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Creo que ninguna rutina está completa si no incluyes al menos una hora a la semana de conversación en español.
Todo jueves que se precie en este podcast viene con su ración de noticias o historias curiosas.
Seguiremos con alguien que se arrepintió de llevarse algo que no debía y para terminar nos adentraremos en un restaurante con una carta digamos que diferente.
Siempre creemos que los grandes robos se producen en las películas y que eso no pasa en la vida real.
Pero en la noticia de hoy veremos que sí que pasa y conoceremos el robo que ha ocurrido en uno de los museos más importantes del mundo, que seguro que todos ya conoceréis.
En esta noticia viajamos a París y más concretamente al museo más visitado del mundo, en el Louvre.
Y la noticia está en que hace un par de semanas se produjo un robo en el museo cuando había gente dentro y a plena luz del día.
Ahora lo veremos en detalle, pero lo primero que tienes que saber es que el robo se produjo en tan solo 7 minutos.
Todo empieza a las nueve y media de la mañana, es decir, que el museo había abierto hacía media hora.
Llegan cuatro personas por el exterior del museo, concretamente por la fachada sur, la que da al río Sena.
Dos van en motos de gran cilindrada y los otros dos en un camión con escaleras mecanizadas como las que se utilizan en las mudanzas.
Dos de ellos, que iban con chalecos amarillos para simular que eran operarios, llegaron al primer piso a través de las escaleras y accedieron al museo a través de un balcón.
Una vez dentro, amenazaron con esas radiales a los agentes de seguridad para que no se acercasen a ellos y con esas mismas herramientas rompieron las vitrinas donde se exponen las joyas de la colección de Napoleón y de la corona francesa.
Después de coger las piezas, dejaron las herramientas y se fueron por donde habían entrado.
Todos los atracadores huyeron en moto e intentaron prenderle fuego al camión, aunque no tuvieron éxito en esa tarea.
Según fuentes oficiales, lo que se hizo fue activar el protocolo de seguridad que implica dos evacuar a todo el mundo y llamar a las fuerzas del orden.
Las piezas son las Una diadema de la reina María Amelia y de la reina Hortensia, Un collar del conjunto de zafiro de las mismas, Un pendiente de ese mismo conjunto, Un collar de esmeraldas de la reina María Luisa, Un par de pendientes de esmeralda de María Luisa, Un broche, una diadema y una corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, la esposa española del emperador Napoleón III.
Como te podrás imaginar, son piezas con un gran valor histórico y con un valor en dólares de unos 100 millones.
Pues que claramente era una banda organizada que había estudiado bien el terreno y que tenía un plan asombrosamente sencillo pero altamente eficaz.
La policía ha estado siguiendo a varios sospechosos con la esperanza de localizar a sus posibles cómplices y las joyas robadas.
Pues lo cierto es que es complicado porque los ladrones roban este tipo de joyas precisamente porque las pueden desmontar y vender por partes.
Ahora bien, lo que se ha dejado claro este robo digno de película y es que da igual la seguridad que tengan los museos, los ladrones siempre encuentran formas creativas de robar.
¿Por qué cuando vamos de turismo sentimos la inmensa necesidad de llevarnos piedras o partes de monumentos?
Si hacemos eso, ese monumento o ese lugar tan bonito dejará de existir porque entre todos lo habremos destruido.
Pues de las consecuencias de llevarse algo así es de lo que vamos a hablar en la segunda noticia de hoy.
Para esta noticia vamos a viajar a una de las mayores joyas naturales de nuestro país, el Parque Nacional de Timanfalla, en Lanzarote, en las Islas Canarias.
Este parque, que el año pasado fue Uno de los cuatro más visitados del país, con casi 1,5 millones de visitantes, es un paisaje volcánico ciertamente impresionante.
Te puedo asegurar que ir allí es tener la sensación de que estás en otro planeta.
La noticia está en que este parque ha compartido una carta que ha recibido de un turista alemán que en su momento visitó el parque.
Se ve que este hombre hizo algo que hacen muchos visitantes, pero que no se puede hacer.
No se puede hacer porque está penado con multas de hasta 3.000 euros, pero también por sentido común.
Pues bien, ahora este hombre está arrepentido porque cree que le ha traído mala suerte.
Por eso ha enviado una carta al parque pidiendo perdón y devolviendo esas rocas que se había llevado.
Estimado señor o señora He oído leyendas que cuentan que extraer roca volcánica de su fuente de origen trae mala suerte y me temo que esto es lo que ha pasado.
Tras una grave tragedia personal, me siento obligado a devolver estos pocos trozos de roca de las Montañas del Fuego.
Les agradecería eternamente que los esparcieran fuera del centro donde los recogí, en el lugar donde se encuentran las brasas calientes.
La carta la ha compartido este parque como recordatorio de lo que no se debe hacer.
Una aliada para evitar la erosión, construye suelo y lucha contra la desertificación.
Y si no hay invertebrados, sus depredadores, lagartijas, aves, se quedan sin alimento.
Si el parque ha tenido que usar esto como advertencia es porque es algo que pasa a menudo.
De hecho, en el aeropuerto de la isla vigilan que los turistas no se lleven elementos naturales y cada año se incauta en el aeropuerto una tonelada de elementos naturales que los turistas se quieren llevar como recuerdo.
Si cada persona del cine te cogiese solo un pequeño puñado de palomitas de tu cubo, aunque es solo una cantidad muy pequeña, al final te quedarías sin palomitas porque son muchas personas.
Ya, ya, pero como lo hacen miles y miles de personas, entre todos destruís ese entorno.
¿No te pasa, oyente, que a veces vas a restaurantes donde la carta es tan amplia que no sabes ni qué pedir?
Pues de un restaurante que ofrece todo lo contrario a una carta amplia es de lo que vamos a hablar en la última historia de hoy.
Vamos a viajar a Milán, en Italia, y más concretamente a un restaurante llamado La Rue o La Rue.
Si vas a este restaurante verás que es muy popular y normalmente hay cola de gente esperando para entrar.
Todo gira en torno a su plato estrella, que es un entrecot de calidad, recién hecho y preparado, tal y como ellos dicen, según la tradición culinaria italiana, con una salsa secreta imposible de descifrar.
Esta pieza de carne va acompañada de unas buenas patatas fritas caseras que según ellos dicen son crujientes, doradas y sin límite.
Este único menú cuenta además con una ensalada verde de nueces y una vinagreta y agua filtrada.
Hoy en día parece que el triunfo está en presentar una carta variada donde se puedan satisfacer las necesidades de todo el público.
Por ejemplo, en la mayoría de las cartas hay platos de carne, de pescado, vegetarianos, etc.
Sin embargo, este restaurante ha oye, hay una cosa que sabemos hacer bien y eso es lo único que vamos a ofrecer.
De hecho, dicen desde el restaurante que en realidad a los comensales les tranquilizan dos solo tener que elegir el grado de cocción de la carne y que el precio siempre sea el mismo.
La verdad es que ahora mismo solo pienso en que hay cierta verdad en aquello aprendiz de mucho, maestro de nada, porque claramente en este restaurante son los maestros del entrecot.
Antes de acabar, recuerda que puedes utilizar este podcast en tu rutina de aprendizaje usando las transcripciones, explicaciones y ejercicios que ofrecemos en nuestra web y escuchando el catálogo completo con más de 2.000 episodios.