This transcript has been generated automatically.
Hoy Rebe y yo hablamos de la pereza y de que a pesar de verse siempre de forma negativa, tiene algunos aspectos positivos.
Pues aunque suene un poco negativo, un poco triste, esta forma de empezar, pues con pocas ganas.
¿Quién no prefiere estar tumbado en el sofá viendo una serie o en la playa, o haciendo cualquier otra cosa?
Y también reconozco que a veces hay algunas tareas del trabajo que me dan mucha pereza hacerlas, pero luego cuando me pongo a hacerlas, ah, no estaba tan mal.
Por ejemplo, tengo que reconocer que a veces me da pereza grabar estos episodios.
No siempre, pero a veces nos da pereza porque tenemos que montar todo el setup, tenemos que montar el micrófono, prepara el guión.
Pero luego cuando empezamos a grabar, después del primer minuto, los primeros segundos, como que ya empiezo a conectar con el episodio, con la conversación, y ya lo disfruto.
Muchas veces una tarea nos da más pereza el hecho de pensar en ella, el hecho de ponernos a hacerla, que luego cuando la estamos haciendo.
Muchas cosas como que nos cuesta empezar, pero luego las haces y oye, pues no era para tanto.
Y puede ser ponerte a estudiar, hacer deberes, ir al gimnasio, trabajar, Un montón de cosas.
Por ejemplo, en casa, la pereza que te da por ejemplo, ponerte a limpiar, dices, buf, tengo que limpiar la casa.
Y estás horas o días pensando en el día que vas a tener que limpiar y luego te pones y después no es para tanto, y además acabas rápido.
Entonces siempre tenemos ese momento de que nos da pereza hacer algo que luego no era tan difícil.
Es lo que ocurre, que a veces invertimos más energía en pensar la pereza que nos da algo en pensar, ah, qué pereza ir al gimnasio hoy va a ser muy aburrido, voy a estar muy cansado, va a ser terrible.
Y estás un buen rato ahí rayándote, preocupándote por eso, que la energía que te lleva ir al gimnasio, o sea, luego vas y dices, bueno, no era para tanto, no sé por qué mi mente estaba tan preocupado.
Pero bueno, somos así, somos humanos, no somos perfectos, sino que somos bastante imperfectos y es lo bonito.
Pero bueno, hoy, Rebe, vamos a hablar de la pereza, porque vamos a hablar de que la pereza, aunque está muy mal vista en nuestra sociedad, y siempre se considera que ser perezoso es algo malo, ser vago es algo malo.
Hoy vamos a ser los abogados del demonio, del diablo, porque es algo que todo el mundo ve como algo negativo.
Siempre se habla de las personas vagas, perezosas, criticándolas, pensando que es una persona que no es de provecho.
Pero hoy nosotros vamos a buscarle el lado positivo a ser vagos, a ser perezosos, y vamos a defender este concepto.
Entonces hoy vamos a defender un poquito la pereza y primero tenemos que hablar de por qué tiene tan mala fama.
¿Por qué pensamos una persona perezosa en una persona vaga y pensamos en cosas malas?
A ver, que por un lado tiene sentido, Rebe, porque es cierto que si todo el mundo es vago, si todo el mundo es perezoso, si nadie quiere trabajar, el mundo no funcionaría, porque alguien tiene que cultivar los alimentos, hacer todas las cosas que hay que hacer en el mundo para que nuestra sociedad funcione.
Oye, nosotros tenemos que grabar este podcast, que quizá no es el trabajo más importante en el mundo, pero oye, pone feliz algunas personas que escuchan esto, que también tienen trabajos que son importantes en mayor o menor medida, Entonces, si todos fuéramos perezosos, ¿No funcionaría la sociedad?
No, Rebe, porque nadie trabajaría, no se haría nada, no habría comida en el plato.
La forma más fácil de ver que si todos fuésemos vagos o perezosos no funcionaría, es quedándote ya en tu propia casa, en tu propia vivienda.
Tú imagínate que toda la gente que vive en una casa fuesen todos vagos y perezosos.
Eso sería el caos, nadie limpiaría, todo el mundo diría, saco la basura, mejor mañana, hoy no voy a fregar los platos, me da pereza, esto mejor lo hago mañana.
Ahí había como una balanza que, bueno, mi madre compensaba porque si no esa casa hubiera sido un desastre, pero mi madre era súper trabajadora y compensaba un poco la pereza del resto de miembros de la casa.
Por eso al final es normal que desde pequeños, desde que somos niños, nos enseñen y nos inculquen que ser vagos y perezosos no es algo bueno, no es algo que te vaya a generar un beneficio, al contrario, es más probable que te genere algo negativo a ti y a la gente que convive contigo.
Si en casa no haces las tareas y las dejas todas para mañana, tus padres se van a enfadar.
Es muy normal, porque es cierto que, como he dicho al principio, si somos vagos y nadie hace nada, la sociedad colapsaría.
Como a mí me gusta siempre volver al hombre primitivo de las cavernas, o cuando éramos cazadores recolectores, vamos a ponernos en ese hombre de hace miles de años, en ese ser humano.
Tú imagínate que fueran vagos, no estaríamos tú y yo aquí, porque nuestra especie se habría extinguido.
Si al hombre que era cazador le hubiera dado pereza, hubiera buf, cazar un antílope, buah, qué pereza, tío, hoy me quedo en casa.
Y si la mujer que recolectaba hubiera dicho, bufanda, recolectar arándanos hoy me da un poco de pereza, hoy no me apetece pues ala, todos muertos.
Pero aquí, Roi, ya en tu propia anécdota sobre los hombres primitivos, podemos empezar a ver unos matices que nos llevan a defender la pereza.
Porque un punto importante a favor de este concepto de la pereza y la vagancia es que nos lleva a buscar otras formas de hacer las cosas que impliquen menos esfuerzo.
Es decir, tú eres una persona muy vaga, eres ese cazador o esa mujer recolectora y buf.
Pues igual, oye, ¿Y si en vez de ir cogiendo uno, llevándolo a donde tengo que dejarlo, cogiendo otro y llevarlo otra vez, fabrico o diseño algo que me ayude a transportar un montón de ellos?
Entonces ahí van surgiendo esas personas vagas y perezosas, pero que ayudan a la sociedad.
Había los que eran muy trabajadores, los que no eran nada perezosos, pero luego había otros que eran más perezosos, más vagos, y les daba mucha pereza cazar.
Y pensó ¿Y si en lugar de perseguir a los conejos o a los antílopes, ¿Y si creo algo para que el antílope caiga en una trampa y no tenga que cazarlo yo, Sino que cuando llegue ahí ya esté el antílope cazado o atrapado?
Porque claro, antes, de hecho, antes lo que hacía mucho, hablo de hace miles de años, era una caza como que llevaba varios días.
Entonces perseguían a un animal caminando durante varios días hasta que el animal se cansaba.
Entonces tú imagínate el perezoso de esa época diciendo otra vez salir a cazar, caminar durante cuatro días enteros.
Y gracias a ese perezoso se inventaron cosas y luego hubo muchos más inventos, por supuesto, que acabaron cambiando el mundo.
Y hoy en día somos así, gracias a esta mezcla de trabajadores y perezosos también.
Por eso decimos que al final, aunque esté muy mal vista, también puede traernos algo positivo, algo bueno.
No puede ser una persona súper vaga que no haga nada, sino como una mezcla, una persona que tiene que trabajar y trabaja, pero quiere hacerlo de la forma más eficiente y que suponga menos esfuerzo.
Tú dices que alguien es perezoso, alguien es vago, y solo piensas en que no produce mucho, que no tiene un buen rendimiento, que piensas en cosas malas sobre esa persona.
Y volviendo otra vez al ser humano primitivo, imagínate un cazador de esos que era muy trabajador, se esforzaba muchísimo y no era nada perezoso.
Como ellos no eran nada perezosos, decía ¿Cómo que hay que caminar tres meses para cazar este antílope?
Estaba persiguiendo un antílope durante tres meses y claro, murió de agotamiento.
Entonces, oye, está bien ser muy trabajador, pero si eres demasiado trabajador podría ser malo.
Y esto se puede aplicar hoy en día, porque hoy en día hay gente que trabaja muchas horas, no cazan antílopes, pero trabajan con su ordenador en una empresa o lo que sea.
Y hay gente que trabaja tanto que acaba teniendo este síndrome de burnout, que le llaman el síndrome del trabajador quemado.
Y aunque no sea en el trabajo, muchas personas tienen como esa presión, esa sensación de que tienen que ser muy productivos todo el tiempo, que en un día, por ejemplo, tienes que hacer muchísimas cosas.
Veía yo ayer un vídeo de una chica que hablaba sobre todo lo que hacía en un día.
Y claro, tú la veías y madre mía, yo soy una vaga, no hago ni la mitad de cosas, soy una persona súper perezosa comparada.
Ya, pero quizá no es bueno tampoco lo que ella está haciendo, porque tú como persona también necesitas descansar, desconectar un poco, tener tus ratos de hago un hobby o hago algo que me guste.
No porque todo el día no estés haciendo 20.000 tareas ya quiere decir que tú eres una persona vaga.
A veces llevamos las cosas demasiado al extremo, queremos ser demasiado productivos, rendir demasiado y la pereza o la vagancia nos lleva también a descansar, que es algo que también es bueno.
Claro, entonces a veces la pereza puede ser incluso una señal, una señal de que estás cansado, porque puede ser que te dé pereza algo porque eres muy vago, muy perezoso por lo general, o porque has estado trabajando demasiado últimamente.
Entonces tienes que ver que la pereza puede estar diciéndote, oye, necesitas descansar, necesitas relajarte, necesitas tomártelo con más calma, entonces a veces es señal de que estás cansado, de que estás saturado o desmotivado incluso a lo mejor esa tarea que haces o ese trabajo no es para ti y tendrías que buscar otro, no lo sé, obviamente, pero bueno, que a veces no es tan directo.
Bueno, no siempre es así, a veces hay algo más, a veces hay que rascar, como decimos, para ver qué ocurre realmente.
Y otra cosa buena que tiene la pereza o la vagancia es es que a veces nos lleva a hacer las cosas de una forma mejor para nosotros más eficiente o que para nosotros mejor, más positiva, no todo el mundo tiene que hacer siempre todo igual, entonces quizá a ti te da mucha pereza estudiar leyendo siempre libros, por ejemplo, y al final acabas buscando una forma que para ti es mejor, viendo vídeos, por ejemplo, o escuchando un podcast.
No quiere decir que tú seas más vago que otra persona porque no te leas 15 libros, quizás simplemente buscas una forma más eficiente para ti.
Claro, a veces no es que seas vago o perezoso, sino que la estrategia que estabas usando no era adecuada para ti.
Esto también es importante, o sea, a veces hacemos cosas que no son para nosotros, pero en cuanto cambiamos esa estrategia o esa forma de hacer las cosas anda, resulta que no era vago, simplemente estaba haciendo algo que no estaba adaptado a mi forma de ser.
Y también la pereza, y ya acabamos con esto, genera muchas innovaciones, que es lo que comentábamos con el ejemplo del cazador recolector.
Hemos puesto esos ejemplos inventados, pero en la vida real lo hemos visto muchas veces y por ejemplo Bill Gates, que es el fundador de Microsoft, él decía que cuando tenía un trabajo complicado y tenía que contratar a alguien para solucionar ese problema o para hacer ese trabajo, siempre prefería a alguien vago que alguien muy trabajador.
Obviamente los dos candidatos tenían las habilidades para solucionar ese problema.
Pero si uno de ellos era muy trabajador, se esforzaba mucho, y el otro era más vago, más perezoso, pero tenía la habilidad, también prefería el perezoso.
Porque decía que el perezoso, el vago, iba a encontrar una solución más fácil y más eficiente.
Y el trabajador, el que se esforzaba mucho, no iba a encontrar una solución tan fácil, porque como era muy trabajador, no se iba a dar cuenta de que su solución al problema era demasiado compleja.
Porque cuando pensamos, por ejemplo, en una entrevista de trabajo, creo que a nadie jamás se le ocurriría decir como característica soy vago o soy perezoso.
Pero a ver, es cierto que en algunos trabajos ser muy trabajador y esforzarse mucho podría ser contraproducente, precisamente por eso, porque estarás haciendo tareas que quizá no las haces de la forma más eficiente posible, pero como eres muy trabajador, no te das cuenta.
Yo a veces cuando trabajaba con algunas gestorías, nosotros tenemos una empresa, tenemos un negocio, entonces trabajas con una gestoría que hace papeleos, te lleva el tema, los impuestos, las facturas y estas cosas.
Pues yo me di cuenta que yo trabajé con varias y había algunas que eran un caos, era un absoluto caos.
Que en las que eran un caos, se esforzaban mucho, eran muy trabajadores, eran súper trabajadores, respondían los emails pronto, los veías ahí trabajando muchísimas horas.
Hacían todo a mano, no tenían automatizaciones, no tenían procesos bien definidos.
Me pones a mí, por ejemplo, que oye, yo soy trabajador, pero no soy el tío más trabajador del mundo.
Pero también hay que tener en cuenta una cosa, Roi, y es que en España, por ejemplo, se premia o se tiene en cuenta realmente lo valorado es el tiempo que trabajas tú.
No, es que Yo trabajé ayer 12 horas y la gente buf, qué trabajador, madre mía, está explotado, trabajo un montón.
Pero realmente quizá es que esa persona en cinco horas hizo más trabajo aún que la otra persona, porque es más eficiente, hace mejor su trabajo y sabe hacer mejor las cosas o las hace de una forma más rápida.
Tenemos esa cultura, decimos, de calentar la silla, que se refiere a que tú vas a la oficina y tienes que estar allí en la oficina las 8 horas, pero muchas veces no tienes mucho que hacer, pero como tienes que estar las 8 horas porque es por lo que te pagan y es lo que le da más importancia que estés ahí todo el tiempo que parezca que trabajas, entonces estás ahí calentando la silla porque no estás haciendo nada más, simplemente estás en tu sitio, no tienes mucho que hacer y ya está.
Lo que pasa también es que mucha gente dice que cuando ellos son muy eficientes y hacen el trabajo muy rápido, sus jefes ven que ya han acabado el trabajo.
Por eso no hay incentivo para ser súper eficiente o para que vean que eres muy eficiente.
Esto lo he leído en algunos foros, no lo he hablado en persona, pero bueno, en algunos foros sí que he visto que se repite un poco esta idea, que tampoco te compensa ser súper eficiente en la cultura empresarial española, porque cuando vean que acabaste dirán aún tienes tiempo libre, venga, trabaja más, o sea, no te van a premiar por el esfuerzo o por la eficiencia, sino que te van a poner más trabajo.
Si tengo que estar aquí cinco horas, pues hago dos tareas con calma, en vez de hacerlas muy rápido y que me manden el siguiente trabajo.
Porque tú piénsalo, estás en el colegio y el profesor venga, queda media hora de clase, vamos a hacer estos ejercicios.
Voy a hacerlo más lento, que así no tengo que hacer más deberes, voy a ir con más calma.
Claro, porque lo suyo, si el incentivo fuera bueno, sería premiar a la persona que ya ha acabado y no darle más trabajo.
Pues oye, te llevas un premio y ahora puedes descansar estos 10 o 15 minutos que quedan de clase.
Vale, pues toma este ejercicio extra para aprovechar mejor los 15 minutos que te quedan de clase.
Por eso hay que empezar a animar a la gente que es vaga, a la gente que quiere hacer las cosas rápido e irse a su casa.
De hecho, esto es lo que yo leía en los foros, que mucha gente comentaba esto, que si la empresa te premiase por acabar tu trabajo, dijese, bueno, tú tienes que cumplir estos objetivos para hoy o para esta semana, y si acabas, ya está.
Por ejemplo, un amigo mío que trabaja en una empresa, no sé muy bien qué hace, porque es algo un poco complicado, algo relacionado con microchips.
Y me contaba que tenían un trabajador que era así, un poco raro este trabajador, pero era buenísimo, era el mejor trabajador de la empresa.
Pero decía que en esas 5 horas el tío trabajaba como 5 personas una semana entera, es decir, era tan bueno a nivel de programación y de resolución de problemas que la empresa le compensaba pagarle un sueldo completo y solo tenerlo contratado 5 horas a la semana, porque era increíble, el tío era buenísimo, era súper eficiente y un crack.
En España a ese tío lo despedirían porque dirían ¿Cómo que solo quieres trabajar 5 horas a la semana?
Y contratarían en su lugar a tres desarrolladores mediocres o peores que cobrarían más porque serían tres personas trabajando 40 horas a la semana y solucionarían menos problemas.
Claro, hay que tener en cuenta que todo el tiempo estamos hablando de gente que hace bien su trabajo.
No es que tú seas vago, trabajes menos tiempo y además hagas mal el trabajo, no, no, es que lo haces bien pero menos tiempo, porque el resto del tiempo quieres irte a tu casa y estar ahí tirado.
Entonces hay que tener en cuenta eso, que son personas que hacen bien su trabajo.
Bueno, vagas, personas que querían hacer las cosas de forma más eficiente o más rápida o bueno, de una forma diferente a la habitual, a la forma en que se estaban haciendo.
A ver, realmente no son personas vagas, porque vamos a poner ejemplos de personas que se esforzaron e inventaron cosas o crearon cosas, pero sí que el origen de ese invento fue la pereza, o al menos nosotros decimos que fue la pereza.
Entonces, por ejemplo, los buscadores en Internet, el más conocido es Google, aunque Google no fue el primero, entonces podemos pensar en Google, pero realmente Google ya cogió esta idea y simplemente la mejoró.
Pero la primera vez que se creó un buscador en Internet como Google, o sea un sitio donde tú buscabas web para aprender español y te aparecían diferentes webs, antes de los buscadores eso no existía, tú tenías que saber qué webs existían, supongo que habría algunos listados o podrías buscar en algún lado esto, pero no tenías la facilidad de buscar en un buscador poniendo palabras como aprender español y que te apareciesen resultados.
Claro, el origen de ese invento si lo piensas es la pereza, porque qué pereza cuando no podías usar un buscador, tener que saberte cada página que existe, o ir a un listado, que a lo mejor publicaban listados en algunos sitios, e ir viendo esos listados, entrar en cada página para ver qué tiene.
Cuando aparecían los buscadores, tú ponías la palabra clave y te aparecían las diferentes webs que había y un resumen de lo que tenían dentro.
Este me encanta porque este señor me representa perfectamente a mí y a un montón de personas.
Y esto puede parecer una tontería, pero él estaba cansado de tener que vaciar la bolsa de la aspiradora y que se taponara el filtro, tener que limpiarlo, vaciarlo.
Pero bueno, él decidió que estaba cansado de hacer eso y quería inventar una aspiradora sin bolsa que fuese mucho más fácil, más para vagos.
Porque si a nadie le diese pereza lo de tener que cambiar la bolsa y tener recambios y tal, nadie hubiera inventado algo nuevo.
Y vamos con otro invento, también un hombre muy famoso, Guille, el inventor de la máquina desechable para afeitarse, que también es una empresa muy famosa hoy en día, muy grande.
Que antes de las máquinas de afeitar desechables, los hombres se tenían que afeitar con navaja.
Aunque ahora ya, por supuesto, tienen máquinas para afeitarte siendo mujer, las piernas o lo que necesites afeitar.
También llevaba más tiempo afeitarse con navaja que con las maquinillas desechables.
Pero nosotros vamos a decir que sí, porque inventó algo hecho para la gente vaga y perezosa.
Algo de vago tiene que tener este hombre un poquito, aunque sea un poquito perezoso.
Podemos afirmarlo porque hablamos de Eugene Pauli, que inventó el mando a distancia.
Porque ¿Qué hacía la gente vaga cuando quería cambiar de canal y tenía que levantarse el sofá, usar a su hijo?
Y es algo curioso, porque no he buscado exactamente en qué año se inventó el mando a distancia.
Seguramente sí que ya estaba inventado, pero mis padres comprarían la tele barata y no teníamos mando a distancia, o sea, hasta que yo tuve 10 o 12 años, la tele no tenía mando a distancia, había que levantarse y cambiar con la mano.
No lo recuerdo cuando era súper pequeña, pero sí que recuerdo una televisión así en casa de mis abuelos, tener que ir y cambiar con la mano.
Y oye, entiendo perfectamente a este señor, creo que yo y todo el mundo, porque a quién no le daba pereza estar tumbado en el sofá o sentado en el sofá y cada vez que querías cambiar de canal, televisión, levantarte o cambiar el volumen, subir y bajar el volumen, era un auténtico coñazo, muchas veces te quedabas viendo un canal solo por no tener que levantarte.
También hay que decir que antes no había tantos canales, entonces, bueno, se compensaba, pero era una auténtica pereza, claro.
Entonces gracias a este hombre perezoso, pues inventó esto, que aunque parece un invento tonto o sin importancia, hay que pensar que luego ese invento dio lugar a otros inventos relacionados con el control a distancia.
Entonces no es solo inventas el mando a distancia y ya está, sino que esto luego permite otros inventos que facilitan la vida en muchos otros aspectos, todos.
Relacionados con la pereza y la vagancia, porque tú llegas a tu casa en coche y quién quiere bajarse para abrir el portal pudiendo darle a un mando o encender el aire acondicionado o bueno, cualquier cosa que se utilice hoy en día, un mando.
Claro, pero como somos vagos, pues nos da pereza crear el monumento, así que este hombre no lo tiene, o a lo mejor sí, no lo sé.
Bueno, pues nada Rebe, dejamos aquí el episodio, que ya llegó el trabajo por hoy.
Es un episodio sobre la pereza, así que tampoco vamos aquí a estar tres horas trabajando, que si no, no va a tener sentido.