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Hoy hablamos episodio 2151 expresiones con saco Bienvenido a Hoy Hablamos, el podcast para aprender español cada día.
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Sin embargo, no vamos a hablar de ese recipiente de tela u otro material que sirve para almacenar cosas.
Vamos a hacerlo más interesante, ya que te vamos a presentar cinco expresiones con esta palabra, algunas de ellas coloquiales, incluso vulgares, para que no te quedes con cara de tonto cuando alguien te diga que te vayas a tomar por saco.
Cuando hayas acabado de escuchar este episodio, sabrás, por ejemplo, que si una persona te manda a tomar por saco, no te estará diciendo que vayas a la tienda a comprar un saco, sino que lo más probable es que estés en problemas.
Bien, pues antes de hablarte de la historia de hoy, vamos a presentarte las cinco expresiones que hemos elegido para para este episodio.
Son las Dentro del mismo saco, Ir a saco, Caer algo en saco roto, la avaricia rompe el saco y en último lugar, mandar a alguien a tomar por saco.
Pues con la historia de unos amigos madrileños que deciden cenar en un restaurante mexicano.
Por eso decidieron ir a un restaurante mexicano y así deleitarse con la siempre deliciosa comida mexicana.
Decidieron ir a un restaurante con bufé libre, por lo que con un precio fijo podían comer tanto como quisieran sin límite.
El ambiente del restaurante era estupendo, con una bonita decoración y música de Luis Miguel de fondo.
Al poco tiempo de sentarse, llegó un trabajador del restaurante para llamarles la atención y decirles que no gritaran tanto, que estaban molestando a otros comensales, A lo que uno de ellos respondió Señor, lamentamos las molestias, pero no nos meta a todos dentro del mismo saco.
Como había autoservicio, nuestros protagonistas iban levantándose y yendo a coger comida.
Cada vez que sus platos se vaciaban, iban a saco, ya que querían amortizar el precio pagado y probar la mayor cantidad de platos posible.
Jaime y Elena, los dos jóvenes más ruidosos, se atrevieron incluso a probar los camarones a la diabla.
Uno de los trabajadores del restaurante advirtió a estos jóvenes de que se trataba de un plato muy picante, pero estas palabras cayeron en saco roto y pusieron en el plato una gran cantidad de camarones.
Yo estoy aquí para probarlo todo, que para eso me he gastado un pastizal, dijo Jaime.
Su amiga Elena comentó lo mi abuela siempre me dice que la avaricia rompe el saco, pero no me importa.
Viendo que Jaime y Elena estaban tumbados en el suelo y no se encontraban bien tras comerse los camarones, el gerente del restaurante decidió llamar a una ambulancia.
Mientras los paramédicos atendían a estos dos desafortunados comensales, uno de ellos, Jaime, le dijo al gerente lo Vuestra comida me ha enfermado.
El gerente, sorprendido y enfadado al escuchar tal petición, respondió no te voy a mandar a tomar por saco porque estás sufriendo en el suelo.
Y así llegamos al final de la historia, con Jaime y Elena en el hospital y unos trabajadores satisfechos al ver que esos odiosos comensales habían acabado de la peor manera posible.
Tras esta historia, vamos a comentar las cinco expresiones del día, todas ellas con la palabra saco.
Después de que un trabajador fuera llamarles la atención al grupo de amigos, uno de ellos respondió señor, lamentamos las molestias, pero no nos meta a todos dentro del mismo saco.
La expresión dentro del mismo saco va a usarse cuando hablamos de situaciones en que se trata del mismo modo a personas que deberían ser tratadas de manera diferente.
Un día, hace muchos años, conocí a un español puntual, o quizá fue un sueño, no lo sé.
Como había autoservicio, nuestros protagonistas iban levantándose y yendo a coger comida.
Cada vez que sus platos se vaciaban, iban a saco, ya que querían amortizar el precio pagado y probar la mayor cantidad de platos posible.
Se dice que una persona va saco cuando actúa con mucha determinación para conseguir lo que quiere.
Los jóvenes de la historia tenían mucha determinación para probar toda la comida del bufé, por eso comieron abundantemente y sin pensar en las consecuencias que pudiera tener su comportamiento.
Imagínate un ladrón de película, un ladrón de esos que entra en un banco con un saco y quiere robar tanto dinero como sea posible.
De esa manera va a esforzarse mucho para meter en el saco todo el dinero que encuentre a su paso.
Entonces es posible que vayas a saco para intentar ligar con él y que no se te escape esa oportunidad tan buena que hay en el mercado.
Dejamos los líos amorosos y vamos a saco a por la tercera expresión del dí caer algo en saco roto.
Esta la hemos escuchado en el momento en que los amigos decidieron probar los camarones a la diabla.
Uno de los trabajadores del restaurante advirtió a estos jóvenes de que se trataba de un plato muy picante.
Pero estas palabras cayeron en saco roto y pusieron en el plato una gran cantidad de camarones.
Es decir, tus palabras no tienen valor y no puede tenerlas en cuenta en el futuro.
Pasamos ahora a una frase proverbial que quizá hayas escuchado La avaricia rompe el saco.
Tras la advertencia del trabajador del restaurante, Elena comentó lo Mi abuela siempre dice que la avaricia rompe el saco, pero no me importa.
Jaime Se usa la frase la avaricia rompe el saco en una situación en la que el deseo por conseguir algo muy grande puede frustrar una ganancia que estaba bien.
En ocasiones puede ser una buena idea ser menos ambicioso, conformarse con menos.
Siguiendo la idea anterior del ladrón que entra a un banco a robar, podemos decir que es mejor que el ladrón no ponga mucho oro en el saco, de lo contrario no podrá cargar con todo el peso y la policía lo atrapará.
Y ahora, por último, llegamos a la quinta expresión del dí mandar a alguien a tomar por saco.
Después de escuchar la petición de Jaime, el gerente del restaurante contestó no te voy a mandar a tomar por saco porque estás sufriendo en el suelo.
No obstante, te voy a pedir una nunca vuelvas a nuestro restaurante, No serás bien recibido.
El gerente fue muy educado, tuvo mucha paciencia porque yo creo que si hubiera sido él, creo que habría mandado a tomar por saco a Jaime.
Así pues, podemos decir que si mandamos a alguien a tomar por saco, estamos echándolo, es decir, diciéndole que se vaya a otro lugar que deje de molestar.
Para usarla deberás estar muy enfadado y asegurarte de que la otra persona no es más grande y fuerte que tú.
Es una versión un poco menos vulgar de vete a tomar por culo, pero sigue siendo una frase que solo dirás cuando estés muy enfadado con alguien y quieras decirle algo desagradable y maleducado.
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