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Hoy hablamos episodio 2137 el café bienvenido a Hoy Hablamos, el podcast para aprender español cada día.
El escritor nicaragüense Rubén Darío dijo Una buena taza de su negro licor bien preparado contiene tantos problemas y tantos poemas como una botella de tinta.
No sé si la has visto o si la recuerdas, pero unas características del personaje de la gente Cooper es que tomaba mucho café.
De hecho, una de sus frases más conocidas fue aquella This is excuse me, I don't fine cup of coffee, donde básicamente dice lo bueno que es el café.
Pero no es casualidad la importancia que se le da en esta serie al café, ya que su creador, David Lynch, era un apasionado de esta bebida e incluso tenía su propia marca de café.
Decía que bebía más de 20 cafés al día y una de sus frases prefiero un mal café que ningún café.
Pues porque mañana, 1 de octubre, es el Día Internacional del Café y oye, es algo que nos acompaña a muchas personas en nuestro día a día.
Hoy no vamos a centrarnos en la historia del café y cómo llegó a España, porque ese tema ya lo tratamos en el episodio 1673.
Una parte importante de aprender un idioma es conocer cómo son las personas que lo hablan, su modo de vida y cómo entienden el mundo.
Por esa razón, creo que es relevante que te cuente cuál es la relación de los españoles con el café, cómo lo tenemos integrado en nuestra vida cotidiana.
Así que si te parece, vamos a conocer la rutina cafetera de un español estándar, por llamarlo de alguna manera.
Ojo, porque este café tiene sus variantes según lo ocupado que estés o el tiempo que tengas.
No es lo mismo el café que te tomas rápido porque vas con prisa al trabajo, que el café que te tomas sentado desayunando una buena tostada.
No voy a entrar en el tema de desayunos y tostadas porque estaríamos aquí todo el día.
Puede ser también que este café se convierta en dos para las personas más adictas, porque es común que te tomes uno rápido mientras te preparas para salir a trabajar y luego llegas al trabajo y te tomas otro con más calma en esos primeros minutos de la jornada.
Después solemos tomar otro café a media mañana, que normalmente es un café que ya tomas sin nada de comer, porque es más que nada una excusa para levantarte de la mesa, descansar un poco y que te dé energía para poder seguir con la mañana.
Cuando yo trabajaba en una oficina, hacíamos una pausa a las 11 aproximadamente y aprovechábamos para salir a una cafetería a tomar un café.
Yo tomaba agua porque en esa época no me gustaba el café, pero hoy día tomaría un café sin duda.
Muchas veces vas a comer y cuando te pregunta el camarero si quieres algo de postre, le pides directamente un café.
Todos sabemos que después de comer suele entrar un poco de sueño, entonces para poder seguir trabajando o para poder seguir activos necesitamos ese café.
En muchos casos es el último café del día y honestamente, si pensamos en la salud y en dormir bien, debería ser el último del día.
Pues ese es el café de media tarde como para merendar, que se suele tomar a las 6 aproximadamente.
Este es un café que se relaciona mucho con lo social y responde a eso de quedar con alguien por la tarde y decirle quedamos para un café.
Los estudios sobre el consumo de café En España nos dicen que los españoles tomamos de media entre semana unos 3,6 cafés al día.
En cambio, los fines de semana baja este consumo porque no vamos al trabajo y ahí se suele tomar bastante café.
El café en España es una bebida que está integrada completamente en nuestra vida y aunque se utiliza para que te despierte como puro chute de cafeína, su papel en la sociedad española va más allá.
Cuando un español te dice vamos a tomar un café, no te está diciendo que os toméis un café sin más.
Te voy a poner un imagínate que tienes un amigo que lo está pasando mal por lo que sea.
Las grandes conversaciones de la vida y las grandes confesiones se han dado con un café de por medio.
Muchas veces invitar a un café es el primer paso para conocer a alguien, no solo como pareja, sino también como amistad.
Este episodio de hoy, que gira en torno al café, pretende ser de utilidad por si tú, oyente que estás aprendiendo español, vienes a España.
¿Pues bien, la forma natural de pedir en España serí me pones un café con leche, por favor?
Otra un café con leche cuando puedas, por favor o simplemente un café con leche, gracias.
Aclarado esto, vamos a ver los diferentes tipos de cafés que se suelen tomar en España.
Solo un inciso antes de todos estos cafés se pueden tomar en la versión normal con cafeína y en la versión descafeinada.
El café solo es el equivalente al espresso italiano, solo que aquí se le llama también expreso con X.
El café corto es más concentrado que el solo porque lleva la mitad de agua, vamos, que son apenas dos sorbos.
El americano lleva la misma cantidad de café que el solo, pero se le añade agua caliente para doblar la cantidad y que esté más diluido.
El solo doble tiene la misma cantidad que el americano de agua, pero en esta ocasión también se dobla el café, así tiene más cuerpo.
Y el café con hielo es un café solo al que se le pone un vaso al lado con hielo donde lo viertes para enfriarlo.
Y este es un detalle en España no es habitual o tradicional echar hielo dentro del café como en un aislate.
En España te ponen un vaso al lado con hielo para que tú mismo eches tu café dentro del vaso.
Aunque es verdad que por influencia de Starbucks, en algunas cafeterías ya puedes encontrarte aislates y otras variantes.
Vamos ahora con las formas más típicas de café con leche, que serían el cortado, el café con leche y el manchado.
El café cortado es más café que leche, lleva una proporción de 75 % de café y un 25 % de leche, y se suele servir en una taza similar a la del expreso.
El café con leche es el más consumido en España y básicamente es un café donde la mitad es café y la mitad es leche.
Por su parte, el manchado es lo opuesto al cortado, es decir, lleva más leche que café, con un 75% de leche y un 25% de café.
Lo cierto es que sí, y los más comunes son el bombón, el vienés, el irlandés y el carajillo.
Al irlandés se le añade whisky y al carajillo, que es de lo más español que hay, se le pone brandy.
Aclaración Este tipo de cafés son más de sobremesa, es decir, para tomar después de comer.
Ahora es el momento en que tú, querido oyente, me dices que todo esto está muy bien, que me agradeces lo que te estoy contando, pero que te cuente los secretos de verdad.
Y es verdad, porque sabemos que hay expresiones y localismos que al utilizarlos nos hacen sonar muy autóctonos.
Sí, esas palabras que cuando las utilizas y la persona de enfrente sabe que no eres del país, le provocan una sonrisa y te hacen sentir como si fueras de ahí de toda la vida.
Pues bien, vamos a ver algunos ejemplos de formas de pedir café de sitios muy concretos pero que no son comunes en toda España.
En Valencia puedes pedir un Blanco y negro, que es un café granizado con leche merengada.
En Canarias puedes pedir un Leche y leche, que es café con leche, pero en la parte de la leche la mitad es leche normal y la otra mitad es leche condensada.
En el País Vasco, si pides un ebaki te darán un café con leche largo y con mucho azúcar.
Si vas a Madrid, la capital, y pides una mediana, te servirán un café con leche en un vaso mediano y un Mitad y mitad va con leche caliente y fría.
Málaga también tiene su propio lenguaje en cuanto a cafés, dos la sombra, que es un dedo de café y lo demás leche.
Mención aparte tiene los cafés con licor, donde podemos encontrar un nombre distinto casi en cada región.
Un ejemplo es el Barraquito, que es típico de Tenerife, que lleva es un café cortado largo con leche y leche condensada, canela en rama, corteza de limón y unas gotitas de licor 43.
Y otro ejemplo en Galicia es el Café con gotas, que es café solo con unas gotas de licor de orujo, un licor típico de Galicia.
Solo espero que este episodio te ayude a que cuando vengas a España y alguien te invite a tomar un café, al pedirlo, la persona que tienes enfrente sonría y esta persona ya es casi del barrio, es de los nuestros.
Seguro que ese café trae consigo, como se decía en aquella película, el inicio de una gran amistad.
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