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Hoy hablamos Episodio 2061 Expresiones con gracia Bienvenido a hoy hablamos, el podcast para aprender español cada día. Si quieres ver la transcripción, la hoja de trabajo de cada episodio con explicaciones y ejercicios, y disfrutar de muchas otras ventajas, puedes visitar nuestra hoy. Hazte suscriptor premium para acceder a todas esas ventajas. Muy buenas, querido oyente. ¿Qué tal estás?
Espero que estés bien. Hoy me siento más gracioso de lo habitual. Por eso, déjame que te cuente este breve chiste de un paciente con su doctor. ¿El paciente le Doctor, tengo el pecho cubierto de pelo, qué padezco? Y el doctor le padece un ocito.
¿Vale, sé que es un chiste un poco malo, pero tiene un poco de gracia, no? Pues precisamente de esa palabra queremos hablar hoy. Hoy tenemos expresiones con la palabra gracia. Por cierto, por si estás perdido, la gracia del chiste es la confusión entre los verbos padecer y parecer. Padecer tiene como sinónimo el verbo sufrir.
El chiste consiste en pronunciar parecer de esa forma un poco rara, como si tuviéramos un acento muy padece un ocito, parece un osito. Como decía, hoy tenemos cinco expresiones con la palabra gracia, y son las caerle en gracia a alguien, ser agraciado, tener o hacer gracia, reírle la gracia a alguien y, por último, pasarse de gracioso. Hoy hablamos de expresiones con gracia. Para poner en práctica estas expresiones, vamos a seguir la historia de Hugo. Hugo es un joven de Tarragona que perdió su trabajo y, por suerte, muy pronto pudo volver a encontrar otro en una empresa de productos de limpieza.
Vamos a ver de qué trata esta historia. Hugo, un joven catalán de 28 años, llegó puntual a la oficina en su primer día de trabajo. De hecho, llegó a la oficina 30 min antes de la hora prevista, ya que quería caerle en gracia a su nueva jefa. Acababa de ser contratado en una empresa que vendía productos de limpieza, por lo que quería causar una gran impresión a sus superiores y a sus nuevos compañeros de trabajo. Y así fue.
Durante la primera semana todo salió de maravilla. Hugo era un hombre agraciado. Su presencia se hacía notar no solo por su belleza y músculos, sino también por su sentido del humor. Su ídolo era Michael Scott, de la serie The Office, por lo que cada vez que tenía la oportunidad intentaba gastar bromas, contar chistes o hacer algunos comentarios para alegrarles el día a sus compañeros. Por ejemplo, un día llegó disfrazado a la oficina de Spider Man.
Otro día puso un cartel en la fotocopiadora que decía que funcionaba por voz y había que pedir las cosas muy amablemente. En general, esas bromas tenían gracia. A los compañeros les hacían gracia esas cosas. Sin embargo, poco a poco algunos empezaron a cansarse de la actitud de Hugo. En una ocasión, éste decidió cambiarle idioma al ordenador de algunos compañeros, con todo el caos y la pérdida de tiempo que dicho cambio supuso para ellos, puesto que el idioma elegido fue el chino.
Sí, sí, Hugo no eligió el italiano o el portugués, dos idiomas similares, sino que eligió el chino. Hugo no tenía límites, pensaba que lo que era divertido para él también era divertido para el resto. Y desafortunadamente no era así. Una tarde de viernes 2 h antes de acabar el trabajo, tomó la decisión de llamar a una pizzería y pedir 20 pizzas para que las llevaran a la oficina. Evidentemente, tenía la idea de que la empresa se hiciera cargo de la cuenta.
Todos los compañeros se pusieron muy contentos al ver las pizzas, todos menos la jefa. En esta ocasión, la jefa no le rió la gracia, no le gustó que Hugo hubiera pedido todas esas pizzas sin pedirle permiso. Y como era de esperar, esa acción tuvo consecuencias para nuestro protagonista. Fue la gota que colmó el vaso. Este y los últimos comportamientos le costaron el despido a Hugo.
La jefa le dijo que últimamente se había pasado de gracioso, por lo que no le quedaba otra opción que despedirlo y desearle suerte para el futuro. Bien, pues con este triste final para nuestro protagonista, vamos a analizar las cinco expresiones usadas en esta historia, todas ellas con la palabra gracia. Vamos a por ellas. Empezamos con caerle en gracia a alguien. Esta frase la hemos oído con la buena acción que Hugo quería hacer en su primer día.
Llegó a la oficina 30 min antes de la hora prevista, ya que quería caerle en gracia a su nueva jefa. Como puedes imaginarte, Hugo quería causar una buena impresión en su primer día y ahí encontramos el significado de esta expresión. Se dice que una persona le cae en gracia a otra cuando le cae bien, cuando le gusta o agrada. De esta manera, y en caso de que te guste mucho Penélope Cruz, podrás decir que te cae en gracia Penélope Cruz. Otro Imagínate que tu nueva pareja quiere presentarte a sus padres.
En caso de que tus suegros te caigan bien, podrás decir que tus suegros te han caído en gracia. Esto no es algo que le ocurra a todo el mundo, pero a veces pasa. En mi caso, mis suegros me caen en gracia, me caen bien. Pasamos ahora a la segunda frase con gracia, mejor dicho, con su adjetivo agraciado, lo que era Hugo. Vamos a oír el momento en que se usa agraciado durante la primera semana todo salió de maravilla.
Hugo era un hombre agraciado. Su presencia se hacía notar no sólo por su belleza y músculos, sino también por su sentido del humor. Como puedes imaginarte, decimos que alguien es agraciado si es atractivo, guapo. Eso sí, esta palabra también la podemos relacionar con la suerte, puesto que también significa ser afortunado. ¿Así pues, lo maravilloso sería ser agraciado de las dos maneras, no crees?
Sería genial tener mucha suerte y ser muy guapo. Bueno, yo tengo las dos cosas, así que sé que se siente. Al menos es lo que dice mi madre. Bromas aparte, si juegas a la lotería y ganas un gran premio, te podrán llamar de esta agraciado. Y si ganaste el premio de la genética y eres muy guapo, pues también eres agraciado o agraciada.
Pasemos ahora a la tercera expresión del dí tener gracia. La hemos oído justo aquí. Un día llegó disfrazado a la oficina de Spiderman. Otro día puso un cartel en la fotocopiadora que decía que funcionaba por voz y había que pedir las cosas muy amablemente. En general, esas bromas tenían gracia.
A los compañeros les hacían gracia esas cosas. Sin embargo, poco a poco algunos empezaron a cansarse de la actitud de Hugo. Te habrás dado cuenta de que no solo hemos usado tener gracia, sino también hacer gracia. Y es que tienen el mismo algo que tiene gracia o algo que te hace gracia. Es divertido, gracioso, chistoso.
Si te pones a ver una película de comedia y te ríes como un niño pequeño, puedes decir que esa película tiene gracia, es decir, que esa película te hace gracia. Algo interesante que podemos comentar es que estas frases también son usadas con un sentido irónico para hablar de algo chocante, molesto o irritante. Por ejemplo, Imagínate que has dedicado mucho tiempo y esfuerzo a un proyecto en tu trabajo. 1. Compañero se lleva todo el mérito.
Un compañero dice que lo hizo casi todo él solo. Podrás decir algo así tiene gracia que yo he hecho casi todo el trabajo y ahora Carlos dice que el proyecto lo hizo él. Tiene gracia la cosa. Vamos a por la cuarta expresión de la reírle la gracia a alguien. Hugo pidió pizzas sin avisar a la empresa, algo que les hizo gracia a sus compañeros, pero no tanto a la jefa.
Vamos a escuchar ese fragmento todos los compañeros se pusieron muy contentos al ver las pizzas. Todos menos la jefa. En esta ocasión, la jefa no le rió la gracia. No le gustó que Hugo hubiera pedido todas esas pizzas sin pedirle permiso. ¿A qué nos referimos con la frase reírle la gracia a alguien?
Esa frase se usa para hablar de una persona que celebra o acepta algo malo que ha hecho otra persona, alguien que aplaude o se ríe cuando otra persona hace algo malo. Hugo hizo algo malo y sus compañeros le rieron la gracia, pero su jefa no, no le rió la gracia a ella le pareció mal. Esta frase puede usarse mucho entre adolescentes. Por ejemplo, en el instituto siempre había en clase algún chico que intentaba ser muy chistoso o burlón. Por supuesto, era ahí cuando aparecía la figura del profesor Chicos, no le riáis la gracia a Pepito porque si seguís haciéndolo nunca va a dejar de molestar.
¿Algunas veces Pepito se pasaba de gracioso, no crees? Pepito, María, Manolo o quien fuera. Qué paciencia tenían algunos de nuestros profesores. Bien, pues precisamente hablamos ahora de la frase pasarse de gracioso. La hemos oído justo aquí.
Este y los últimos comportamientos le costaron el despido a Hugo. La jefa le dijo que últimamente se había pasado de gracioso, por lo que no le quedaba otra opción que despedirlo y desearle suerte para el futuro. Alguien que se pasa de gracioso es alguien que intenta ser divertido pero se excede porque hace o dice algo molesto, algo fuera de lugar. Quien se pasa de gracioso va a superar ciertos límites y claro, va a crear molestia o enfado en el resto de personas. Y con esta expresión nos despedimos.
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