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En el podcast Premium, Rebe y yo hablamos de la pereza y de que a pesar de verse siempre de forma negativa, tiene algunos aspectos positivos.
Com ahora, en este episodio del podcast diario, Paco y yo hablamos de algunas situaciones en las que puedes sentirte fuera de lugar, como que no perteneces a ese sitio.
Copita de vino ahí por la tarde, relajado, un viernes quizá muchos oyentes también están así.
El vino se llama Marqués de Murrieta y bueno, es un vino impresionante, Es un vino equilibrado, suave, fresco.
Pero bueno, está perfecto porque es el tema de hoy, cuando te sientes fuera de lugar.
Marqués de Murrieta, creo que has dicho, y yo no sé nada de vinos, entonces me siento un poco fuera de lugar.
Es normal, Roi, no todo el mundo puede tener el gusto que tengo yo y ese paladar, un paladar tan exquisito que tengo para el vino.
Pero bueno, Paco, ya siendo sinceros, esta ha sido como siempre, una forma un poco creativa de empezar.
Vamos a cambiar de tema, pero nos sirve muy bien este ejemplo para hablar del primer ejemplo de hoy, de esa situación en la que te sientes fuera de lugar y es cuando estás en un grupo de gente y todo el mundo está hablando de un tema que tú no conoces o que no tienes ni idea de ese tema.
Imagínate que yo, que no tengo ni idea de vino y no me interesa mucho el tema, oye, es un tema interesante, pero no para mí.
Entonces imagínate que yo estoy con un grupo de gente y todos empiezan a hablar de vino.
Eso es como si no te interesa la política y yo te empiezo a preguntar sobre la política exterior de Estados Unidos en estos años, pues estarías un poco desubicado.
Lo único bueno es que si estás con un grupo de gente que está hablando de vino, espero que también haya vino en la mesa.
Me bebo unas cuantas copas de vino, aunque no me encanta, pero bueno, puedo beber algo de vino, no me importa.
Entonces estoy con un grupo de gente que me aburren mucho con sus conversaciones sobre vino.
Con una borrachera, con un poquito de vino, esos temas van a entrar de una manera más ligera.
Con vino, tú has comentado lo de política, gente que empieza a hablar de economía, o empiezas a hablar, no sé, empiezan a hablar de pádel, y tú nunca haces pádel.
Y Paco, antes de ver otros ejemplos que vamos a ver ahora, ¿Por qué a veces nos sentimos fuera de lugar?
Si ese grupo tiene una forma de ser muy distinta a ti, viste de manera diferente, actúa de manera diferente, tiene otras preocupaciones.
El ejemplo que he puesto yo, Paco, cuando estás con un grupo de gente que habla de vino, que habla de arte, que quizá también es un grupo un poco pijo y tú no lo eres.
Claro, si tú eres pijo, pues está genial, te juntas con otras personas pijas y habláis de estos temas y actuáis de esa forma.
Porque a veces ya no solo que no compartas cosas con el grupo, sino que también tienes miedo a que te juzguen.
Estás ahí hablando de vinos y vas a decir algo venga, voy a hablar del tema, porque aunque no sé mucho, quiero dar mi opinión.
Pero tienes miedo a que se rían de ti, a que piensen que eres un paleto, a que piensen que no tienes ni idea y que dices tonterías.
Entonces al final la gente va a tener miedo a ser juzgada, miedo a que otros se rían de ella.
Es decir, te puedes sentir así las primeras veces, pero si persistes, si perseveras, después de unas cuantas veces yendo a ese sitio o haciendo esa actividad, lo que sea, ya te vas a sentir más cómodo y quizá no te vas a sentir fuera de lugar.
El ejemplo típico, pues te apuntas al gimnasio y la primera vez que vas ves a esos hombres musculados, con sus músculos enormes, haciendo un ruido así como cuando levantan un montón de kilos en press banca o en sentadilla.
Pero ir a un gimnasio y ver que no tienes ni idea, que los otros te miran, que estás haciendo un ejercicio y sabes que lo estás haciendo mal.
Entonces, si no tienes ni idea, quizás mejor es contratar a un entrenador personal.
Y cuando vas al gimnasio, Yo recuerdo la primera vez que fui al gimnasio, la primera primera fue cuando tenía 17 años o 18 años.
Llegué, tuve la experiencia, fue demasiado complicado para mí y nunca más volví al gimnasio.
Pero en la primera vez de todas, esa que fui con 18 años, me acuerdo de que me pasó precisamente eso con una máquina que puse el mínimo peso y me costó un montón.
Y no solo eso, sino que luego, justo cuando acabé, yo llegó una señora de unos 60 años.
Bueno, una señora de 60 años ya puede competir conmigo, pero con 18, Paco, estoy ahí en la plenitud de la vida.
Y llegó una señora de unos 60 años y subió el peso a la máquina e hizo el ejercicio mejor que yo.
Inmediatamente después de eso abandonaste, no volviste a ir al gimnasio, me imagino.
Oye, hay gente que tiene motivaciones más grandes, como Schwarzenegger y ser Míster Olympia o lo que sea.
Bueno, no estoy tan fuerte, pero más fuerte que cuando tenía 18 años sí que estoy.
Y yo creo que si ahora me encontrase con esa señora, que ahora tendrá unos 72 años, 73 años más o menos, yo creo que podría ganarle en un combate de boxeo, Paco.
Vamos a tener la fiesta en paz, porque, quién sabe, puede seguir en forma con esa edad.
Bueno, Roi, pues hablando de primeras veces, como en tu caso, hace unos años en el gimnasio, tengo una historia para ti de mi primera vez en un hotel muy lujoso de cinco estrellas en Varsovia.
Bueno, me imagino que todos los hoteles de 5 estrellas son bastante lujosos, pero bueno, pues te la cuento si te apetece.
Vale, pues hace un par de años una amiga nos invitó a mi pareja y a mí a pasar una noche en un hotel, como digo, de cinco estrellas.
Era un hotel impresionantemente bonito, lujoso, Roi, una maravilla, una experiencia increíble.
Claro, pero tú hablas de un hotel de lujo, no solo de 5 estrellas, porque a veces hay hoteles de 5 estrellas y están bien, pero no son esos hoteles con un lujo extraordinario.
Y bueno, pues llegamos al hotel y aparcamos el coche enfrente, justamente en el parking que había al aire libre.
Pues que tuvimos que aparcar el coche entre Ferraris, Porches, Mercedes, coches muy lujosos y nuestro coche allí en el medio.
Tu coche, el valor de tu coche era como el valor de una rueda de uno de esos coches.
Que tu coche, me imagino, porque ese coche pues costaba, o nos costó como unos 2.000 euros o algo así.
Bueno, pues imagínate la situación, nosotros allí enfrente de ese hotel lujoso, el coche aparcado al lado de otros coches maravillosos.
Y bueno, entramos en el hotel y el recepcionista nos dijo que si queríamos aparcar el coche en el parking subterráneo, en el aparcamiento subterráneo.
No quería que nuestro coche estuviera ahí dando esa mala imagen en frente de ese hotel.
Porque a ver, si tú tienes un aparcamiento de un hotel muy lujoso, con coches muy buenos y de repente tienes un Kia Picanto rojo bastante viejo, bueno, en un estado un poco deplorable.
No daba buena imagen, pero bueno, al menos te preguntaron si querías aparcarlo en el parking subterráneo.
Yo pensé que te iban a preguntar si querías que lo llevasen al desguace directamente.
Porque claro, yo me imagino alguien que trabaja en un hotel de estos de mucho lujo, llega un cliente con un coche muy viejo y piensas que simplemente es un coche de usar y tirar.
El desguace, Por cierto, desguace, para quien no lo entienda, porque quizá no se entendió el chiste, el desguace es el sitio donde achatarran los coches, donde cogen coches viejos y los destruyen porque ya no sirven.
Vale, Roi, pues como puedes imaginarte, sí, ahí nos sentimos, quizás no nosotros, pero el coche, el pobre coche se sintió fuera de lugar.
Bueno, y vosotros quizá un poquito también, porque si no estás habituado a ir a esos sitios tan elitistas y no formas parte de esa élite.
Esto porque fue un regalo, pero habitualmente no puedes ir a hoteles súper lujosos.
Bueno, pues te voy a contar yo también una anécdota muy parecida a la tuya, de hecho.
Pero yo también fui a un hotel de lujo, pero porque daban un concierto que además era gratis.
Entonces era un hotel de lujo en Chipre, un hotel muy bueno, un hotel de estos de 500 euros la noche, más o menos.
Pero tenían una cafetería y a veces organizaban conciertos que eran completamente gratuitos, al aire libre, y solo pagabas lo que consumías.
Mi coche, hay que ser realistas, no estaba perfecto por fuera, la chapa y estas cosas.
Llegué a este hotel de lujo con el coche y no había sitio para aparcar en esa calle.
En plan, me aseguré como tres veces, porque soy muy rata, no quiero gastar en el parking.
Como no estás acostumbrado a ese tipo de lugares tan lujosos, entonces querías asegurarte, porque, oye, imagínate, a lo mejor tendrías que haber pagado 30 o 40 euros por aparcar el coche un par de horas.
Cuando entré en el parking, flipé porque había unos coches que no había visto en mi vida, Bentleys, Ferraris, McLaren.
Bueno, las típicas marcas de coches de más de 200.000 o 300.000 euros, o sea, unos cochazos.
Y claro, luego aparcas tu coche ahí al lado y te sientes así como joder, qué cabrones, ¿No?
Pero por otro lado, bueno, para mí lo importante no es tener un buen coche, hay otras cosas más importantes en la vida.
Y muchos de estos ejemplos que vamos a dar se dan cuando tú estás en un sitio que es para un grupo social como de clase más alta que tú, o que tiene más dinero que tú, o que son más pijos que tú.
Y un ejemplo muy típico es cuando vas a un restaurante muy caro y tú no entiendes el menú, no sabes qué cubiertos tienes que usar porque hay como 10 cubiertos distintos.
Sí, y es que en ocasiones no vas a entender nada de lo que hay en la carta, incluso si es en tu propio idioma, porque vas a encontrarte un montón de palabras del inglés o del francés, o palabras, como digo, de tu propio idioma que no entiendes porque son más exquisitas, algunos alimentos que nunca has probado, entonces es como otro idioma.
A ver, yo voy a ser honesto, nunca he ido a un sitio que pueda decir que era un restaurante muy caro.
Cuando hablamos de cosas caras de verdad, restaurantes con estrella Michelin y este tipo de cosas, nunca he ido a un sitio así.
Pero bueno, alguna vez que he ido a un restaurante un poquito más caro de lo habitual para mí, lo que no me gusta también es que son demasiado elegantes y claro, yo soy más de andar por casa, soy más campechano, entonces te tratan demasiado bien, o sea, no lo digo de broma, me resulta incómodo porque me tratan demasiado bien, son demasiado amables conmigo.
Sí, esos restaurantes en los que los trabajadores te abren la puerta o te retiran la silla incluso, y te encuentras incómodo porque es como si fuesen tus trabajadores y no, no son tus trabajadores, son los trabajadores del lugar.
Esto es como cuando tienes un amigo que habitualmente es una persona normal, pero un día es demasiado majo, demasiado agradable, y piensas ¿Qué pasa aquí?
Y yo, como no estoy habituado, cuando voy a estos sitios y por ejemplo, cogen la silla y la apartan, yo pienso que si me siento la silla no va a estar ahí.
No, Ellos te apartan la silla y luego la acercan para que te sientes y estés muy cómodo, o cuando te echan agua en el vaso.
Porque es un momento de silencio en el que el camarero te está sirviendo, te está echando el agua en el vaso.
Pero de nuevo me siento mal porque pienso que yo soy la persona que debería echarse el agua.
Entonces, bueno, esta es una situación en la que te sientes un poco fuera de lugar, pero yo entiendo que haya gente a la que le guste ese servicio, esa atención al detalle.
Bueno, entiendo que te pueda gustar también, pero yo no soy de ese tipo de personas.
Pues te voy a proponer otra situación en la que quizás también podrías sentirte un poquito fuera de lugar.
A ver, yo no iría, entonces no pasaría nada, pero si vas, yo creo que vas a estar un poco fuera de lugar en la boda de tu expareja.
Pero bueno, a ver, claro, si tu ex pareja se va a casar y tú estás soltero, voy a su boda, que así a lo mejor ligo, que en las bodas se liga, se liga bastante, o eso dice.
Cierto, Si estás enamorado, sí, pero yo no decía que estuvieras enamorado, yo no entré en esos detalles.
No, Roi, todavía no he ido, pero tengo ganas, tengo ganas porque algunas personas me han dicho que es una buena manera de echarse una siesta.
A ver, ahora ya en serio, yo nunca he ido a la ópera, He visto algún vídeo en Internet y.
A ver, puede estar muy bien la ópera, es cierto, si te gusta, pero si no te gusta, es cierto que podrías incluso dormirte.
De hecho, estoy pensando que a veces algunos cantantes de ópera tienen una voz así como muy grave, que me recuerda un poco a esas playlists de sonidos para dormir.
Se nota que nunca hemos estado en la ópera porque estamos un poco fuera de lugar.
Bueno, seguro que Yerhar, que es un oyente del podcast desde hace muchos años y que lo conocemos un poquito, que canta ópera, si no me equivoco, seguro que se va a reír bastante de estas tonterías que estamos diciendo sobre la ópera.
Y creo que se va a reír de nosotros porque estamos haciendo el ridículo aquí hablando de.
Pero bueno, la cuestión, si es la primera vez que vas a la ópera y nunca has ido la ópera y no te interesa mucho, pero bueno, te han invitado, vas a estar un poco fuera de lugar.
¿Por ejemplo, yo voy a la ópera y ahora es cuando tengo que cantar yo o no hay que cantar?
No, eso es ya un concierto, como tú dices, de algún artista en el que sí que haya interacción, pero en la ópera me imagino que no tanta.
Vamos, que yo estaría tan fuera de lugar en la ópera que literalmente estaría fuera de lugar porque me echarían del lugar.
Y recuerda una cosa más, si algún día vas a la ópera, por favor, no vayas en chanclas o no vayas con una camiseta de tu equipo de fútbol.
Bueno, no creo que vaya próximamente, pero no estaría mal porque ya te digo que he visto algunos vídeos y sí que me parece interesante.
Consigues una beca, tú eres un estudiante de un barrio pobre, de una familia pobre, pero como eres muy buen estudiante, te dan una beca y vas a una universidad de estas muy buenas, muy elitistas, te dan esta beca y llegas allí y te vas a sentir un poco fuera de lugar, o quizá no, no lo sé, pero seguramente sí, porque eres de una clase social distinta y a veces la gente clase social más alta actúa de una forma que la gente más normal no actúa.
Llegas el primer día y todos van ahí con su MacBook Pro, el mejor ordenador, muy bonito, muy embestidos todos.
Y tú llegas con tu portátil gaming de segunda mano, que además es así muy grande, muy bruto, porque estos portátiles ocupan mucho.
Un MacBook es una maravilla, es pequeñito, pero los portátiles gaming ocupan un montón.
Y además, Paco tiene unos ventiladores enormes que como el portátil se calienta mucho, hacen un ruido muy grande.
Bueno, ya voy a cambiarlo dentro de poco, ya me voy a comprar un MacBook, ya voy a formar parte de la élite, Paco.
Pero claro, tú llegas ahí con ese ordenador que hace un ruido de la leche, que hace un montón de ruido, y te vas a sentir fuera de lugar, te vas a sentir un poco raro, un poco como que no es tu sitio.
Sí, a lo mejor te van a preguntar sobre los planes que tienes para el fin de semana y tú vas a decir que vas a ver una película en casa con tu pareja, y ellos van a decir que bueno, que van a ir a un restaurante Michelin con estrellas Michelin, con su familia, y más tarde van a jugar a golf y entonces vas a ver que no es tu lugar.
Siempre me acordaré de este bar, era el bar más cutre de la ciudad, pero era maravilloso, pagábamos 15 euros, teníamos barra libre de alcohol.
Venía una pareja de señores de 80 años que regentaban el bar desde hacía muchos años y nos ponían un montón de alcohol.
Pero si tú estás en esta universidad tan elitista, organizan una cena de clase y ¿A dónde vas a ir?
Ya sabes que en España decimos que una persona tiene michelines cuando tiene un poquito de kilos de más, cuando tiene algo de grasa abdominal.
Del coche, y ni eso, porque yo he visto las ruedas de tu coche, Paco, y no eran Michelín, porque las Michelin son un poco más caras y voy a comprar la marca barata.
Bueno, Roi, venga, vamos a dejar ya de lado estos temas de coches, de comida, etcétera.
Vamos a hablar de un tema que también es un poquito polémico y puede ocasionar ciertos problemas.
Hablamos de la ideología, pero la ideología dentro de una familia, porque es habitual que más o menos los miembros de una familia piense de una manera similar, pero no siempre.
Imagínate que toda tu familia es de izquierdas y tú eres de derechas, o todo lo contrario, toda tu familia de derechas y tú eres de izquierdas.
Pues quizás te vas a encontrar ahí un poco raro, como el patito feo de la familia.
Vamos a poner ejemplo de una familia que es de derechas y que no le gusta nada Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez es el presidente actual de España y es del PSOE, que es un partido de izquierdas, el partido de izquierdas más grande de España.
Entonces, si eres de derechas, generalmente rechazas a Pedro Sánchez y no te gusta.
Entonces toda tu familia es de derechas, pero tú eres sanchista, a ti te encanta Pedro Sánchez, te encanta ese político y te encanta el PSOE.
Entonces, claro, estás ahí en una comida familiar, toda tu familia está criticando a Pedro Sánchez, diciendo que es muy mal presidente.
El que siempre va a intentar buscar un detalle para picar o para enfadar a la otra persona.
De hecho, seguro que el cuñado ya sabe que a ti te gusta Pedro Sánchez, pero te lo dice para que haya un poquito de salseo.
Y cuando te dice esto tu cuñado, tú te levantas de la mesa, Paco, y te sacas el jersey.
Te quitas el jersey y debajo tienes una camiseta que pone Pedro Sánchez, te quiero.
Y desde ese momento dejas de formar parte de la familia, porque te van a echar, te van a desheredar, vas a ser la oveja negra.
Aquí es uno de esos ejemplos en los que la expresión estar fuera de lugar acaba teniendo un significado literal, porque como tú has dicho, te echan de la familia, ya estás fuera de esa familia.
Pero bueno, estos son los ejemplos que hemos elegido para hoy, porque fueron los que más pie nos daban a bromear un poquito.
A ver, hemos elegido esos ejemplos porque es el ejemplo más típico en el que te sientes fuera de lugar.
Que tú eres de una clase social normal, eres una persona normal, sin mucho dinero, ni vienes de una familia muy rica.
Pero igualmente, Paco, en realidad, una persona muy rica, de la élite, muy poderosa, también podría sentirse fuera de lugar.
¿Por ejemplo, si va al supermercado, va al Mercadona, una persona muy, muy rica, de una familia muy muy rica, multimillonaria, y llega ahí y dice pero qué pasa?
Porque los ricos no hacen la compra ellos mismos, sino que tienen a alguien, algún trabajador o trabajadores que les hagan las compras, supongo, no lo sé.
Me acuerdo una vez de Bill Gates, que en una entrevista le hicieron un juego de adivinar precios de cosas y eran cosas muy comunes como cereales, arroz.
A ver, es cierto que si tú tienes decenas de miles de millones de dólares y compras el arroz de un dólar, ya te vale, ya te vale.
Otro día, si os ha gustado el tema, podemos buscar otros ejemplos, otras situaciones en las que nos sentimos fuera de lugar.