par de semanas de verano, en realidad a efectos prácticos es como que se ha acabado porque ya tenemos la vuelta a la rutina, la vuelta al cole, los niños ahora van al colegio, los adolescentes al instituto, los más adultos a la universidad o al trabajo.
Septiembre es ese mes que es a la vez muy triste, pero también un poco motivador en otros aspectos.
Pero cuando llega el final de agosto puedes ver que la gente empieza a cambiar de cara.
Ya hay muchas conversaciones del las vacaciones se están acabando, buf, ya queda poco de diversión, se acaba lo bueno.
Porque mis primas por ejemplo empiezan ahora las clases el día 8, que aquí en Galicia las clases empiezan el día 8 de septiembre y ya a finales de agosto ya estaban con esa actitud de uff, se acaban las vacaciones, hay que volver al colegio.
Entonces se ve como ese ánimo un poco triste, pero luego también motivación por lo que empieza.
Sí, porque no sé en otros países, pero en España es como que tenemos muy ligada la idea de que septiembre es el comienzo del año escolar y entonces por ese motivo es como que algunas personas piensan que el inicio del año empieza en septiembre y no en enero.
Entonces cuando hablamos de propósitos de año nuevo, hay algunas personas que en cierta forma se ponen sus propósitos en septiembre y tiene bastante lógica en realidad, porque como durante nuestra época de estudiantes en el colegio, en el instituto, en la universidad, los veranos son muy largos, son dos o tres meses de vacaciones en las que no tienes que hacer nada, entonces cambia mucho la rutina, es como un paréntesis en tu vida y de repente llega septiembre y después de tres meses sin hacer nada tienes que ponerte a estudiar tienes que empezar un nuevo curso académico entonces es como un choque muy grande y claro, realmente parece el inicio de un nuevo año.
No es como en enero, en enero no hay tanto esa sensación, en enero solo es porque.
Bueno, según el calendario sí que es el nuevo año pero a nivel mental tenemos un cambio muchísimo más grande cuando estamos en el colegio, instituto, universidad.
En septiembre, cada septiembre del año nuestra vida cambiaba y creo que eso nos quedó bastante anclado en nuestra mente.
Es que al final no se trata solo de una idea o una sensación que tú tengas, sino que lo ves reflejado en muchas cosas.
Tú cambias de curso en el colegio, por ejemplo, estás en un nuevo curso en la universidad o donde sea, te compras una agenda y en la agenda pone un nuevo año, o sea que todo te hace ver que estás en un año diferente realmente en una época diferente.
Y cuando trabajas, aunque no cambias en ese sentido, seguramente has tenido tus vacaciones más largas en verano.
La mayoría de los trabajadores cogen las vacaciones más largas el mayor tiempo en verano, así que es cuando hacen el parón más largo y vuelven a empezar.
Mucha gente también tiene hijos entonces se junta también con esa nueva etapa de los niños.
Entonces todo te hace ver como que empiezas una nueva etapa, un nuevo año por decirlo de alguna forma.
Yo creo que tiene mucho más sentido ponerte propósitos de año nuevo en septiembre que en enero porque sí que entre agosto y septiembre hay muchos cambios de rutina pero entre diciembre y enero no cambia nada, eres la misma persona y tu día a día es prácticamente el mismo.
Pero sí que tiene mucha más lógica hacerlo en septiembre, al menos en España, por nuestra cultura y por todo esto, la etapa escolar.
Pero hay que tener una cosa en cuenta, Roi y es que todo esto que estamos comentando es un poco lo genérico, lo que afecta a la mayoría de las personas, pues a los niños, a universitarios, a la mayoría de los trabajadores.
Pero hay ciertas personas que no entran tanto en esta categoría y son los autónomos, las personas como nosotros, por ejemplo, que tenemos nuestro propio trabajo y que no paramos durante el verano.
Así que para nosotros no hay tanta diferencia, no hay ninguna pausa, no vivimos esta vuelta a la rutina o esta vuelta al trabajo o al cole, no la experimentamos.
Es verdad, cuando tienes tu propio proyecto, cuando trabajas por cuenta propia no se siente igual.
Sí que hay algunas personas que son autónomas y descansan más en agosto o se toman algunas vacaciones en agosto porque es lo natural en su sector o en su trabajo Pero claro, para nosotros no tiene mucha lógica porque el podcast lo producimos todas las semanas del año independientemente si es agosto, navidad o lo que sea Esto es como, no sé, como un diario o como un periódico porque sea agosto los periodistas, el periódico no deja de vender ejemplares, siguen publicando cada día porque bueno, hay que seguir haciendo ese trabajo Entonces en nuestro caso somos un poco parecidos y es cierto que cuando hablamos de la desconexión en agosto, el síndrome post vacacional que sientes cuando acabas las vacaciones y todo esto, yo hace 8 años que no siento esto, es como que antes lo sentía y antes tenía todas estas sensaciones por supuesto que sí pero desde que estoy con Hoy hablamos es una sensación distinta que tiene sus ventajas y sus inconvenientes también porque yo a veces pienso en agosto y para mí agosto es como un mes con más estrés que otros meses ¿Y por qué?
Porque como tenemos que seguir trabajando igual que a ver, a lo mejor trabajamos un poquito menos pero bueno, seguimos trabajando prácticamente igual Pero hay muchos más planes que el resto del año de ocio Mis amigos están en Vigo, yo también, entonces quedamos mucho más.
Bueno, hay muchos más planes en general porque la gente tiene vacaciones entonces es como que yo me siento mucho más estresado o ocupado durante agosto Al final.
Para las personas como nosotros se junta el trabajo con que el resto de personas no trabajan entonces las personas que están de vacaciones dan por hecho que la mayoría están de vacaciones, que se pueden hacer más cosas y tú quieres unirte a ellos pero no tienes la misma disposición de tiempo entonces se complica un poco.
Reuniones familiares, hay un montón de eventos y claro, bueno, puede suponer más estrés para gente como nosotros porque tienes que compaginar tu trabajo con todo el ocio que te proponen tus amigos o tus familiares entonces sí puede ser más estresante Y para nosotros las vacaciones empiezan ahora en septiembre empieza la relajación Claro, es.
Como que nosotros en lugar de sentir el síndrome post vacacional, nuestro síndrome es vacacional o sea, cuando son las vacaciones, las vacaciones convencionales en julio agosto es cuando nosotros estamos más estresados o tristes o lo que sea.
Pero bueno, nos quejamos de vicio también porque en realidad no significa que nosotros no tengamos vacaciones.
Nosotros lo que hacemos es que las vacaciones las repartimos más durante el año, entonces a lo mejor en marzo cuando la gente no tiene vacaciones, nosotros sí que tenemos unos días de vacaciones que aprovechamos para viajar.
Pero bueno, Rebe, hablamos de la vuelta a la rutina, la gente que tiene trabajos convencionales vuelven al trabajo y también los niños vuelven al colegio porque este lunes ya, el lunes 8 de septiembre en Galicia comienzan el cole los más pequeños.
Y me hace mucha gracia porque como cada año, esto lo hablamos hace dos años que recuerdo que hablamos de que decían, había muchos titulares de que era la vuelta al cole más cara de la historia Y me ha hecho mucha gracia porque he visto los titulares esta semana sobre la vuelta al cole y ¿Sabes qué dicen todos los titulares?
A ver, este titular lo puedes publicar ahora y en el 2053 siempre va a ser así, es muy raro que los precios bajen.
Entonces me hace mucha gracia porque bueno, a ver, es realidad el dato, pero todos los años es igual.
Realmente es algo curioso o gracioso, pero es algo que afecta mucho a las personas porque es una época en la que gastas mucho dinero.
Los padres que tienen que mandar a sus hijos al colegio gastan un montón, uniformes, ropa nueva, material escolar, mochilas.
Entonces vienes de las vacaciones, que seguro que has gastado bastante y hala, otro gastar dinero en los niños.
Y se nota que ya a finales de agosto empiezas a ver muchos carteles, muchos anuncios de la vuelta al cole, promociones, compra aquí tus libros con un descuento y cosas así.
Y además de todas las compras que tienes que hacer para los niños, tienes que organizar los horarios, volver a rutinas familiares, que a ver, que por un lado no está mal tampoco, porque sí que es cierto que para los padres es un estrés, creo yo, porque tienes que comprar un montón de cosas, bueno, son muchas pequeñas tareas que tienes que hacer para organizar la vuelta al cole de tus niños.
Pero por otro lado también van al cole de nuevo y ya no tienes que preocuparte de cuidarlos y todo esto ya es más fácil conciliar el trabajo y la escuela.
Creo que septiembre es una época como de transición, vas a tener mucho trabajo, mucho estrés durante unas cuantas semanas comprando material, organizando horarios, anotando a tus hijos, actividades, viendo cómo vas a organizarte, ayudando a tus hijos también adaptarse a ese cambio, madrugar otra vez, ir al colegio.
Seguro que hay muchos niños que no quieren ir, va a haber muchos lloros, muchos berrinches al entrar a las clases pero una vez pasas como ese período ya todo vuelve a la rutina y todo fluye más fácil, ya tienes unos horarios mucho más marcados, has organizado todo a tu manera y ya hace que el resto del año vaya mucho mejor.
Entonces es como una época de transición que se hace un poquito dura pero para luego facilitar las cosas.
Pero yo estoy pensando Rebe, vale, los niños tienen ahí unas semanas en las que están tristes y tal porque después del verano pues obviamente te fastidia volver al colegio, volver al instituto pero los padres también lo tienen muy fastidiado porque vuelven al trabajo y además tienen que organizar toda esta vuelta al colegio de los niños y comprarles todo el material y todo esto Y entonces te pregunto Rebe, ¿La vuelta a la rutina es más complicada para los hijos o para los padres?
Creo que aquí hay una cuestión, la primera y la más importante y es que va a depender mucho de lo mucho o lo poco que te guste tu rutina, pues tu trabajo o el colegio dependiendo si eres el padre o el hijo.
Por ejemplo, si tú eres un niño que te encanta ir al colegio, te encanta tu profesora y tus compañeros, te lleva súper bien, quizás se te hace difícil la primera semana volver a madrugar y esas cosas, pero enseguida te adaptas y ya estás en tu rutina otra vez sin ningún problema.
Pero si eres un niño al que no le gusta mucho ir al colegio, lo pasa mal porque no se lleva muy bien con sus compañeros o no te gusta nada el colegio al que vas, quizás sí que se te hace más duro volver o el padre igual no es lo mismo disfrutar de tu trabajo y volver a un ambiente laboral en el que te llevas genial con tus compañeros, te encanta tu trabajo y lo llevas bastante bien, que volver a un trabajo en el que solo estás agobiado, estresado y el ambiente laboral es terrible, entonces tus compañeros hacen la vida imposible, no es lo mismo volver a una cosa que otra.
A ver, yo puedo hablar de mi experiencia personal, por supuesto, todavía no soy padre, entonces no sé las sensaciones que tienen los padres durante esta época del año, seguro que tienen bastante estrés, pero sí que recuerdo mis sensaciones y mis sentimientos cuando estaba en el colegio o en el instituto durante estas semanas, durante la vuelta al cole y era terrible para mí, o sea, mi experiencia personal las dos primeras semanas de volver al colegio era algo de verdad terrible y eso que a mí me gustaba, a ver, no me gustaba el colegio, si digo que me gustaba no estoy diciendo la verdad, no me gustaba, pero bueno, no lo pasaba mal porque tenía amigos, no se me daba mal estudiar, entonces no era un estrés para mí tampoco, pero bueno, me resultaba muy aburrido como al 95% de los niños, pero sí que recuerdo que eran dos semanas súper negativas para mí, de verdad, sentía un pesar, me costaba tanto.
Creo que aquí lo que más fastidia o lo que más hace que esta época sea complicada para los niños es lo que pierdes, no tanto el hecho de tener que ir a clase, porque puede no ser tan terrible, estás ahí con tus amigos, charras de lo que has hecho y cosas así, puede no ser tan malo, pero creo que te duele más como lo que has perdido, porque durante el verano te has podido ir a cama a la hora que querías, podías ver toda la televisión que te daba la gana, hacías un montón de actividades, ibas a la playa, no sé, lo que sea cada año, pues dependiendo de su verano, pero de repente todo eso lo pierdes, ya no puedes irte a cama tarde, tienes que madrugar, no puedes ver la televisión todo el día porque tienes que hacer deberes, ya no puedes quedar con tus amigos para ir a la playa porque tienes clase o tienes que ir a ciertas actividades, entonces como niño de repente pasas de tener todo lo que querías, todo lo que te hace súper feliz, a no tener nada de eso y tener un montón de responsabilidades, es normal que sufras como un shock de repente de un día para otro pues te quitan todo y eres como un adulto, tiene responsabilidades, es normal sufrir un poco y luego.
También cómo cambia la rutina, no sólo por lo que pierdes, sino por lo que sustituye esas actividades, es decir, pues tú a lo mejor durante el verano por las mañanas veías la televisión un rato y luego te ponías a jugar con juguetes o lo que sea, o estabas en la calle, bueno, cualquier cosa, andabas en bici con tus amigos.
Y ahora lo que haces en septiembre, te levantas, vas a un bloque de hormigón donde estás con otros 400 niños, es como una prisión de niños.
Para mí el colegio o el instituto era como una cárcel, porque vas allí, tú que eres un niño de 12 años, adolescente de 14 años, da igual, tú quieres correr, salir, experimentar cosas, pues no, vas allí al colegio o al instituto y te sientan durante una hora seguida en un pupitre escuchando un profesor generalmente aburrido, el 90% eran aburridos en mi experiencia.
Por supuesto, este es el sistema educativo que tenemos en España y creo que en casi todo el mundo, pero es como que pega poco con el espíritu de un niño.
Por ejemplo, yo recuerdo un año escolar en el que me tocó una profesora que era majísima, súper divertida, hacía las clases muy dinámicas, entonces me encantaba ir a clase.
Por eso ese año no fue tan horrible y el inicio de clases no se te hace tan duro.
No es lo mismo, por ejemplo, seguro que esto te ha pasado alguna vez, no es lo mismo llegar el primer día y que el profesor se tome ese día con calma, de bueno, charlamos un rato de qué tal las vacaciones, vamos a ver un poco en general qué vamos a hacer este año, como de una forma relajada y fluida a llegar el primer día a las 9 de la mañana, sentarte y que el profesor bueno, vamos a empezar con la clase de historia, tema uno, y empiece a hablar ya para adelante.
Entonces el cambio se te va a hacer mucho más abrupto y te va a costar mucho más.
A ver, yo tampoco quiero criticar a los profesores porque realmente no eran malos profesores en el sentido de que muchos de mis profesores pues enseñaban conceptos que estaban bien, pero no sé, yo creo que.
No sé si se podría cambiar la forma de enseñar a los estudiantes, no lo sé, quizá esta es la mejor, no tengo ni idea, pero es la menos natural para un niño, porque estar ahí sentado, aburrido, y lo ves en las caras, que siempre decimos esto, las caras.
Tú miras las caras y bueno, sí hay algún profesor que a lo mejor es súper creativo, hace chistes o tiene una forma muy distinta de dar clases y consigue conectar con los estudiantes y consigue que estén ahí atendiendo.
Quiero romper aquí una lanza a favor de los profesores y yo creo personalmente, esto es una opinión, no tengo ningún dato, es lo que me parece.
Quizá con el cambio generacional que se está dando en los colegios, las nuevas generaciones que son profesores de nuestra edad, por ejemplo, nosotros ahora podríamos ser profesores en un colegio, creo que se está cambiando un poco la forma de dar clases.
Hay personas mucho más apasionadas por lo que hacen y que intentan ser un poco más creativas.
En nuestra época quizá había profesores aún un poco anticuados que daban las clases de una forma demasiado tradicional, demasiado arraigadas a sus costumbres de antes.
Entonces yo creo que esto va a ir cambiando y que ahora a los alumnos les va a costar menos volver a las clases porque serán un poco más entretenidas.
Es cierto que la última vez que fui al instituto fue hace ya 13 años, entonces las cosas habrán cambiado, Es posible.
Entonces, por muy creativo que tú seas como profesor, por muy innovador que tú quieras ser, cuando llegas a un sistema rígido, como es el sistema educativo en España, y creo que en muchos países, no puedes cambiar el sistema.
Entonces al principio puede ser un poco más creativo y tal, pero luego tú tienes que adaptarte a ese sistema porque tienes un temario que dar, tienes que cumplir ciertos objetivos, ciertos hitos y no tienes otra opción.
Entonces yo creo que el sistema educativo español aplasta a estos profesores creativos como si fueran hormigas.
Bueno, no voy a estar del todo de acuerdo, porque yo de verdad espero que no sea así y que sí que cambien un poco las cosas.
Tengo algún amigo que es profesor y que bueno, me parece que hacen las cosas un poco diferentes a como las vivimos nosotros.
Es cierto que acaban de empezar hace unos añitos y que igual en unos cuantos pues ya no sean tan alegres y dinámicos, no lo sé, tendremos que ir viéndolo.
Claro, eso también es otro tema, que cuando empiezas, empiezas con mucha energía.
Pero yo también reconozco que ser profesor de niños pequeños o de adolescentes es un trabajo que quema mucho, que cansa mucho y al final, si ya es complicado ser creativo en el aula y además tienes unos estudiantes que quizá no lo agradecen mucho tampoco o que son un poco complicados de llevar, hace que en unos años ya te canses porque acabas quemado.
Pero bueno, hoy no íbamos a hablar tanto del sistema educativo, parece que estamos como criticándolo, yo creo que no es el mejor sistema que hay, pero sinceramente no sé cuál es la alternativa y no sé cómo se podría mejorar.
Entonces yo solo hablo de esa sensación que yo tenía cuando volvía al colegio o al instituto después de las vacaciones.
Voy a decir algo aquí positivo para que no sea todo tan criticar algo que me gustaba cuando era niña o bueno, incluso en instituto y así, eso que decíamos que es malo para los padres porque gastan mucho dinero y tal, como niño sí que te gusta porque empiezas un año escolar y eso implica cosas nuevas, comprar un montón de material y por ejemplo, a mí que me gustan mucho las cosas a mano, las manualidades, escribir, pintar.
Era como de repente navidades, porque tenías un montón de libretas nuevas, bolígrafos, pinturas, rotuladores de colores, un montón de cosas para poder empezar otra vez.
Y por ejemplo, me encantaba el hecho de comprar la nueva agenda, que puede parecer una tontería, pero cuando eres pequeño te hace ilusión porque hay un montón de agendas para elegir, puedes elegir una con una temática que te guste y ahora las hay muy curradas.
Antes, bueno, era una agenda bastante cutre, como mucho tenían una portada un poco bonita, pero es que ahora las hay de todo lo que te puedas imaginar, con pegatinas, con un montón de cosas.
Y eso sí que me hacía ilusión, como empezar el nuevo año con una agenda nueva que te daba todas las posibilidades.
Era como todo es posible ahora, Era como esa sensación de un año nuevo, una vida nueva.
Bueno, es gracioso, me hace gracia porque a mí no me hacía ninguna ilusión esas cosas qué estás contando, ninguna de ellas.
A mí lo del material y tal me daba un poco igual, como mucho a veces sí que quizá mi madre me compraba un bolígrafo diferente o algo así.
Los típicos bolígrafos buenos, los Pilot o Pilot, no sé cómo se llaman, que de repente te compran ese bolígrafo y dices ostras, qué bien escribe esto.
Lo que pasa es que cuando mi madre se fijaba en el precio, el siguiente bolígrafo era un Bic, ya no había otro Pilot, pero estaban guapísimos.
Pues a mí sí que era algo que me gustaba, porque ese concepto de empezar algo nuevo y posibles cambios, como decíamos al principio, nuevos objetivos.
Y siempre empezabas las clases o tu nuevo año, entre comillas, con un montón de ideas, este año no voy a dejar todo para el final, este año voy a cada día estudiar un poco.
Te ponías un montón de propósitos que durante las primeras semanas estabas muy motivado y cumplías y luego ibas perdiendo poco a poco.
Igual que cuando eres adulto y te propones hacer más deporte o cualquier otra cosa y también lo pierdes, pues ya de niño empiezas con esto.
Yo también, yo también tenía esos pensamientos, sobre todo lo que has dicho de no dejar todo para el último día.
Esta era un poco la idea al principio en septiembre, pero luego ya cuando llegaba el primer examen ya te dabas cuenta de que no lo ibas a cumplir.
Estaba bien en tu cabeza, era una idea bonita, pero yo al menos nunca cumplía eso.
Yo llevo toda la vida diciéndome esto y ya tengo 31 años y ahí sigo, así que ya lo acepto como parte de mi ser.
Las fechas límite son para ir al límite, si no, no serían fechas límite, serían fechas relajadas.
Y Rebe, otra sensación que yo tenía también negativa, yo era un niño muy negativo y creo que sigo siendo un adulto un poquito negativo a veces, pero bueno, para mí septiembre pues me traía muchos pensamientos negativos.
Y otro tema es que así como tú has dicho que algo positivo que tenías es esas ideas de el nuevo curso, quizá voy a hacer nuevos amigos, voy a conocer a nuevos profesores, no sé, tú tenías más o menos esa idea.
Esto a mí me generaba ansiedad, yo ya con 10 años tenía ansiedad, yo ya era un pionero de la ansiedad.
Entonces claro, para mí cada nuevo año escolar era un momento de ansiedad, porque en el instituto cada año te cambiaban de clase, entonces tenías nuevos compañeros de clase y me generaba ansiedad Rebe, porque tenía miedo si me tocaba una clase que no conocía a nadie.
A mí me costaba hacer amigos al principio, luego ya cuando cogía confianza estaba bien, pero era algo que me generaba mucha ansiedad.
Y eso me ha ocurrido en toda mi historia académica, porque recuerdo el inicio de la universidad, el primer año y buah.
Creo que no es tan raro, creo que es un sentimiento bastante habitual, porque a todo el mundo le pasa que el primer día vas con esa idea de uf, a ver con quién me toca en clase, a ver si mis amigos están en la misma clase que yo, igual no conozco a nadie.
Por ejemplo, a mí también me pasaba, llegabas a clase y no sabías con quién te iba a tocar.
Sí que durante la época del cole era más habitual que te tocase con las mismas personas, pero por ejemplo en el instituto ya cambiaba en función de qué asignaturas elegías, entonces quizá tus amigos no elegían las mismas que tú, y de repente estabas en una clase totalmente diferente y pensabas ¿Con quién me voy a sentar el primer día?
En una la de la universidad, el primer día de universidad yo también lo recuerdo como muy muy estresante o que estaba muy nerviosa, porque ahí sí que no conoces a nadie en absoluto.
Durante el instituto, aunque cambiabas de año escolar, la gente te sonaba, alguno ibas a conocer.
Pero claro, el primer día de universidad llegas y todo el mundo es nuevo, es muy raro que te coincida alguien, podría pasar, pero es raro.
Entonces estás ahí en la puerta de la clase, mirando a tu alrededor y pensando bueno, tendré que hablar con alguien, ¿A quien le hablo?
Yo recuerdo el primer día de clase, porque me quedó para siempre, que tenía al lado una chica que estaba igual, con la misma cara que yo, y fue un hola, Hola, ¿Qué tal?
Y sabes, conversación de esta de romper el hielo, luego nos sentamos juntas porque bueno, vas nerviosa y así tienes a alguien al lado y a raíz de esa conversación fuimos amigas durante toda la universidad.
La primera persona con la que hablé se mantuvo ahí durante toda la universidad, así que bueno, a veces te puede salir bien.
A ver, que si lo piensas es gracioso porque a mí es algo que me genera mucha ansiedad, pero claro, en realidad todos estamos igual, entonces es una sensación un poco absurda porque no tienes que preocuparte tanto, tú no conoces a nadie y nadie conoce a nadie, o sea, estamos todos ahí que solo tenemos que conocernos para solucionar nuestro problema, pero cuando eres muy introvertido como soy yo, pues te cuesta mucho.
Y yo recuerdo, la verdad es que fueron un poco tristes mis primeros días de universidad porque como tenía esa ansiedad y tal, lo que hice fue llevar un libro, entonces yo me sentaba y leía un libro y claro, esto creo que es lo peor que puedes hacer porque te aparta más de los compañeros o de los otros estudiantes, porque si estás ahí leyendo un libro es como que nadie quiere acercarse a ti, por un lado porque estás leyendo un libro y no quieren interrumpirte y por otro lado porque estás leyendo un libro y eres un chaval un poco raro leyendo un libro el primer día, el primer día de la universidad, ¿Qué te crees, Einstein?
Pero bueno, por suerte superé ese momento un poco complicado que a mí en lugar de un día me duró un par de semanas, esas dificultades de relacionarme con gente y luego sí que conocí un montón de gente y tuve un montón de amigos durante la universidad, pero sí que eso para mí, ese septiembre 2012 fue el mes con mayor ansiedad de mi vida, creo yo.
Yo no sé si fue el de mayor ansiedad porque yo cambié a lo largo de mi vida varias veces, de instituto, de colegio, de universidad, entonces sufrí este momento varias veces y siempre fue igual, no te acostumbras, siempre tienes esa sensación de nervios, de inquietud, mira a tu alrededor, bueno a ver si alguien.
Como que conecto una mirada y me da pie a hablar, estás ahí siempre nervioso, entonces creo que es algo habitual y que es un momento, pero enseguida se pasa en cuanto hablas con alguien, te das cuenta de que todos estáis igual y te unes muy rápido.
Realmente el único problema es que los que somos introvertidos y los que tenemos un poquito de ansiedad social, por llamarle así, le damos mucha importancia a nuestra cabeza, a algo que realmente no tiene importancia.
Sobre todo los primeros días siempre hay temas muy fáciles, porque no tienes ni que ir a cosas personales.
Todo el mundo está nervioso por cómo va a ser el año, qué asignaturas hay, cómo funcionan las cosas.
Como tú dices, es más la sensación que tú tienes, más los nervios que tú te provocas a ti mismo.
Por mi experiencia, no es lo mismo llegar a un sitio en el que la gente es acogedora y enseguida te hablan, te integran, que llegar a un sitio donde la gente es más distante, hay más grupitos ya formados y la gente no te acoge tanto.
Pero bueno, yo es una sensación que sigo teniendo, ahora menos porque ya he tenido más experiencias, pero incluso recuerdo hace un par de años que fui a unas reuniones informales entre emprendedores o nómadas digitales o personas que empiezan negocios, que era simplemente reunirte en una cafetería y charlar con gente.
Por suerte era un trayecto corto, eran como 15 minutos en coche, porque si fuera una hora en coche, estaría una hora ahí dándole vueltas y pensando ay, qué nervios.
Entonces puede parecer una tontería desde fuera, pero cuando eres de esa forma es una situación muy difícil y superarla es todo un reto.
Por ejemplo, si tú tienes un hijo que sabes que es introvertido, quizá el primer día de colegio le va a costar mucho.
Entonces también hay que entender cómo es ese niño y no presionar o quitarle importancia a algo que para él sí que es importante y que para él es un gran reto.
A veces cuando tú eres una persona extrovertida, por ejemplo, puedes pensar que algo es una tontería, pero para esa persona está siendo muy difícil superar eso.
Pero bueno, que también hay que sacarle un poco de hierro al asunto y no darle tanta importancia en tu cabeza, porque creo que también a veces es algo mental, que le damos mucha importancia, le damos muchas vueltas y lo convertimos en un problema más grande del que es.
Hemos hablado un poquito de la vuelta a la rutina, la vuelta al cole y los problemas del sistema de educación y la ansiedad social.
Al final, bueno, nos ha quedado un episodio un poco más variado de lo que teníamos pensado al principio, pero para nosotros la vuelta a la rutina nos recuerda estas cosas.
Al final somos dos personas bastante introvertidas, entonces cualquier cosa que suponga algo nuevo con gente nueva va a ser complicado.
Así que cuando pensamos en vuelta a la rutina, seguramente es lo primero que se nos va a venir a la mente.
Pero bueno, un episodio más personal, más centrado en nuestra propia experiencia.