This transcript has been generated automatically.
Hoy hablamos premium episodio 314 ir de crucero con Rebe Hola amigos, amigas, bienvenidos a un nuevo episodio Premium.
Hoy Rebe y yo hablamos de la reciente experiencia de Rebe y sus amigas yendo de crucero.
Pues yo muy bien, un placer como siempre estar aquí un viernes más para hablar contigo.
No digo que no brille habitualmente, hoy brilla más simplemente lo tendré sucio, no sé.
Bueno, obviamente estoy bromeando un poquito porque hoy vamos a hablar de la reciente experiencia que has tenido junto con tus amigas que os habéis ido de crucero las cuatro juntas.
Yo no he participado en esta experiencia, ha sido un viaje que has hecho tú con tus amigas.
Yo no he participado, pero puede ser interesante escuchar tu experiencia, qué te ha parecido, las cosas que te han gustado, las cosas que no te han gustado tanto.
Realmente ninguna habíamos hecho nunca un crucero, Era nuestra primera vez para todas Y surgió la idea realmente no porque quisiésemos hacer este viaje en concreto, sino porque.
Bueno, todo empezó porque siempre tuvimos la idea en mi grupo de amigos y amigas de que cuando todos tuviésemos 30 años todos hubiésemos pasado esa barrera, haríamos un viaje en grupo, un viaje todos juntos.
Y este año pues ya todos tenemos 30 años, yo ya los paso en un par de añitos, pero bueno, decidimos hacer este año el viaje y la idea como decía, era que fuésemos todos.
No fuimos un grupo muy grande a este viaje, pero bueno, fuimos cuatro y Cuando surgió la idea, como íbamos a ser un grupo grande, pensamos en hacer un viaje sencillo de organizar, porque cuando es un grupo es difícil organizar el viaje, que todo el mundo se ponga de acuerdo a dónde ir, qué hoteles reservar, los transportes, todo se complica más.
Entonces una amiga encontró una oferta, un crucero por las islas griegas, por el Mediterráneo, y era muy sencillo organizar algo así, porque era comprar ese crucero, ese billete, tenías las comidas incluidas, los transportes, todo estaba incluido.
Tiene lógica, porque es cierto que cuando organizas un viaje con amigos, cada uno tiene sus preferencias y o estáis todos muy en la misma línea y tenéis el mismo estilo, o es un poquito complicado organizar esos viajes y cuantas más personas, peor.
Entonces es cierto que si haces algo así como cerrado y organizado, te quitas esos riesgos.
Y luego algo que pasa también muchas veces es que cuando hay mucha gente es como que todo el mundo lo va dejando porque piensa que otra persona se va a encargar de organizar y al final nadie se encarga.
Y yo como suelo ser la persona que se encarga de muchas cosas de organización, pensé uff, yo casi que paso de tener que organizar todo el viaje para todo el grupo.
Así que me pareció buena idea para también quitarme yo un poco ese peso que al final acabó pasando, que las pocas cosas que había que organizar las acabé organizando igual, pero bueno, eran menos.
Y supuso una relajación, porque semanas antes del viaje aún había un montón de cosas sin organizar.
Es verdad, ya sabemos que aquí Rebe necesita organizar un viaje tres o cuatro años antes, ese es su ideal.
Cuando viajas en grupo tiene que haber un poco de todo, porque va a haber gente que vaya muy relajada, que todo le dé igual, que fluya mucho.
Pero se necesita alguien que organice las cosas para que esa persona pueda fluir.
Por ejemplo, porque luego llegas a un sitio y necesitabas una entrada para entrar a un museo, o llegas a otro sitio y resulta que no sabes cómo moverte.
Bueno, la persona que organizó sabe que ahí hay taxis o autobuses o qué línea de metro tienes que coger, entonces siempre hace falta equilibrio.
Estoy de acuerdo, porque por ejemplo yo estuve en Atenas hace muchos años, hace 10 años más o menos, en un viaje que hice con unos amigos tuvimos una escala de 24 horas en Atenas solo pasamos un día, pero claro, no organizamos nada e íbamos a ir al Partenón pero no vimos el horario y cuando llegamos estaba cerrado.
Éramos muy jóvenes, no había nadie que organizase nada y no pensábamos en esas cosas, en los horarios.
Y nos llevamos un chasco muy grande porque nos fuimos de Atenas sin ver el Partenón, entonces nos pusimos un poco tristes.
Así que es verdad que una persona que organice y que vea los horarios, que compre las entradas y planifique las cosas se agradece mucho y te ahorra disgustos.
La verdad es que sí, porque no ver el Partenón es como ir a París y no ver la Torre Eiffel, o sea, es la cosa más importante.
Pues tengo que decirte Roi, y a todos los oyentes que a lo mejor tengan pensado visitar Atenas, que te recomendaría si vas visitar el Partenón con un guía.
Nosotros hicimos eso y cambia muchísimo la experiencia de tener a alguien que te vaya contando un poco sobre la historia qué es cada cosa, porque si no tú vas allí, ves restos, ves columnas, ves Pero no entiendes.
Claro, si no conoces la historia no te transmite nada, pero si alguien te lo explica está claro que vas a aprender mucho más y vas a disfrutar mucho más la experiencia.
Yo nunca he estado en un crucero y tengo curiosidad por ver cómo es la experiencia.
Realmente no solo tú pensabas eso, todo el mundo nos decía esto cada vez que hablábamos sobre nuestro viaje.
¿Todo el mundo decía viaje de los 30 y vais a un viaje de jubilados, pero qué vais a hacer?
Todo el mundo se reía muchísimo, nos hacían un montón de bromas y claro, sí que llegamos a pensar un poco esto de vamos a ir allí en un barco todo lleno de gente mayor y no vamos a tener mucho que hacer, va a ser un poco aburrido, todo va a estar pensado para ese tipo de personas.
A ver, hay muchos tipos de cruceros y tú puedes contratar cruceros, por ejemplo, ya pensados para ir con niños y esos cruceros van a tener actividades más pensadas para los niños y tal.
Pero claro, nuestro viaje era desde Atenas por unas cuantas islas griegas y una pequeña ciudad en Turquía.
Pero decir Roi, que en este aspecto muy contenta, porque es cierto que la media de edad era bastante alta, había alguna persona joven, alguna pareja que quizá estaba de luna de miel o algún chaval que iba con sus padres o sus abuelos, pero bueno, éramos de las más jóvenes y no me importó en absoluto, la verdad, me lo pasé genial con toda la gente mayor, hicimos un montón de amigas, charlamos con un montón de señoras y señores, las actividades valían para todos los públicos, había clases de baile, de zumba, pilates, manualidades, no sé, participamos en un montón de cosas.
Y que conste que claro, a veces tenemos la imagen, esta imagen de la gente mayor o la gente mayor de sesenta, setenta años como gente aburrida, abueletes o lo que sea.
Pero el otro día leí un artículo que dice que ahora los mayores de 55 años beben más alcohol que los menores de 30, consumen más drogas y tienen más sexo sin protección que los menores de 30 años.
Entonces, cuidado, porque quizá tenemos una idea equivocada de las personas mayores, quizá los abueletes somos los jóvenes y no los mayores.
En este crucero yo puedo confirmar, nosotras hacíamos muchas actividades, pero bueno, nos íbamos relativamente pronto a cama, no sé, a la una y media de la mañana a lo mejor no bebimos nada de alcohol, porque claro, al día siguiente tenías que hacer turismo, pero la gente mayor, como tú dices, tenían un ritmo en el casino, tomándose sus cócteles, haciendo un montón de actividades al día siguiente, excursiones, se lo pasaron muy bien.
Otra cosa que yo pensaba sobre el crucero y que me generaba un poco de negatividad a la hora de viajar, era que pensaba que iba a ser agobiante.
Pensaba que estar ahí dentro con tantas personas iba a ser, pues eso, muy agobiante.
Que ibas a ir al restaurante, iba a estar saturado, ibas a ir a ver un espectáculo, ibas a tener que hacer una cola.
Pensaba que todo iba a estar como muy lleno y para nada súper relajado, incluso muy cómodo.
Había veces que ibas a una actividad y no había casi nadie, porque la gente se reparte mucho en las distintas zonas del barco y al final incluso acabas eso, conociendo a las personas.
Ibas a desayunar y ya conocías a la gente, ibas a la discoteca y siempre bailabas con las mismas personas.
Había un casino, había una discoteca, había un teatro en el que había espectáculos cada noche había actividades organizadas, como dije antes.
Y luego hablando con los trabajadores nos informamos un poco, porque como te decía, hablamos con un montón de gente.
Entonces yo acabé saludando a todo el mundo, la tripulación, los pasajeros, yo iba saludando y hablando con ellos.
Pues nos dijeron eso, que tienes que ser una persona muy polivalente, porque el mago era el camarero y luego pues era otra cosa, una chica que era camarera, luego cantaba ópera en los espectáculos, en los restaurantes, luego otra persona daba zumba, pero luego estaba también sirviendo, pero luego estaba organizando otra actividad.
Entonces tienes que ser como muy polivalente, tener muchas habilidades y así puedes encargarte de distintas cosas.
Entonces tú si vas a trabajar a un crucero de camarero, de camarera vale, tienes que saber limpiar, tienes que saber servir mesas y tal, pero necesitas tener una habilidad más.
Necesitas saber cantar o tocar la guitarra o alguna habilidad tienes que tener diferente para poder dirigir alguna actividad o para poder dar algún servicio extra.
Camarero, varios idiomas, también hago magia, pico, hielo y sé hacer papiroflexia.
Tienes que poner cualquier cosa que creas que sabes hacer y luego ya la perfeccionarás.
Porque había alguno que, por ejemplo, el mago era muy gracioso el señor, y yo creo que estaba aprendiendo aún porque se sorprendía un poco cuando le salían bien los trucos, como que se sorprendía y ponía cara feliz.
Es cierto que a veces en el currículum exageras un poco y luego resulta que te contratan y ah, bueno, como has puesto que eres un mago experto, vas a ser el mago del crucero.
Y las semanas antes viendo tutoriales en YouTube, comprándote diferentes trucos y practicando un montón para aprender.
Y Rebe, quiero que me hables de una anécdota que me contaste a mí fuera de micro, sobre cuando subisteis al crucero.
Al principio, justo al inicio, que para que supieseis dónde está la zona de emergencia y qué hacer cuando hay una emergencia, cuando hay algún problema, hicieron un simulacro.
Es la única anécdota que me interesa que compartas hoy, porque en mi opinión es la que más gracia me hizo.
Bueno, hay muchas graciosas, quizá ya se te olvidaron algunas, porque claro, yo regresé ya hace unos cuantos días y he estado día tras día contándole a Roi un montón de anécdotas, entonces el pobre ya quizá está un poco aburrido de este viaje.
Pero bueno, esta anécdota es curiosa porque claro, como nunca habíamos ido a un crucero, no sabíamos en absoluto cómo funcionaba y estábamos un poquito perdidas.
Entonces, en cuanto llegas al barco el primer día, lo primero que se hace es un simulacro.
Una tarjeta que te dan al llegar al barco, que tienes que llevar siempre contigo para pagar, para subir, bajar del barco, ese tipo de cosas.
Entonces decían, en la parte de atrás de la tarjeta ponen a qué zona debes acudir para evacuar el barco por si hubiese una emergencia.
Y nosotras tres, muy incautas, un poco ingenuas, le dimos la vuelta a la tarjeta y lo primero que nos fijamos es que en unas letras un poquito grandes ponía SPA.
Y nosotras dijimos, vale, perfecto, nuestra zona de evacuación es el spa del barco.
Y pensamos, vale, esa es nuestra zona para evacuar, debemos, debemos ir ahí y desde ahí ya nos dirán qué hacer.
Que por el camino, pues había unos trabajadores y nos indicaron otra zona y nosotros les hicimos caso.
Entonces seguimos al grupo y tal, hicimos el simulacro, estuvimos allí un rato esperando y cuando volvimos a habitación, nos fijamos bien en la tarjeta y al ver cosas en nuestra habitación y tal, que estaban folletos y todo en español, nos dimos cuenta de que en letra un poquito más pequeña, debajo ponía cubierta 5 y spa en grande.
La información nos la daban en español, los folletos, todo eso nos lo daban en español.
Porque si no hubieran hecho un simulacro y ese crucero acabase como el Titanic, Rebe y sus amigas estarían en el spa.
Oye, podríais bañaros en el jacuzzi, relajaros un rato mientras el barco se hunde.
Pero a ver, parecen tonterías, pero tú imagínate que hubiera un problema y en el momento te pones nerviosa, ves lo de spa y piensas pues en la zona del spa a todos nos podría.
¿Y cuéntame un poquito qué ventajas le ves a viajar en crucero y qué desventajas?
Porque yo sé que os lo pasasteis muy bien, os divertisteis mucho, pero alguna desventaja también tiene que haber.
Pues para empezar con lo bueno, que al final, como dije ya al principio, escogimos el tipo de viaje precisamente porque tenía muchas cosas buenas.
Tú contratas este viaje y ya no tienes que pensar en hoteles en cada destino, vuelos, comidas.
Cuando quieres visitar varias islas tendrías que estar cogiendo un vuelo a otra isla o un barco.
Luego me pareció muy buena idea para gente por ejemplo que no habla muchos idiomas o que por ejemplo había muchos grupos de personas mayores españolas y no hablaban inglés, pero claro, la tripulación habla muchísimos idiomas, tú vas a recepción y hablan español, entonces es muy fácil comunicarse para este tipo de personas.
Creo que elimina ese factor de miedo a la hora de viajar de la barrera del idioma.
Otra cosa, nunca te aburres, tú siempre tienes algo que hacer en el barco, ya sea relajarte en la piscina o ir a un montón de actividades.
Como decía antes, si te gusta ser una persona activa que tiene cosas que hacer, no te vas a aburrir en ningún momento.
Nosotros en una semana vimos varias islas, vimos Atenas, entonces puedes ver muchos sitios diferentes.
Que eso tampoco sé yo si es una ventaja, porque yo pensaría que ver tantos sitios en tan poco tiempo vas muy rápido, es muy agobiante.
Pues yéndome a una desventaja, para mí lo malo es que ves muchas cosas en poco tiempo pero no profundizas, entonces realmente no llegas a conocer ese sitio.
Por ejemplo, estuvimos en la isla de Creta, es una isla bastante grande, pero nosotros solo vimos una ciudad a donde llegaba el barco.
Entonces fuimos, alquilamos un apartamento, alquilamos un coche y recorrimos la isla.
Fuimos a varias playas, fuimos a Rodas, pero también a otro pueblo, a varios pueblos si no recuerdo mal.
En cambio, la gente que venía con crucero atracaban en Rodas, pasaban unas cuantas horas solo en Rodas, en la ciudad y ya está, porque no te da tiempo a ver nada más.
Entonces a ver si está bien, porque Rodas es bonita la ciudad, pero la isla tenía unas playas muy bonitas y otras zonas que también merecían mucho la pena que la gente del crucero no pudo ver.
Y otra desventaja también un poco relacionada es que tienes que adaptarte a los horarios del barco.
No puedes elegir tú, pues quizá querría cenar en esta isla o incluso dentro del barco, pues tienes ciertas horas de comida, ciertas horas para cenar, actividades a ciertas horas.
Entonces quizá esa es una desventaja para ciertas personas, que tienes que adaptarte mucho y pues a ti igual te gusta de rutina y hacerlo de forma más relajada y no puedes.
Quizá en el crucero más a lo mejor, pero en todos los viajes organizados siempre hay horarios estrictos y bueno, no puedes libremente tú organizar el día como quieres y eso.
Si te gusta ir a tu rollo y tomarte las cosas con calma, puede ser una desventaja bastante grande.
Pero aquí luego hay otra ventaja que yo vi y es que si tú viajas en grupo o en pareja, por ejemplo, imagínate que viajamos tú y yo, no todos tenemos que hacer lo mismo.
Uno podría bajarse, hacer una excursión y visitar la ciudad, pero el otro podría quedarse tranquilamente en el barco, en la piscina o haciendo alguna actividad organizada en el barco, ya sea por gusto o porque vimos personas que por ejemplo, eran matrimonios y los dos no estaban en la misma forma física o alguno de ellos tenía algún problema, alguna enfermedad, por ejemplo, uno se quedaba o hacía ciertas actividades y el otro podía hacer otras cosas, viajaban juntos pero no hacían las mismas cosas todo el tiempo.
Entonces esa me parece una ventaja de este tipo de viajes, que haces el viaje igual en grupo o en pareja, pero uno puede aprovechar más ciertas cosas.
Mi balance es bastante positivo, pero creo que también por la experiencia en sí de ir con amigas.
Creo que el hecho de haber ido con mis amigas hizo que fuese muy divertido, porque siempre estábamos riéndonos haciendo algo, siempre alguna se anima a hacer alguna actividad, no sé, hizo que la experiencia fuese muy divertida.
Quizás si hubiésemos ido tú y yo en otro grupo, quizá no hubiese sido tan divertido, por ejemplo, No lo sé.
No te veo yo yendo a clase de salsa, luego a manualidades, luego a la discoteca, luego hablando con un grupo de señoras, tomándonos algo.
Depende de cómo sea la pareja, quizá los dos os gusta mucho hacer eso y perfecto.
Aunque decir que las parejas que veía de gente joven no parecía que se estuviesen divirtiendo demasiado, no eran muy divertidos.
Entonces, en conclusión, me gustó mucho la experiencia, me lo pasé muy bien, pero no sé si repetiré en el futuro porque creo que si viajo a un sitio me gustaría conocerlo un poquito más a fondo, disfrutarlo más con calma, pudiendo hacerlo a mi ritmo y hacer lo que me apetezca en cada momento.
Claro, personas que quieren ir con algo mucho más organizado, que no quieren preocuparse por las cosas, quieren estar totalmente despreocupadas quizá para esas personas sí que es perfecto un crucero.
Entonces es un viaje diferente, porque al final mientras te estás moviendo también te estás divirtiendo, no pierdes ese tiempo de los trayectos, que a lo mejor en el avión te aburrirías, ahí no notas que te estás moviendo.
Pero eso para cierto tipo de personas, gente mayor que le gusta por ejemplo, conocer gente y hacer muchas actividades, me parece una buena idea.
Venga Rebe, pues acaba contándome alguna anécdota graciosa, además de la anécdota del spa, que ya nos has contado que ha sido graciosa.
Venga, cuéntame otra cosa así curiosa o graciosa que te haya pasado en este viaje.
Bueno, te voy a contar otra también del principio del crucero, que también es bastante vergonzosa y demuestra claramente que nunca habíamos hecho este tipo de viajes, ni viajes lujosos en general.
Porque lo que nos pasó es que nosotras cuando cogimos la oferta solo te incluía cierto tipo de camarotes.
Bueno, comprasteis el camarote más barato, el que no tiene ventana, el que está ahí metido al fondo del barco, El zulo, el más barato.
Bueno, digo que nos tocó porque al principio, como íbamos a ser un grupo grande, no había suficientes habitaciones para el grupo.
Pero bueno, la conclusión es que compramos la más barata, la que no tenía ventanas ni nada.
Vaya lío ahora tener que explicarle porque en inglés, bueno, no nos defendíamos tan bien.
Nosotros ya montándonos en nuestra mente unas películas pensando que nos iban a echar.
Tocan a la puerta y aparece un hombre que hola, soy Wilson y mis amigas ya nos vienen a echar.
Que si nosotras hubiésemos tenido experiencia, hubiésemos sabido que esos nombres en esa tarjeta no es el nombre del pasajero, no es el nombre de la persona de esa habitación, Es el nombre de las personas encargadas en esa zona, los trabajadores de esa zona que van a venir cada día a darte toallas, limpiar la habitación.
Bueno, van a ser las personas que estén en contacto contigo por si necesitas algo.
Entonces imagínate la vergüenza cuando aparecen en nuestra puerta las personas encargadas de eso, traernos las toallas y tal.
Y nosotras pensábamos que eran los pasajeros de esa habitación que nos venían a echar de la habitación.
El pobre Wilson, él solo quería limpiar la habitación y encargarse de que todo estuviera bien.
Y luego veis las tarjetas y lo que pensáis es que son los pasajeros, no los limpiadores.
Es como que Al ser varias, no sé qué pasaba, como que nos retroalimentábamos en nuestra imaginación y acabamos creando unas historias que decías, pero a ver, esto es imposible o lo resuelves mucho más rápido preguntando y punto.
No, no, nosotras nos complicábamos muchísimo, montábamos unas películas, pero bueno, hizo que todo fuera muchísimo más divertido, la verdad.