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Como siempre, hoy publicamos un episodio gratuito y otro episodio exclusivo para los suscriptores premium en el podcast Premium Rebelló.
Hablamos del efecto avestruz, un sesgo cognitivo que consiste en ignorar información negativa pero que puede ser positiva para nosotros.
Com Ahora, en este episodio del Podcast diario, Paco y yo hablamos de algunos consejos que nos daban nuestros padres cuando éramos pequeños y en los que estaban muy acertados.
Pues aquí estoy, pensando en lo mucho que he estado equivocado en mi vida, reflexionando sobre mis errores y mis equivocaciones.
Tú, yo, ese oyente que nos escucha desde Brasil, desde Sao Paulo, el oyente que nos escucha desde Albuquerque también.
Lo que pasa que éramos muy necios, muy ignorantes, muy tontos como para darnos cuenta de que tenían razón.
Y es que cuando éramos más jóvenes, en la adolescencia especialmente, muchas veces los padres nos decían cosas y nos regañaban y nosotros no los escuchábamos.
Es un periodo en el que no quieres escuchar a los mayores, pero cuando vas haciéndote mayor sí que vas pensando en esas frases.
Y luego, claro, de toda la gente que te rodea, las personas que más te quieren son tus padres y suelen ser las personas a las que menos caso quieres hacer.
Además la palabra adolescencia es interesante porque mira, adolescencia viene del verbo adolecer y adolecer es un sinónimo de sufrir.
Y bueno, lo positivo de ese periodo es que la juventud, como siempre digo, es una enfermedad que se cura con el paso del tiempo.
Está molestaba también porque esta frase lo que encierra es una posición de autoridad y una situación a la que nunca puedes llegar.
Entonces, por tanto, tengo que esperar 5 años, 10 años, 15 años para poder entenderlo.
Sí, Roi, como bien dices, creo que era una frase un poco condescendiente, porque evidentemente entonces al pronunciar esa frase el adulto ya sabía que.
Bueno, pues que él tenía la razón, que tú por ser tan joven no tenías ni idea de eso.
Pero bueno, no siempre usaban esta frase de esta forma, sino que otras veces era simplemente para explicar que cuando eres mayor tienes ciertos problemas o te pasan algunas cosas.
Y tú ¿Qué pasa con los padres o los abuelos que están todo el día quejándose de dolores de espalda, de rodillas, de cabeza?
Y claro, tú cuando eres tan joven dices Bahía, eres un viejo, siempre te estás quejando, no tienes aguante, papá, mamá, hay que aguantar más.
Y luego Tú ya cumples 30 y ostras, si tengo estos dolores de espalda con 30, no quiero saber qué dolores tendré cuando tenga la edad de mi padre.
Estas frases podrían entrar en el grupo de lecciones de vida, porque nuestros padres ya desde jovencitos nos daban algunos consejos que más tarde podríamos utilizar.
Y otra frase típica de padres, Roi, ya me echarás de menos cuando te independices.
Porque claro, ella cocinaba, bueno, hacía funcionar el hogar y siempre decía bueno, ya me echarás de menos cuando no vivas conmigo.
Entonces no la echaba de menos, pero sí que cuando me independicé valoré mucho el trabajo de mis padres y sobre todo de mi madre, porque te das cuenta de que llevar una casa requiere mucho trabajo, que es muy invisible.
Y por supuesto, cuando eres adolescente no tienes muchas ganas de hacer las tareas del hogar, y cuando creces, pues sí que tienes que hacerlas, o tienes que compartir eso con tu pareja.
Pero bueno, Roi, por ejemplo, fíjate que estamos utilizando esto también para practicar con el subjuntivo, porque después de cuando este nexo temporal, pues vamos a utilizar el subjuntivo cuando haya un valor de futuro.
Aunque esta frase la solemos hacer al revés, Ya me echarás de menos cuando te independices.
Y también otra frase que decía mi madre, que puede sonar un poco rara, pero la voy a explicar.
Y es que mi madre me decía muchas veces, cuando tengas mujer, eso no va a ser así, o cuando tengas mujer seguro que no piensas eso, o las cosas van a ser distintas.
Y voy a aclararlo, porque cuándo me decía esto Pues cuando mi madre y yo estábamos hablando de cualquier cosa de futuro de la casa que me gustaría tener, si quería tener hijos o no, o tener perro, o cualquier cosa de futuro.
Y a veces yo decía algo que a mi madre como que decía, bueno, eso lo piensas tú ahora, porque no tienes pareja, porque no tienes un proyecto de futuro, pero cuando tengas mujer seguro que no piensas eso.
Por ejemplo, cuando hablábamos de cómo sería mi salón ideal, y yo a mi madre decía que yo tendría una.
Y mi madre bueno, eso piensas ahora, pero cuando tengas pareja, cuando tengas una mujer, ella no va a querer eso, o no te va a dejar tener eso.
Una cosa es lo que planeas de joven y luego cuando encuentras pareja ya no solo piensas tú, sino que hay dos cabezas pensantes.
Roi, siguiendo con otra oración temporal, con este marcador temporal, cuando hay otra frase que decían mis padres y era un poquito triste, deprimente, y es que decía No te olvides de llamar a tu abuela, porque cuando tu abuela falte, la echarás de menos cuando tu abuela se muera.
No es que falte a clase tu abuela, sino que en este contexto creo que se entiende, Paco, se entiende.
Estamos en un podcast de español y hay que explicar estas cosas porque no se usa mucho el verbo faltar con ese uso, pero bueno, sí que tiene ese uso.
Cuando tu abuela falte, cuando tu abuela no esté, cuando tu abuela haya fallecido.
El abuelo no quería recibir visitas, el abuelo quería ver los toros en la televisión, ver el fútbol y no quería hablar con los nietos.
Puede ser, puede ser, porque también a mí la frase me ha salido más natural con abuela, porque el abuelo era más independiente si ibas a verle, estaba feliz, pero si no, tampoco estaba muy preocupado.
Precisamente nuestros padres desde jóvenes querían educarnos y decirnos que las cosas no llegaban gratis.
Por supuesto, o cuando te dejabas la luz del pasillo encendida durante unos segundos, tus padres iban corriendo detrás de ti y te decían.
Porque eran capaces de saber que habías dejado una luz encendida en el piso de arriba, en una habitación que está cerrada.
Tenía una frase muy graciosa mi madre, que era una frase que decía mucho mi abuelo, su padre entonces, la aprendió de su padre.
Claro, porque cuando dejabas la luz encendida, entonces Fenosa, esa compañía ganaba dinero.
Yo ahora que sé más de acciones y de empresas, le hubiera pues compra acciones, abuelo.
Esa habría sido una buena respuesta, Roi, Si hubieras querido recibir un supapo de tu abuelo, porque claro, no tenías que llevarle la contraria a tu abuelo, tu abuelo era el patriarca de la familia.
Pero ahora ya en serio, Aunque era un poco como qué pesado papá o qué pesada mamá con lo de apaga la luz.
Pero yo recuerdo cuando me independicé que recibí la primera factura a los dos meses de la luz y ostras.
Ya no era tan gracioso cuando tenías que pagar tú el recibo de la luz y no tus padres, eso ya no era tan divertido.
Claro, sí los recibos o las facturas, la comida, porque claro, cuando te independizaste seguro que no comprabas al principio al menos la misma comida que compraban tus padres.
Entonces ya en lugar de salmón, atún, en lugar de aguacate, manzanas, en lugar de aguacate, agua.
Este era un consejo que nos daban mucho ya cuando pasamos la adolescencia, ya cuando acabamos de estudiar y empezábamos a trabajar.
Paco, ¿Cuánto cuesta un piso ahora en Madrid, en Barcelona, en Vigo, mi ciudad, en cualquier sitio?
Claro, lo que pasa que pensábamos en aquel momento que nuestros padres no tenían razón, porque tú decías, oh, pues cuando empiece a trabajar, cuando empiece a ganar dinero, pues voy a viajar, voy a, no sé, a comprarme las zapatillas que tanto me gustan voy a hacer diferentes cosas y no quieres pensar en ahorrar nada más recibir ese primer sueldo y quieres disfrutar.
Y también hay otra cosa que ya es por nuestra edad y tal, que nosotros cuando empezamos a trabajar, los pisos no estaban tan caros, la vivienda no estaba tan cara.
Yo firmé ese contrato de alquiler en el 2018, así que en 7 años, un 70% de su vida más o menos.
Cuando compras algo muy barato, sobre todo cuando Eres joven, tienes 21 años, 19 años, te compras un coche muy viejo.
Porque estoy pensando en el coche que tú compraste por primera vez, Paco, que era un Corsa o un Opel Corsa.
Sí, hemos hablado de este coche muchas veces, pero es que era impresionante ese coche, un Renault Clio, que tenía muchísimos años y me costó 500 euros.
Entonces, por supuesto que podemos decir que nuestros padres o mis padres tenían razón, porque ese coche por 500 euros no era muy bueno y me duró solo un año o menos de un año.
En realidad, incluso yo aquí no diría que lo barato sale caro, porque en ese caso, más o menos costó lo que tenía que costar.
Lo que pasa que no fue una decisión tan inteligente, porque creo que cada vez que cogía el coche me jugaba la vida.
Con suerte el coche frenaba en los pasos de cebra, pero no tenía unos frenos tan precisos.
Bueno, y Paco, otra frase ya para acabar esta sección del dinero, de los consejos de dinero de los padres.
Cuando alguien te ofrecía algo gratis y tú estabas muy emocionado porque eras un poco ingenuo, eras adolescente, no tenías tanta experiencia, entonces decías, papá, mamá, mira esto que me dan gratis.
Un ejemplo que tengo en la cabeza, Roi, es que cuando iba al supermercado como niño adolescente, siempre me gustaba ir a catar el queso que había.
Había una persona, por ejemplo, con una bandeja ofreciendo queso, ofreciendo aceitunas, etc.
Ahora ya como adulto, no me acerco, si no quiero comprar queso o lo que sea, no me acerco porque pienso que ya no es solo coger ese trozo, es también comprar evidentemente ese producto que te están ofreciendo, claro que no.
Tienes que comprarlo, pero cuando lo pruebas dices, ostras, pues sí que está bueno este queso.
Que oye, si lo quieres comprar está bien, pero que la decisión sea tuya, que no te tiente el diablo, el diablo del marketing.
Es cierto, no era gratis en realidad, porque probaste un cachito de queso gratis y acabaste comprando algo que no querías comprar.
Y la decisión no la tomaste tú, la tomó un tipo en una oficina a 500 kilómetros, decidiendo que los objetivos anuales de la empresa de queso son crecer un 15%.
¿Crees que tú, que tú eres dueño de tus decisiones, Dices, soy un alma libre, y un tío en una oficina en Madrid que está incluso estresado y le cae el pelo porque está estresado, porque tiene que cumplir esos objetivos tan ambiciosos de la empresa de quesos, decidió que te ibas a llevar ese queso sí o sí?
Cosa muy loca, pero por eso están ahí nuestros padres, para darnos esas perlitas, esos consejos tan sabios.
Y Paco, pasamos ahora a hablar del dinero, hablar de otra cosa que está relacionada también, pero es que nuestros padres estaban muy preocupados por el futuro laboral por el dinero, porque no nos falte de nada.
Sí era muy habitual o es muy habitual que los padres les digan a los hijos algo así hijo, estudia algo con salidas.
Aquí cuando dices estudia algo con salidas significa que tenga salida laboral, es decir, que puedas encontrar un trabajo fácil.
El ejemplo que ponemos siempre filosofía es muy respetable la carrera, pero es complicado encontrar trabajo si estudias filosofía, incluso aunque lo encuentres, no suele ser un trabajo con un sueldo muy bueno, unas condiciones muy buenas.
Por supuesto que necesitamos la filosofía más que nunca, pero no se valora tanto como en la antigua Grecia.
Pues Roi, la filosofía y artes como la música, el dibujo, no son opciones laborales tan atractivas para los padres, ¿Verdad?
Porque si tú le dices a tu padre quiero ser músico, pues es posible que te sí, sí, vas a ser músico, pero en tu tiempo libre tienes que estudiar algo con salidas, Es decir, algo relacionado con la informática, con los ordenadores, que esta era otra frase muy típica suya.
Se hablaba mucho de la informática, los ordenadores y es cierto que era algo que nos decían nuestros padres, pero aquí hay que decir que no sé si tenían razón.
Yo creo que algunos padres habrán tenido razón recomendando a sus hijos que estudien algo con salidas y otros no.
Porque habrá algunos casos de hijos que no hicieron caso a sus padres, estudiaron una carrera con pocas salidas y ahora están fastidiados y se arrepienten y piensan joer, tenía que haber hecho caso a mi padre, a mi madre.
Pero luego habrá otras personas que no, que hayan estudiado algo sin salidas aparentemente, y ahora sean unas personas felices trabajando de lo que les gusta.
Ese ejecutivo que tiene que cumplir los objetivos de la empresa de queso del que he hablado antes, que está todo agobiado para que tú pruebes ese queso en el supermercado y te lleves el queso, Roi.
Está ahí en su oficina de Madrid decidiendo mi vida, llenándome la nevera y vaciándome el bolsillo.
Algún día deberías encontrar a ese Miguel y hablar con él y cantarle las cuarenta.
Otra frase de no todo se aprende en los libros, que curiosamente es una frase contradictoria.
Típica frase de un padre manitas que te dice que te pongas con él a arreglar el jardín o a reformar el cuarto de baño y luego es un desastre todo.
Pero igualmente te dice que no todo está en los libros, que también hay que hacer cosas con las manos.
Entonces, claro, si me la dijese él pensaría pero papá, si mientras me estás diciendo esta frase tienes un libro en la mano.
Entonces él obviamente no me la decía porque siempre le ha gustado mucho leer muchos libros.
Entonces era algo muy obvio para ellos, que nosotros muchas veces cometíamos errores, pero no los entendíamos porque nosotros queríamos juntarnos con nuestros amigos y con esas parejas.
Es cierto que cuando eres adolescente ves las cosas tan claras y estás tan equivocado al mismo tiempo, sin darte cuenta, que desde fuera se ve fácil cuando eres padre o madre, supongo, pero cuando eres adolescente, no.
Tú te juntas con el porrero, con el que fuma porros y piensas este tío es un tío majo.
Pero ahí ¿Qué te decían tus padres, Paco, cuando te juntabas con el que no hacía nada, con el que era un vago, suspendía, fumaba porros?
Pues me decían algo así no te juntes con Antonio, porque Antonio tarde o temprano va a acabar mal y en el futuro acabará en la cárcel incluso.
Y claro, decían, va a acabar mal y tú vas a acabar como él si pasas el tiempo con él.
Obviamente no todos los jóvenes, los adolescentes que tenían malos comportamientos acabaron mal.
Pero sí que yo ahora veo dónde están algunas personas y dices, pues sí que siguieron esa senda autodestructiva y acabaron mal.
No todos, algunos fumaban sus porros, pero luego fueron unas personas perfectamente integradas en la sociedad, con su trabajo, con su familia, y les va todo muy bien, pero no todos.
Una frase que cualquier hijo ha escuchado en su casa en algún momento, dime con quién andas y te diré quién eres.
Y es un buen consejo de los padres, aunque en ese momento te fastidia y obviamente crees que no tienen razón.
Luego cuando creces te das cuenta de que tenían razón, porque si estás siempre con gente que hace ciertas cosas, vas a tener tendencia a hacer esas cosas, para lo bueno y para lo malo.
Si todos tus amigos salen a correr, pues al final seguro que acabas saliendo a correr para que dejen de darte la brasa con sus cosas de corredores de vamos a correr, vamos a correr en zona 2.
Al final sí los padres estaban muy preocupados por nuestras compañías, por nuestros amigos, nuestras amistades, y tenían razón.
De hecho, ellos querían que nosotros nos juntáramos con los más empollones de la clase.
Claro, no te juntes con gente chunga, que hace, no sé, que acosa a los demás estudiantes o que toma drogas.
Pero juntarte con alguno que es un poco malote y que estudia menos, tampoco está mal.
Si tienes un equilibrio de amistades, algunos muy estudiantes y muy buenos, y perfectos y otros un poquito más traviesos.
Creo que el equilibrio está bien juntarte con los empollones, pero también con los deportistas, con los malotes.
Y ver un poquito cómo es luego la sociedad, que al fin y al cabo, una clase en un instituto, por ejemplo, puede ser un reflejo de la sociedad.
Con unos aprendes a estudiar muy bien y a ser un buen chico, y con otros aprendes a liar un porro de 20 centímetros.
Bueno, y no solo nos daban consejos de amistades, sino también lo que comentamos antes de los novios, las novias, las relaciones amorosas.
El problema es que creo que a los padres les parecían mal nuestras novias o nuestras parejas, no porque fueran malas chicas o no fueran las adecuadas para nosotros, simplemente porque quizás no querían que las dejásemos embarazadas tan pronto, que nos casásemos tan pronto, que hiciéramos locuras.
Así que no tanto por la persona, sino más por esa posición de tener pareja siendo tan joven para protegerte.
También está el tema de tu niño se ha hecho adolescente, ahora ya va a hacerse adulto.
Y algunos padres les puede poner un poco triste la pérdida de ese niño y ya es un adulto.
Mi niñito, pues no lía porros de 20 centímetros y tiene una novia distinta cada tres meses.
Ya, claro, deja ya decir estas frases que oye, sí, seguramente también tiene mucha sabiduría, pero ya está, no funcionaron.
Una cosa que no quiero que se me olvide ya que antes hemos hablado de los amigos, y es que cuando era más joven me daba cuenta de que mis padres o los padres de mis amigos, pues no tenían muchos amigos.
Entonces recuerdo una frase que escuché hace años y me pareció muy los amigos se cuentan con los dedos de una mano y te sobran dedos.
Dedos, o sea que amigos de verdad tienes uno, dos, tres, quizá cuatro, pero te sobran dedos, entonces hablamos de tres, dos, un, cero.
Pero bueno, idealmente más que cero es una frase muy buena y muy cierta, porque cuando eres adolescente, cuando eres más joven, tienes muchos amigos, pero los pierdes y en ese momento piensas que no los vas a perder, piensas que toda la vida vais a ser felices y ya me estoy poniendo un poco triste, Paco.
Bueno, que conste que yo nunca tuve un grupo de amigos donde fumasen o fuesen malotes, pero sí que hubo una época en la que estuve cerca de acabar formando parte de un grupo así, porque algunas veces iba a andar en bici con colegas de esa época que tenían unos estilos de vida un poco malos.
Sí que bueno, a veces para responder alguna cosa van un poco lentos porque hubo daño neuronal.
No he conocido a ningún neurocientífico que recomiende los porros desde una edad tan temprana.
Obviamente nuestros padres no nos recomendaban fúmate unos porros, que eso es maravilloso, obviamente siempre rechazaban las drogas, pero nos daban consejos de comer o de cosas así, Entonces, típico consejo de padre o frase de padre de come verdura, que es muy sana.
Y ahora como loco, unos años más tarde, como loco, vas al supermercado a comprar los productos y los alimentos más sanos, más nutritivos, pero sí en esas edades los jóvenes no quieren comer verduras, es normal.
Había dos tipos de padres, creo yo, los que les decían a sus no bebas alcohol, que es muy malo.
Eran los padres que no eran realistas porque sus hijos bebían alcohol, o sea, lo siento, padres, vuestro hijo, yo salí de fiesta con él, teníamos 18 años y allí nos emborrachábamos todos.
A ver, yo con 14 no, pero es cierto que algunos amigos sí que empezaban con 15, con 16.
Bueno, no sé si ahora sigue igual, pero es cierto que en nuestra época bebíamos mucho alcohol los adolescentes.
Entonces había este tipo de padres, los que decían no hagas esto, pero luego casi todos sus hijos lo hacían igualmente.
Pero luego estaban los padres más realistas, algunos dirían que permisivos, no lo sé.
Bueno, también decían lo de no conduzcas cuando tenías carné, pero lo típico era si bebes alcohol, hijo, no mezcles.
Es decir, si empiezas la noche con ron, continúa con el ron, no mezcles luego con el vodka o con el whisky, tú continúa con el ron, que.
A mí mis padres no me lo dieron porque no hablábamos mucho de esto, no se hablaba de eso, ni prohibir ni decir nada, era como bueno, yo era un buen chico, hacía mis cosas y ya está.
Sí, claro, Luego el hijo, por supuesto hacía lo que quería, pero esa ya es otra historia.
Esos consejos y a veces estos consejos pueden ser muy locos, porque ¿Cómo le vas a permitir beber alcohol?
Pero es que si lo va a hacer igual tú puedes a mí me gustaría que no bebieses, pero si lo vas a hacer igual, pues al menos hazlo bien.
De hecho, esto es como un podcast que escuchaba de un médico muy famoso, Peter Attia, no sé cómo se pronuncia, pero bueno, es muy famoso, que habla de longevidad y tal.
Y él le decía que a sus hijos les decía no toméis drogas, pero si algún día queréis tomar algo, prefiero que me lo digáis a mí y que os lo consiga yo.
Porque por el problema que tienen ahora en Estados Unidos con el fentanilo, que lo mezclan con otro tipo de drogas o medicamentos que se venden en el mercado negro y que mucha gente acaba adicta o tiene sobredosis y muere.
Y cuando escuché dije, oye, pues es verdad, porque si al final tu hijo va a acabar haciéndolo, al menos que no se meta en un problema muy grave como comprar una droga chunga que viene mezclada y que te puede matar.
El problema es que Peter Attia va a perder su licencia de médico en Estados Unidos.
Bueno, pues este Peter perderá la licencia, pero al menos se asegurará de que su hijo recibe la droga oportuna y no de otra gente en la calle.
Paco Yo pasaba mucho tiempo en el ordenador y mis padres, aunque me dejaban hacerlo, no les gustaba mucho.
Y siempre me decían, tanta pantalla no puede ser buena, tanto ordenador no puede ser bueno.
Y ahora que tengo ligeros problemas para ver desde lejos, no tengo problemas, pero sí que noto que he perdido un poco de vista.
Tenían razón, tenían razón, pero no al mismo tiempo, porque ellos también ahora pasan muchas horas en frente de las pantallas con el móvil.
Así que ese consejo que nos daban cuando éramos más jóvenes no pases tanto tiempo enfrente de las pantallas.
Y ahora vemos muchos estudios de que las pantallas son malas para dormir, redes sociales son malas para muchas cosas.
Mira qué razón tenían lo malo, lo que tú dices, que ahora son ellos los que sufren las consecuencias.
Fíjate cómo se cierra el círculo, Roi, porque ahora somos nosotros los que aconsejamos a nuestros padres y les decimos que no pasen tanto tiempo delante de las pantallas.
Como pasaba mucho tiempo en el ordenador, tendía a tener una mala postura corporal, me agachaba mucho, tenía como un poco de chepa.
Pues de nuevo, por supuesto, como el episodio trata de eso, nuestros padres tenían razón.
Obviamente había otras cosas en las que no tenían razón, pero bueno, hoy hemos decidido ser buenas personas, ser agradables y, oye, darles la razón.