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Y hoy empezamos hablando de las distintas emociones que sentimos durante la Navidad.
¿Sabes esa sensación cuando sabes que va a pasar algo, pero aun así, cuando pasa, te sorprende?
Y fíjate que nos van anunciando su llegada meses Que si las luces navideñas, que si Mariah Carey y su All I Want for Christmas Is You, que si las películas de temática navideña, que si los dulces de Navidad en los supermercados dos meses antes, que si la cena de Navidad de la empresa o los escaparates llenos de adornos navideños.
Una montaña rusa emocional que nos lleva por todas las emociones conocidas en un mismo mes.
Así que hoy, en este primer episodio del Tema del Mes, vamos a hacer una especie de terapia grupal para hablar de las emociones de la Navidad.
Algunas de las emociones que nos pueden invadir durante esta época del año Ilusión Amor Alegría Gratitud Tristeza Ansiedad Nostalgia Culpa Felicidad Soledad Esperanza Nervios Estrés Y todas las emociones que quieras sumar a esta lista.
En un rato nos detendremos en estas emociones, pero antes vamos a Por qué ese cóctel de emociones en las fechas navideñas.
Lo que sentimos en Navidad tiene que ver con cuestiones muy personales y cada uno tiene sentimientos diferentes y vive las fiestas de distinta manera.
Aquí vamos a hablar de algo más general, de cómo las circunstancias concretas de estas fiestas influyen en la variedad de sentimientos que pueden aparecer.
Esta mezcla de emociones positivas y negativas tiene que ver con que las propias fiestas tienen mucho de positivo y de negativo.
Lo positivo es la fiesta en sí, la música, la decoración colorida y todo lo que supone disfrutar de la gente que quieres, compartir tiempo con personas que no ves normalmente y el hecho de recibir regalos.
Pero por otro lado, gran parte de los sentimientos negativos se producen por echar de menos a gente que ya no está, por una presión social o económica o porque no puedes celebrarla con la gente que quieres.
Además hay factores que incrementan esos sentimientos, como el hecho de que las navidades y sobre todo fin de año implican cerrar un ciclo y muchas veces esa tristeza o esa ansiedad viene por no haber cumplido las expectativas o porque ha sido un año duro para ti.
Pero es que además, todos los estímulos a los que estamos sometidos en las fiestas, que muchos tienen que ver con la nostalgia, las luces, los sabores, los olores o incluso las personas, hacen que nuestro cerebro y nosotros reaccionemos ante esa memoria emocional y los sentimientos estén a flor de piel.
¿Sabes eso que dicen que el alcohol lo que hace es incrementar tu estado de ánimo?
Es decir, que si estás triste te va a poner más triste y si estás contento te va a poner pletórico.
Según cómo nos encontremos cuando llega esa fecha, según haya sido nuestro año, unos sentimientos prevalecerán sobre los otros.
Quizá una de las primeras palabras que nos vienen a cabeza cuando hablamos de Navidad sea ilusión.
La ilusión de los regalos, la ilusión de ver las luces y de escuchar villancicos, de decorar la casa.
Lo cierto es que de alguna manera la Navidad nos devuelve un poco de aquella ilusión que sentíamos de niños.
Para muchos adultos estas fechas siguen siendo especiales por todo lo que implican.
Pero esa ilusión ya no solo por los preparativos navideños, sino también por reunirse con la familia y con los seres queridos, estar todos alrededor de una mesa y vivir juntos momentos de calidad.
Otros sentimientos positivos que aparecen en la Navidad suelen ser la esperanza y la gratitud.
Hay algo esperanzador en la idea de cerrar un ciclo y pensar que el año que viene puede ser mejor.
Esa sensación de empezar de cero nos hace creer que con la llegada del nuevo año todo es posible.
Por mucho que al principio las fiestas puedan hacerse cuesta arriba, al final todo acaba saliendo bien y acabamos bueno, pues no ha estado tan mal.
Es un momento en el que muchas personas suavizan tensiones, bajan las defensas y se permiten mirar a los demás y a sí mismos con un poco más de amabilidad.
Me explico, muchas veces nos puede dar pereza sentarnos a la mesa con personas con las que hemos tenido algún conflicto en el pasado o con quienes discutimos en las navidades pasadas.
Dejar lo malo a un lado y perdonar a esas personas con las que hemos tenido algún encontronazo en el pasado.
La gratitud aparece sin duda cuando damos gracias a la vida o a Dios por poder celebrar, por estar ahí compartiendo ese momento con gente a la que queremos.
Y esas personas pueden ser muchas familia de sangre, familia política o ese grupo de personas, esos amigos que tú has elegido como tu familia.
Muchos de esos sentimientos negativos que aparecen la ansiedad, la tristeza, la nostalgia o la soledad.
Las fiestas navideñas son unas fiestas donde se presupone que tienes que ser muy feliz.
Pero si tú no te sientes así, si por cualquier motivo no estás feliz durante el periodo navideño, eso puede generarte ansiedad.
Digamos que mucha de la ansiedad aparece por esa presión social de que hay que estar feliz sí o sí.
Y esa presión no viene solo de tu entorno, sino que está en redes sociales, en la televisión, en la calle y en todos lados.
Un gran estrés y ansiedad en estas fechas se produce por las expectativas, tanto sociales como económicas.
¿Qué pasa cuando no tienes suficiente dinero para unas fiestas en las que básicamente todo gira en torno a gastar?
Pues que aparecen el estrés, la ansiedad y además una emoción que se cuela muy fácilmente en la vergüenza.
Vergüenza y culpa por sentir que no estás a la altura de las expectativas, por no poder hacer regalos, por no poder organizar cenas o simplemente no poder seguir el ritmo económico del resto.
Mucha gente tiene buena relación con su familia y lo pasa muy bien en esta época del año, pero hay algunas personas que no tienen una reacción tan buena.
La ansiedad social es esa sensación incómoda de tener que compartir mesa con personas con las que no te llevas bien.
Sí, hablamos de ese familiar que no soportas y que sabes que a lo largo de la noche va a soltar algún comentario hiriente.
Y por si fuera poco, están las preguntas incómodas, esas que nadie quiere ¿Cuándo te vas a echar novio?
En fin, un interrogatorio navideño en toda regla que puede hacer que para mucha gente estas fiestas sean cualquier cosa menos relajantes.
Suelen aparecer cuando no estás con la gente que quieres, quizá porque vives lejos de tu ciudad natal.
También puede ser que no te sientas bien porque estás pasando por un mal momento o quizá echas de menos las navidades del pasado.
Porque a veces pensamos con nostalgia en las navidades de cuando éramos más jóvenes o cuando estaba con nosotros ese ser querido que ya no está con nosotros.
Muchas veces imaginamos unas navidades perfectas de película y si esas son nuestras expectativas lo más probable es que acabemos frustrados.
La realidad es que la mayoría de las navidades son imperfectas, pero ahí está su encanto.
Y no olvides que cuando la ansiedad se apodere de ti, cuando la ira crezca desde los pies y notes cómo te sube a la cabeza, lo mejor es parar, respirar y no caer en la tentación de liar la parda en la cena navideña.
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