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Es la única oferta que hemos hecho este año y no creo que se repita en el futuro.
Llegamos al final del tema del mes, donde nos estamos acercando a diferentes civilizaciones de la historia.
Para terminar, vamos a conocer una civilización que se inició con el nacimiento de una religión que a día de hoy es es la segunda con más fieles del mundo.
Es una frase que hoy estaría más que cancelada, pero que es muy conocida en nuestro país.
Desde el año 711 a hasta 1492, el territorio que hoy conocemos como España estaba en su mayoría bajo dominio musulmán, y ese territorio se conocía como Al Ándalus.
Pues bien, según cuenta la leyenda, el último rey islámico de Granada, Boadvil el chico, al perder Granada ante los Reyes Católicos y tener que abandonar la Alhambra, se detuvo en el monte al irse y lloró al mirar lo que perdía.
Su madre, la sultana Aisha, le dijo la famosa Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre.
De hecho, ese monte donde supuestamente pasó esto se conoce como Suspiro del Moro.
Lo cierto es que no se tiene nada claro que esta situación se produjera, ni que fuera cierta, pero nos vale para introducir a la civilización de la que vamos a hablar hoy.
Una civilización que tuvo tal poder y tal expansión que no solo estuvo durante años en lo que hoy es España, sino que su influencia en nuestra cultura es enorme.
Lo primero que vamos a hacer es situar esta civilización en el tiempo y en el lugar.
Esta civilización va desde el siglo VII, cuyo inicio se dio con Mahoma, hasta el siglo XV, momento en que se producen dos elementos clave para su caída.
Por un lado la caída del último reino musulmán en la península ibérica que fue el Reino de Granada en 1492 y por otro la toma de Constantinopla por parte de los otomanos en el año 1453.
Pero bueno, hay que decir que el mundo islámico no termina ahí, simplemente entra en una nueva etapa ya que otros grandes estados islámicos como el Imperio Otomano continuaron durante muchos siglos más.
Para situar esta civilización nos tenemos que ir a la península Arábiga, que antes de que llegara el Islam estaba habitada por tribus nómadas o seminómadas como los beduinos.
Algo importante para entender luego el Islam es que todas estas tribus eran politeístas y todas tenían La Meca como un lugar sagrado.
Otra cosa relevante que tenemos que saber es que era un territorio que se encontraba en un enclave geográfico que actuaba como puente entre Oriente y y Occidente, con todo lo que eso conllevaba.
Lo que nos interesa de su figura es que un día, cuando tenía 40 años, estaba meditando en una cueva cerca de La Meca y se le apareció el arcángel Gabriel.
Este le dijo que él era elegido por Alá para difundir una nueva religión monoteísta, es decir, en la que se adora a un solo Dios verdadero.
Mahoma en un principio no lo tuvo fácil cuando intentó difundir la nueva religión entre los mercaderes de La Meca y es por eso que tuvo que huir hacia Medina en el año 622.
A esa huida se la conoce como la Hégira y marca el inicio del calendario islámico.
En Medina se hizo con el poder de la ciudad y además consiguió que el Islam fuera la región de los ciudadanos y ahí empezó la expansión del Islam.
También entró en un conflicto militar con La Meca que terminó con la rendición de esta ciudad ante Mahoma y su ejército y por lo tanto con la implementación del Islam en el año 630.
Básicamente lo que hizo fue darle unidad a toda una región, la península arábiga, que estaba formada por pueblos politeístas aislados.
¿De hecho, cuando Mahoma muere en el año 632 es el líder político y religioso más importante de toda Arabia, qué pasa tras su muerte?
Bueno, tras su muerte sigue la expansión bajo el mandato de los califas, que eran los sucesores del Profeta.
La expansión de esta civilización fue una auténtica locura porque se extendió desde la península ibérica, como vimos al principio, hasta la India.
Y esto pudieron hacerlo por varias la primera, lo débiles que estaban los imperios y las potencias que había a su alrededor, como los persas, los bizantinos o los visigodos de la península ibérica.
Pero además era un pueblo grande que ahora estaba unido bajo una misma religión, con afán por difundir el Islam y su fe y en una situación geográfica que supieron aprovechar a su favor.
Ya hemos dicho que tras la muerte de Mahoma la mayor representación política era la del califa, que era el jefe político y líder religioso.
Estas personas eran el visir, que sería como el primer ministro y gobernaba la administración central, y los emires, que eran los gobernadores provinciales.
También estaban los qadíes, que eran los jueces y los diwanés, que eran los encargados de recaudar impuestos.
Déjame que en este punto te cuente algo interesante y y que aún hoy es un tema de actualidad.
Seguramente habrás oído hablar del conflicto que existe entre los sunitas y los chiítas.
Pues ese conflicto existe desde el momento en que muere Mahoma y se plantea quiénes deben ser los califas, porque los primeros califas tras la muerte de Mahoma eran familiares directos de él.
La lucha entre estas dos ramas es porque los chiítas piensan que el califa debe ser descendiente directo de Mahoma, mientras que los sunitas creen que debe ser elegido por el pueblo.
En cuanto a la pirámide social, podemos decir que estaban divididos en una élite o aristocracia, que era la que tenía la riqueza y el poder, y por otro lado el resto de la población.
Además existían los llamados muladíes, que eran las personas que antes no eran musulmanas y que una vez conquistadas se convertían a esa religión.
También existían los dimíes o gente del libro, que eran cristianos o judíos que seguían conservando su religión pero que debían pagar impuestos especiales.
Luego, como hemos visto en otras civilizaciones, en el nivel más bajo estaban los esclavos, que por lo general eran prisioneros de guerra.
Dentro de las medinas había elementos fundamentales como la mezquita, que era lugar de oración, el zoco, que era el mercado, la alcazaba, que era un recinto amurallado similar a lo que para nuestra cultura sería un castillo, y los baños públicos.
Algo interesante de estas ciudades es que había gente que vivía fuera de las murallas y es lo que se conocía como los arrabales.
Es interesante saber que llevaron la agricultura a otro nivel y aumentaron mucho su productividad.
Eso fue posible gracias a que introdujeron grandes avances como nuevas técnicas para regar o nuevos cultivos que traían de otras zonas como el arroz.
La clave de esta civilización es que eran grandes comerciantes tanto por tierra como por mar y traían avances y productos de otros lugares como Asia, África o Europa.
Entre sus muchos avances, los musulmanes difundieron el uso del papel aprendido de los chinos y establecieron los primeros talleres de papel en Europa.
El legado que ha dejado esta civilización es inmenso, porque algo que hicieron en todos los territorios conquistados fue islamizarlos.
Pero además era una civilización avanzada que tenía muy clara la importancia de la cultura y la educación.
Sin duda, unas cosas que les hizo avanzar fue que fueron permeables a otras culturas, tomaron conocimientos de otras civilizaciones, los adoptaron y los mejoraron.
Fíjate que conocían a los griegos, a filósofos y a sabios orientales y aprovecharon todo ese conocimiento para crecer como civilización.
La cultura y el conocimiento eran fundamentales para ellos, así que allá donde iban creaban escuelas, bibliotecas y centros donde se preservaban y difundían las grandes obras de la civilización clásica.
Introdujeron grandes avances en ámbitos como matemáticas, astronomía, alquimia y medicina.
A nivel artístico y arquitectónico tenemos que rendirnos ante ellos y más nosotros en España, porque grandes obras que tenemos hoy día se las debemos a ellos.
Solo te pongo dos ejemplos y seguro que ya te la Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada.
Algo curioso es que crearon nuevas técnicas de decoración vegetales y geométricas porque tenían prohibido representar figuras humanas.
Pero no sería justo terminar este episodio sin hablar de algo fundamental para esta civilización, aquello por lo que nació su religión, tendríamos que dedicar un un episodio entero solo para hablar de ella, pero solo vamos a mencionar algunas cosas básicas.
El libro sagrado del Islam es el Corán, y es una religión que se basa en cinco pilares que todo musulmán debe Shahada, que sería la profesión de fe, es decir, la fe en Alá y en su profeta Mahoma.
Se debe orar cinco veces al día, al amanecer, al mediodía, a media tarde, al crepúsculo y por la noche.
La oración se debe hacer mirando a la Mecat, que es la obligación de dar limosna para ayudar a otros, que es la obligación de ayunar durante el Ramadán.
Esto significa que durante ese mes, desde el amanecer hasta la noche, cuando no hay sol, los musulmanes adultos no pueden comer, beber, fumar ni tener relaciones sexuales.
Hat, que es la obligación de ir una vez en la vida de peregrinación a la mecanismo.
Una vez que entran en ella deben alcanzar lo que se conoce como ihram o sacralidad, es decir, la cualidad de ser sagrados, por lo que deben vestirse con dos prendas limpias, sin costuras y evitar ciertas actividades que son consideradas impuras, como todo lo que sea sexual.
Otra de las cosas que tienen que hacer es dar siete vueltas al santuario de la Kaaba, que está dentro de la Gran Mezquita de La Meca, y besar o tocar la Piedra Negra.
Además del Corán, existe lo que se conoce como Sharía, que sería la ley islámica que representa la voluntad de Alá y que todo musulmán debe cumplir tanto fuera como dentro de su casa.
En ella se establecen normas sobre aspectos como el matrimonio o la herencia, por poner algún ejemplo, y también se recogen prohibiciones como el consumo de alcohol o los juegos de azar.
Con esta civilización terminamos nuestro repaso a las grandes civilizaciones de la historia.
Mi conclusión después de estudiar a todas estas civilizaciones durante este mes es a veces nos empeñamos en ver nuestras diferencias cuando en el fondo no somos más que la unión de las influencias de todos los que estuvieron antes que nosotros.
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