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Hoy hablamos episodio 2127 Aprender una habilidad Bienvenido a Hoy Hablamos, el podcast para aprender español cada día.
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Cuando era niño fui a clases de guitarra porque mis padres me obligaban, pero la verdad es que no me interesaba nada.
Pasaron los años y un día navegando por Internet, por YouTube, con 13 o 14 años, vi un vídeo de un chico inglés tocando una versión de Escape y cantando en español con acento extranjero.
Me sorprendió muchísimo un inglés tocando y cantando una canción de un grupo español.
Esa chispa fue la que me motivó de verdad a coger la guitarra en serio, esta vez por iniciativa propia.
Al principio fue difícil, los dedos me dolían, los acordes no me salían y las canciones sonaban fatal.
Pero a diferencia de cuando era niño, esta vez tenía ganas, me divertía y cada pequeño progreso me hacía sentir genial.
Si tocas la guitarra, oyente, sabrás la dificultad de aprender por primera vez el acorde de fa.
Qué difícil es al principio, pero qué satisfacción tan grande cuando logras hacer el acorde bien.
Pues bien, de eso se trata el episodio de de aprender habilidades, de lo que cuesta empezar, por qué hacerlo y algunos consejos simples.
Normalmente, cuando pensamos en aprender una nueva habilidad, creemos que es algo que se hace cuando eres niño o muy joven.
Creemos que después cuesta más o incluso es imposible aprender habilidades nuevas.
Recuerda el primer episodio de este tema al mes, donde hablábamos de esa capacidad que tiene el cerebro llamada plasticidad, que es la capacidad que tiene el cerebro para ir formando nuevas conexiones neuronales y por lo tanto nos da la capacidad de aprender cosas nuevas.
Antes de ver cómo aprender nuevas habilidades, vamos a hablar de los beneficios y también de las ventajas que tiene aprender siendo adulto.
Fíjate que los estudios dicen que someter al cerebro a aprendizajes continuos de cosas nuevas es como un entrenamiento continuo, y eso hace que nuestra capacidad cognitiva mejore.
Mira lo que cuenta un profesor de la Universidad Heriot Wood en Edimburgo sobre un estudio que hicieron.
Lo que hemos estado haciendo en los últimos años es pedirle a varias personas que desarrollen una nueva actividad, como aprender un idioma, apuntarse a un curso de informática o hacer algo más creativo o artístico tras haber pasado una serie de tests psicológicos y cognitivos.
La nueva actividad debe ser algo que nunca hayan hecho antes y la desarrollarán durante tres meses antes de repetir los tests.
Y la conclusión tras su estudio es que nuestro cerebro se vuelve más activo gracias a la práctica de esa nueva actividad.
Se hizo un estudio entre personas de 58 a 86 años que hacen cursos como música, pintura o un idioma.
Después de unos meses los evaluaron y vieron como es lógico que todos aprendieron cosas nuevas y avanzaron en la materia que estaban aprendiendo.
Todos habían mejorado en las pruebas cognitivas generales, no solo en las pruebas concretas de lo que estaban aprendiendo.
Gracias a esa mejora, tenían unas capacidades similares a personas 30 años más jóvenes.
Y los que más mejoraron eran los que estaban aprendiendo varias habilidades a la vez.
Entonces la conclusión es cuando aprendemos una nueva habilidad es como si nuestro cerebro fuera el gimnasio.
Pero el hecho de aprender nuevas habilidades y sus beneficios va más allá de poner en forma el cerebro.
A unos les pidieron que hicieran algo relajante y a los otros que aprendieran una nueva habilidad.
Los que aprendieron algo nuevo fueron los que redujeron más sus niveles de estrés.
Cuando te focalizas en eso que estás aprendiendo, tu mente se centra en eso y se olvida de todo lo demás.
Pero espera que te lo cuente de manera un pelín más técnica un profesional, en este caso un médico.
Nuestro sistema nervioso solo es capaz de procesar una cantidad limitada de información a la vez.
Calma la reacción de lucha o huida, una respuesta fisiológica ante la percepción de daño o amenaza que mantiene nuestro cuerpo en un constante estado de estrés.
Y por si esto fuera poco, cuando practicas un pasatiempo del que disfrutas, tu cerebro desprende un químico llamado dopamina, nuestro antidepresivo natural.
Si te interesa este tema, te recomiendo leer el libro Flow, del autor húngaro con nombre impronunciable Mihaly Csitszentmihal.
Es un libro que leí al final de la etapa universitaria y me pareció muy interesante.
Me ayuda a entender por qué a veces nos sentimos súper conectados y concentrados haciendo una tarea en concreto, como cuando yo me ponía a aprender una canción en la guitarra de adolescente o cuando escribo algún episodio de este podcast.
Pero antes déjame que comparta algo que leí en un reportaje de gente que aprende a hacer karate con más de 40 años.
Mira lo que decía un de un grupo de karate de entre 90 y 100 alumnos, hay 26 que tienen más de 40 años 000.
Quienes se enganchan en una edad adulta muestran una dedicación que supera a menudo la de los jóvenes.
Cuando eres joven y algo te sale bien, quizá no lo aprecias tanto, así que nunca es tarde.
Lo primero de todo es que la habilidad que vayas a aprender sea la habilidad correcta para ti.
Por ejemplo, ponte que el sueño de tu vida es tocar en un grupo, porque la música es tu vida.
Esa es una razón muy potente para aprender a tocar un instrumento y te doy un ejemplo de un pequeño fracaso personal debido a no tener la motivación adecuada.
Pues porque vi una entrevista del pianista chino Lang y me pareció guay aprender a tocar el piano.
Bueno, pues después de un par de meses vendí el piano porque me di cuenta de que no era el momento adecuado y no tenía la motivación adecuada.
Una vez que sabemos qué habilidad nueva vamos a aprender, lo primero de todo es ser realista y poner los pies en la tierra.
Si vas a aprender a tocar un instrumento, por mucho que sueñes con estadios coreando tus canciones, tienes que saber que lleva tiempo tocar un instrumento.
Aprender una nueva habilidad es un proceso, y como todo proceso tiene sus distintas fases y por lo tanto, pequeños objetivos que tienes que ir consiguiendo.
Cada pequeño objetivo superado es un paso más en ese gran objetivo que es tocar ese instrumento bien o aprender español o lo que sea.
Solo con pequeños objetivos y con el refuerzo positivo de esos pequeños avances conseguirás aprender una nueva habilidad.
Cuando comiences tu camino vas a sentir incomodidad porque cuando aprendes algo al principio cuesta avanzar.
Hay estudios que dicen que la manera más eficiente de aprender es la combinación de práctica activa, retroalimentación y exposición pasiva.
Por ejemplo, si estás aprendiendo español, la práctica activa es que hables y escribas en español siempre que puedas.
Cosas como mantener una conversación con un compañero de intercambio, tu profesor o incluso hablar tú solo.
Y da igual el nivel que tengas, puedes hacerlo desde el principio con conversaciones y textos más básicos.
La exposición pasiva es que escuches podcast, veas series o leas en español para que tu oído y tu mente se acostumbren poco a poco al idioma.
A veces hay una misma cosa que puede ser práctica activa o pasiva dependiendo del enfoque.
Por ejemplo, si escuchas este podcast y tomas notas, revisas la transcripción, buscas las palabras que no entiendes, el quizá ya es una práctica más activa.
En cambio, si simplemente lo escuchas de fondo mientras cocinas o conduces, aunque también es muy útil, es algo más pasivo.
Por último, la retroalimentación es que un profesor nativo te corrija y te diga en qué te estás equivocando para que puedas mejorar.
Esto es importante porque sin darte cuenta puedes repetir los mismos errores o una y otra vez y terminan convirtiéndose en patrones difíciles de cambiar.
La corrección evita que esos errores se fijen en tu memoria y te ayuda a avanzar más rápido.
Y cuando ves que corriges esos errores y avanzas, eso te motiva a seguir practicando.
Tienes que poner en práctica las habilidades que estás aprendiendo para así poder aprender de verdad.
Y no podemos hablar de esto aquí porque eso ya depende de la habilidad que quieras aprender.
Significa practicar aunque no tengas ganas, aunque no te apetezca, aunque te dé muchísima pereza y paso de hacerlo.
En ese momento, cuando tengas esos pensamientos negativos, tienes que ¿Qué haría una persona que quiere lograr esto de verdad?
Pues si un día me da pereza practicar, pensaría ¿Qué haría en este momento una persona que quiere ser un crack tocando el piano?
Para terminar, permíteme que te diga algo necesario en cualquier aprendizaje Hay que descansar y tener una actitud humilde.
A todos nos ha pasado que hemos empezado a practicar algo y nos hemos obsesionado y hemos estado más horas de las humanamente posibles.
Cuando se hace esto, llega un momento en que se pierde la capacidad de seguir aprendiendo y puede llegar un cierto ofuscamiento.
Así que sí, hay que practicar, pero también descansar para que esa práctica y ese aprendizaje sean más efectivos.
En cuanto a la humildad, hay que ser conscientes de las limitaciones y de nuestros propios errores.
Porque si vamos a empezar a tocar la guitarra pensando que somos Brian May, mal vamos.
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